Historia verdadera del Gran Hotel Viena
Relato del Ing. Estanislao Kolomi
Alrededor del año 1920 llega a Bs.As. un joven alemán llamado Máximo Pahlke y consigue empleo en la Manesmann Argentina, filial de la homónima famosa de Alemania que disputa los mercados mundiales a las otras potencias mundiales. Siendo los accionistas de Manesmann Argentina alemanes como Pahlke, este va ascendiendo rápidamente en la jerarquía de la empresa juntamente con sus ingresos.
A diferencia de los accionistas de Manesmann que mantienen su ciudadanía alemana, don Máximo se naturaliza Argentino y adquiere Carta de Ciudadanía argentina.
Alrededor de los años treinta llega a Buenos Aires una mujer joven de nombre Melita Fleishesberger Austríaca, nacida en Viena. Máximo y Melita se conocen y se casan en Uruguay. De este matrimonio nacen dos hijos Máximo Jr. e Ingrid. Doña Melita padece de asma y su hijo soriasis. Ella sola ò con su hijo, viajan por los centros de salud de Europa sin conseguir alivio a sus dolencias. Como Europa estaba al borde del inicio de la segunda guerra Mundial no se podía viajar más al viejo mundo y unos médicos de Bs As. Le aconsejaron los baños curativos de la Laguna de Mar Chiquita y aplicaciones de Fango. Nada tenía que perder Melita y su hijo y allá partieron por el verano de 1938.
Melita y su hijo se alojan en la Pensión Alemana, cuya dueña es Doña María Tremensberger alias Tante Mimi. Esta pensión estaba ubicada en la esquina nor-este del actual G H V, las comodidades eran mínimas pero la comida sabrosa y la atención esmerada, en lugar de quedarse Melita 1 semana se queda 2 semanas más y vuelve a Bs As.
Ese invierno Melita nota una gran mejoría en su asma y la soriasis de Máximo junior casi desaparecida, así es que al año siguiente, 1939 vuelven a Miramar a la misma pensión y Melita y Tante Mimi, entran en tratativas para hacer una sociedad a medias, donde Melita pone el Capital para agrandar y mejorar la pensión.. Efectivamente al año siguiente la “ pensión Alemana “ ya figura como “ Pensión Viena “, fotos de éste edificio se pueden ver en el Museo Fotográfico de la Cooperativa Eléctrica de Miramar.
Pero … en un barco no puede haber dos capitanes y se rompen las relaciones entre Melita y Tante Mimi , la disputa queda zanjada con dinero con que los Pahlke le compran la parte a Mimi y quedan como únicos dueños de la “Pensión Viena “. La Sra. Tremensberger compra entonces con ese dinero, 3 Chalets a media cuadra al este del Viena y construye un comedor y otras dependencias y quedan así las dos pensiones muy cerca una de la otra, Pensión Alemana y Pensión Viena. Los Pahlke hacen demoler rápidamente el antiguo Edificio de la esquina, y los mejores arquitectos e ingenieros civiles de Bs. As. hacen los planos del futuro Gran Hotel Viena. Así, el año 1941 se comienza la construcción del enorme G H V, que contaba con las siguientes comodidades: Edificio I (Norte) 26 habitaciones de dos camas, 2 habitaciones de tres camas, todos los colchones eran de plaza y media, Pullman a resortes, todas con baño privado, bañadera, agua fría y caliente, placard de tres puertas y papelero de madera de cedro lustrado. En cada piso había una cabina telefónica para pasar llamadas desde la gerencia.
