Epecuén: así es el lugar que eligió el Indio Solari en 2021

Dicen que el Lago Epecuén, al sur de la provincia de Buenos Aires, es lo más parecido al Mar Muerto. Acá tocó ayer en un concierto para la historia la banda Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, liderada por el Indio Solari, que apareció en pantalla y emocionó a miles. Pero Epecuén es mucho más que un lugar elegido por los músicos (Andrea Álvarez, la música baterista, lo eligió antes también para tapa de uno de sus discos).

Vení, te contamos más de este lugar que está en el partido de Carhué:

Si te metés en sus aguas flotás sin hacer esfuerzo. Hace décadas fue una pujante villa turística. En 1985, una inundación la dejó tapada de agua por muchos años hasta que, de a poco, todo lo que quedó oculto por ella, asomó su rostro carcomido. Este es un paisaje irresistible para quienes buscan los lugares más particulares del país.

El recorrido por las ruinas es imperdible. Se pueden ver restos de casas, piletas vacías, árboles secos con raíces que parecen arañas gigantes.

Foto: Adrián Kaplan Krep

También se puede ver el imponente matadero municipal realizado por el arquitecto Francisco Salamone durante la década del treinta. Esta es una de las imágenes más frecuentes.

Foto: Adrián Kaplan Krep

Aquí se han hecho documentales, se han filmado películas y diversos programas de televisión. Así de atractivo es el escenario que brinda esta zona, que queda a pocos minutos de Carhué.

Foto: Adrián Kaplan Krep

Se pueden hacer excursiones para repasar su historia, y hay una playa ecosustentable que permite terminar el día a la vera del lago. En la ex estación de ferrocarril de la Ex Villa Lago Epecuén funciona el Centro de Interpretación y Museo donde se puede repasar la historia de lujo y pujanza.

Foto: Adrián Kaplan Krep

A sólo minutos, en Carhué, hay un camping municipal, numerosos hoteles spa con agua termal y amplia oferta de restaurantes.

Foto: Adrián Kaplan Krep

Ubicado a 500 kilómetros de Buenos Aires, es ideal para disfrutar de un fin de semana largo de descanso y, definitivamente, un paisaje de otro mundo.