Edificio II (este) sólo para solteros, 30 habitaciones c/baño privado, 1 sola cama, este edificio se terminó de edificar en 1947 y nunca fue inaugurado ¡. Edificio III : 8 departamentos dúplex de dos habitaciones cada uno, con dos camas por habitación, baño privado, total 16 habitaciones Planta baja y 1 º piso, situado a continuación del Edificio II, formando una U con un patio interior arbolado con canteros y caminos baldosados. Casi cerrando la U estaba el Edificio de baños termales con agua fría y caliente salada bombeada del mar, con 8 bañaderas grandes de azulejos y pasillo de por medio una habitación de descanso con cama y para cambiarse. Arriba estaba la sala de lectura con 12 escritorios de roble dobles con papel carta y sobres con logotipo del Hotel : un águila bicéfala, que es el escudo de la ciudad de Viena. En 1956 encontré varias cajas de madera vacías de cigarros Cubanos marca PARTAGAS, el mejor Habano del mundo.
En la planta baja del Edificio I se hallaba de este a oeste : el comedor principal de 15 x 20 m con sillas y mesas de madera de roble, en los plafones de las lámparas había aberturas de bronce patinado para la entrada del frío del aire acondicionado, cuadros originales al óleo en las paredes, tres cada uno , 6 ventanales de 2 x 3 m, con persiana enrollable, vidrio y cortinas.
Seguía el bar de 15 x 15 m con sillones de madera tapizados en pana marrón-beige, mesitas tapizadas en cuerina verde, 2 cuadros al óleo de 70 x 120 cm aprox.. Un flipper con bolas de acero, funcionamiento manual ( no eléctrico) con fichas GHV,, un mostrador de 8 m de largo de madera lustrada y caja registradora : NCR de accionamiento manual y emisión de tickets.
Una heladera comercial de 6 puertas, aire acondicionado igual que el comedor ; a continuación el Hall de entrada de 15 x 10 m, recubierto de mármol travertino hasta 2,50 m de altura, un espejo de 2 x 2 m con macetero, mostrador de recepción y oficina administrativa con vidrios arenados, muebles y caja fuerte. La entrada principal daba a éste Hall y a la derecha se encontraba la peluquería con sillón giratorio profesional, muebles “ ad-hoc”, una salita para difundir música de discos de 78 rpm, marca Tefefunken ò radio AM u onda corta al comedor y bar con parlantes ocultos tras las cortinas. También había sanitarios p/hombres y mujeres.
Uniendo el Edificio I con el II se encontraba la cocina, de salados y general y otra en el sótano p/ repostería, para que no se mezclen los olores, una máquina de hacer café Express al vapor, la cocina principal tenía una cocina a gasoil c/soplador de aire de 1,7 x 2,5 m con 4 hornos, una cortadora de fiambre color rojo, manual, heladera 4 puertas, vitrinas para vajilla y loza inglesa, 2 piletones para lavado.
Debajo de todo el comedor se hallaba un sótano de 15 x 20 m lleno de estanterías de vinos finos con unas 5000 botellas y los equipos de frío a base de amoníaco.
Siguiendo al Sur se hallaban 2 cuartos p/comestibles ò despensa, una campana de bronce p/ anunciar la hora de almuerzo y cena. A continuación una sala-comedor para niños atendidos por sus niñeras, que los huéspedes solían traer, a continuación otra sala para los choferes de los clientes y las niñeras.
Saliendo del patio central de los edificios I , II , y III había un pasillo hacia el sur. Encontramos allí un cuartito para lustrar zapatos con un sillón tallado en madera, tipo trono elevado, con apoyos p/ ambos pies y un sirviente que lustraba los zapatos a los huéspedes. Más hacia el sur un edificio del lavadero: máquinas lavarropas industrial c/caldera, y una planchadora a cilindros p/sábanas y toallas, patio tendedero de ropa y el resto huerta de frutales, naranjas, mandarinas, limones y granadas. Este huerto se cerraba al sur con el edificio de cocheras en planta baja, 2 edificios iguales con patio al medio en PB y 14 habitaciones en total en 1º piso para, niñeras y choferes, 1 sola cama c/baño privado, portón de acceso a la calle y a un costado un surtidor manual de nafta . Cerrando el patio de cocheras un Edificio de 5 x 8 m para mantenimiento, equipado con todas las herramientas mecánicas de esa época, con estantes de repuestos de todo el Hotel . Al lado de la lavandería y el taller se encuentra la famosa “ torre del Viena “ de 4 m de diámetro y 25 m de altura con capacidad para 80.000 litros de agua con escalera de madera hasta arriba, que se convierte en un excelente mirador de toda la zona.
Más al sur del Taller, estaba la usina eléctrica ( hoy totalmente saqueada ) que contaba con dos grupos electrógenos de 100 KW de 220 V/440 V/ de corriente contínua, otro grupo de 40 KW y un 4º grupo de 25 KW para el funcionamiento nocturno. Un tablero de mando general de mármol blanco con 12 instrumentos de aguja, 10 seccionadoras a cuchilla, 3 volantes de regulación de voltaje, medidores de consumo, un tanque cisterna de 5.000 lts. p/gasoil, silenciadores de escape, etc.
Siguiendo al sur había 3 galpones con maderas , tirantes , puertas, ventanas, 2 botes a remo tipo catamarán etc. Una báscula p/camiones con su casilla de pesaje con entrada desde la calle. Había unos 7 corrales p/aves de corral, entre ellos faisanes, luego había una caballeriza p/ paseo de los huéspedes, un sulky, una volanta : con todos sus aperos y sillas de montar. Parque arbolado de 2 Ha con cancha de Tenis y bochas.
Una glorieta de 8 m de diámetro que alojaba debajo una cisterna de 100 mil litros de agua , que era alimentada permanentemente por 4 surgentes de perforación a 80 m de profundidad desde el parque . Al lado del taller había una mini planta de hielo en barras y conservadora de pescado del Paraná, el hielo con sal se usaba para hacer helados. Al pie de la torre había un tinglado con un termómetro, barómetro e higrómetro, para dar el parte meteorológico dos veces por día, que se exhibía en el bar y comedor.
El predio al sur era cruzado por un arroyo que desembocaba en la laguna, cruzando el mismo había un puente de pilones y madera hasta el parque del extremo sur en forma de triángulo de 1 Ha parquizado.
La calle que pasaba frente al Hotel, se llamaba Belgrano y del predio del lado del mar había una pileta olímpica de hormigón, de agua dulce, dos espacios cercados c/tapiales altos para tomar sol , solárium, diríamos hoy ( hombres y mujeres separados) en el medio un reloj de 40 cm de diámetro para avisar a los huéspedes de la proximidad de la hora del almuerzo ò cena, la puntualidad era muy estricta.
Bajando una barranca de 2 m había una explanada de 6 m de ancho por 50 de largo con dos quinchos con mesas y bancos fijos p/descanso de los huéspedes, a ambos lados de la explanada había molinetes indicando la semi-privacidad de la zona. Desde la explanada partía una pasarela, arriba del nivel del mar ( de esa época ) con escalinatas para bajar al agua en varios puntos, al final de la pasarela de unos 50 m de largo había un galpón de 8 x 15 m de largo con fundación a pilotaje con tirantes de pinotea, techado con chapa ondulada de fibrocemento rojo, esta casilla alojaba en su interior una lancha a motor CRIS-CRAFT de 7 m de eslora para 8 pasajeros, motor interior, para pasear por la laguna ; como el oleaje podía ser muy violento terminadas las excursiones se izaba la lancha con dos aparejos manuales, quedando el casco por encima del nivel de las olas.
La superficie cubierta rondaba en los 9300 metros cuadrados, 74 habitaciones con 120 camas, en un predio de 5 hectáreas, a valores de hoy la inversión puede rondar los 18 a 20 millones de dólares.
Ni el Sr. . Pahlke, ni los arquitectos e ingenieros nunca se preguntaron hasta donde podía subir el agua de esta laguna, porque todo el mundo sabía que era y es una cuenca sin desagüe, hoy lo sabemos con exactitud después de una dolorosa inundación que casi destruye al pueblo entero, año 1984, la cota de rebalse es de 73,80 m de la cota del Riachuelo, y su desagüe natural es el volcamiento del extremo nor-este a la cuenca del río Salado que desemboca en el Paraná a la altura de Santa Fe. La vereda norte del Edificio principal Nº I está en cota : 71,8 m.
Es de destacar que el capital invertido en el G H V fue íntegramente aportado por el Sr Máximo Pahlke, que inclusive vendió una estancia en la Patagonia, mal puede entonces hablarse del “ oro nazi, Hitler ò refugio de descanso post-bélico de los jerarcas nazis, como se dice hoy en las visitas guiadas.
El hotel entonces funcionó desde 1943 hasta 1947 en que cierra por un largo período, por desavenencias de doña Melita con el personal, la Asociación Hotelera de Miramar, etc. Otro hecho que ayudó a mermar el turismo fue la bajante de la laguna que en el año 1950 apenas era un espejismo a 5 Km de la costa.
Como cuidador del GHV quedó el Sr. Carlos Krüger con su pareja doña Ana, jefa de personal femenino y Carlos que le decían el ingeniero, fue el capataz de obra al mando de casi 1.000 operarios que trabajaron en la construcción. El Sr. Krüger vino desde Brasil , de una fazenda cerca de San Pablo, era oriundo de Alemania emigrado antes del año 1930 a Brasil y de alguna manera amigo de don Máximo Pahlke, que lo llama en 1941 a Miramar. O sea, otra vez desmitificamos que fuera nazi, ni nada que se le parezca; en el año 1952 fallece Krüger de un ataque cardíaco ( no envenenado ) y es sepultado en el Cementerio de Balnearia ( porque el de Miramar no existía aún ) , su pareja doña Ana desaparece y no se la vuelve a ver ni mencionar por nadie.
Por recomendación de un señor llamado Antonio que conocía a los Pahlke, le sugiere contratar como cuidador al Dr. Koloman Kolomi Geraldini oriundo de la ex y actual Eslovaquia ( anexada por los checos desde 1946 hasta 1993) abogado, escritor, poeta y traductor de clásicos eslovenos, este Sr de 44 años, hablaba 7 idiomas entre ellos el alemán. Una noche de diciembre de 1952 es invitado por el matrimonio Pahlke a cenar y hablar, en el GHV; de resultas de dicha reunión lo toman como cuidador sin goce de sueldo.
Para la limpieza de los patios y parques se hallaba trabajando un jardinero de nombre Juan Tamagnini, empleado fiel que participó en toda la etapa de construcción del GHV. El sueldo de éste jardinero le era puntualmente enviado por M.Pahlke desde Bs. As. al Dr. Kolomi, hasta 1962 en que se jubila. Desde ese año 1952 hasta 1964, la familia Kolomi vivió en el GHV y trató con don Máximo , doña Melita, el Dr. Máximo Pahlke Jr. y ocasionalmente su hermana Ingrid ; son once años de contacto personal y podemos decir sin temor a equivocarnos que de las personas de Miramar, son las que durante más tiempo tuvieron trato con la familia Pahlke, y seguramente la verdadera historia del GHV, es la que se transcribe aquí y donde quede bien claro que el capital íntegro para su construcción provino de los bienes del Sr. Máximo Pahlke (sénior) y nada tuvo que ver el oro nazi y el único motivo de que hayan elegido Miramar para semejante emprendimiento es por los maravillosos dones curativos de sus aguas, fango y su microclima, dicho de otra forma este hotel es un monumento tangible y malogrado a las bondades de la laguna de Mar Chiquita.
Digamos de paso que el Dr. Kolomi sufría de reuma agudo, que contrajo en el frente ruso en Ucrania, de donde fue desmovilizado por enfermedad en el año 1943 y llegó al húmedo clima de Bs. As. donde recrudeció la dolencia, también le recomendaron Mar Chiquita y allí se instaló en el año 1950 hasta su fallecimiento en 1994, sin más rastros del reuma que lo había aquejado.
En el año 1960 doña Melita, sabiendo que el hijo menor del Dr. Kolomi iría a estudiar Ingeniería en la Universidad del Litoral en Santa Fe, le trae como regalo un hermoso estuche de compases de 25 piezas Marca “ Richter” desde Alemania.
Don Máximo y doña Melita no regresan más al GHV desde esa época, y el trato sigue con el hijo, Dr. Máximo Pahlke (junior) hasta que en el año 1963, deciden de común acuerdo reabrir el GHV, para que deje de dar pérdidas.
Se repara y se reacondiciona la planta baja y 1 º piso del edificio I, se pone en marcha la Usina propia y de noche cuando las luces de la calle y del Hotel Alemana brillaban como velas con 160 V con la luz del pueblo a 2,5 Km de distancia, en corriente continua las luces del GHV brillaban con 230 V a pleno con todas las luces encendidas. En esa época la Asociación Hotelera y los taxis de Miramar ignoraban la reapertura del Viena y no recomendaban al GHV. Así y todo la temporada fue un éxito, y desde su existencia, fue la primera vez que dio ganancias, repartidas entre el Dr. Pahlke por ser el dueño y el Dr. Kolomi que se hizo cargo del servicio y la administración como gerente.
Los hijos del Dr. Kolomi, Pedro y Estanislao se desempeñaron como mozos y maestranza general.
Al año siguiente 1964 se repitió la experiencia, pero se habilitó también, el 2 º piso del edificio, en total 28 habitaciones, con éxito económico mayor aún, que el año anterior. En la temporada 1965 el Dr. Pahlke (Jr.) crea la Sociedad Waldorf y CIA S.A. y desea abrir ya todo el Hotel, a lo que el Dr. Kolomi, no asiente, si no es con una importante reinversión para las refacciones necesarias, criterio no compartido por el Dr. Pahlke, que trae desde Córdoba a un tal Sr. Sosa de nefasta memoria el que ocuparía el cargo de gerente, y el Dr. Kolomi se retira del GHV con su familia a una casa que se había edificado 150 m al este del Hotel Viena .
El GHV queda desde entonces en poder de la Waldorf y CIA S.A., hasta el día de hoy legalmente, con algún permiso precario dado a la Municipalidad, para que lo explote para visitas guiadas que terminaron tergiversando la verdad, introduciendo mentiras sobre el oro nazi y últimamente sobre “fantasmas”, que nadie vio ni documentó, quizás todo para crear un aura de misticismo que favorezca el interés por visitar al GHV. El Sr. Sosa hasta que la policía se lo lleva preso en los años 70 se lleva del GHV toda la vajilla, la loza, la ropa blanca ( 500 sábanas y toallas) algunas camas con colchones; luego aparece como “ cuidador “ un señor que llamaban el Oso Nilo que completa el vaciamiento y finalmente la crecida de la laguna debido a lluvias extraordinarias de la corriente del niño 1978, termina la destrucción inundándose el sótano y rompiendo el oleaje parte de la mampostería del lado norte del edificio I, dejando al descubierto los hierros de las armaduras de las columnas, si no se realizan refacciones el edificio I se derrumbará hacia el norte.
También hubo un proyecto en la década de 1940, de hacer una capilla privada en el parque del GHV, pero no se otorgó permiso del Obispado de Córdoba, porque debía ser pública.
En el año 1956 por sugerencia de la familia Kolomi, doña Melita dona el altar de mármol blanco y 2 estatuas de ángeles con candelabros de bronce a los Franciscanos de la Capilla San Antonio cuyo actual dueño es el Sr. Francisco Sudar.
FUENTE: http://www.granhotelviena.com/la_verdadera_historia/
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