Una vieja bronca de barrio terminó con la vida de un joven ajeno a la disputa

Un reclamo por el volumen de la música en una casa fue aprovechado por un vecino para agredir a otro joven. Sin embargo, al final mató a un tercero.

El hecho ocurrió la noche del viernes en San Rafael al 3200 de Villa Gobernador Gálvez. Lunes 26 de Octubre de 2020 Una serie de provocaciones a lo largo de tres semanas, una vieja pelea, un malentendido y una puñalada fatal fueron los componentes reunidos en la noche del viernes y que terminaron con la vida de Alejandro Rojas.

El muchacho de 25 años vivía junto a su familia en San Rafael al 3200, en el barrio La Esperanza de Villa Gobernador Gálvez. La noche del viernes estaba en la casa de un vecino junto a su amigo Brian escuchando música junto a otros jóvenes cuando un vecino de una casa lindera se acercó hasta la reunión y les pidió que bajaran la música. Un minuto después otro vecino, que no participaba de la fiesta ni estaba molesto por el volumen de la música, se acercó a la casa y justificó las quejas por el volumen. Así comenzó una discusión que terminó cuando, según contaron testigos, el segundo vecino le asestó a Rojas una puñalada y huyó.

Los hechos se sucedieron de una manera lineal, aunque parezcan confusos en su resolución. “Mi hijo estaba en casa el viernes por la noche y lo vino a buscar Brian, un buen amigo de él. Este pibe le dijo de cruzarse a una casa frente a la mía porque ahí estaban tomando unas cervezas y poniendo música. Y los chicos fueron”, contó María Rosa, la madre de Alejandro. La mujer prosigue su relato casi como volviendo a las 23.30 del viernes. "Los chicos estaban ahí cuando un vecino salió a la puerta y le dijo al dueño de la casa que bajara la música”.

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“Algo raro” María Rosa lo dice como si hubiera estado allí y con la frialdad de quien no puede salir del shock por al muerte de un hijo. “El dueño de casa discutió con el otro que le pedía que bajara la música y entonces pasó algo raro: Sebastián, que vive en otra casa y que no estaba en la fiesta ni se había quejado de nada, se sumó a la discusión apoyando al que pedía que bajaran la música. Un grito llevó a otro y Sebastián C., lo increpó Brian y empezó a pegarle. También se sumó a la pelea la esposa de él, Lucía, y sus tres hijos adolescentes. Entre todos le pagaban a Brian”, recordó la mujer.

La pelea ya se había tornado imparable y según lo que le contaron a la madre de la víctima su hijo fue herido cuando intentó separar a quienes se peleaban. "Alejandro se corrió a un costado y levantó las manos mientras decía «yo no tengo nada que ver con esto, me voy». Pero Sebastián lo enfrentó y le clavó una cuchilla de carnicero que le había alcanzado Lucía, su mujer. Se la clavó en las costillas y se la desplazó por la panza. Mi hijo cruzó la calle y llegó a casa y le dijo al hermano lo que pasó”.

Mientras la familia Rojas atendía a su hijo, el mismo Sebastián se acercó a la casa y comenzó a pasarle agua a la víctima para limpiar la sangre de Rojas. “Me dijo: «Doña, no lo quise hacer, fue sin querer». Y le contesté que si no hubiera querido matar a alguien no tendría la cuchilla en la mano. Ahora Lucía denunció que uno de sus hijo clavó a mi hijo por accidente. Como es menor no va a tener problemas, pero todos en el barrio lo vieron a Sebastián”.

María Rosa comenzó a atender a Alejandro mientras el vecino que inicialmente se había quejado del volumen de los equipos de música entró a la casa de y juntos cargaron a Alejandro en un auto y lo llevaron “hasta el hospitalito (por el Anselmo Gamen). Ahí me dijeron que había perdido mucha sangre y lo derivaron al Hospital Provincial. En el hospitalito me dijeron que no sabían si llegaba vivo. Al final llegó al Provincial pero no alcanzaron a operarlo”, contó la madre.

Hipótesis La madre de Alejandro sugirió una hipótesis sobre el ataque mortal. “Sebastián tiene problemas con Brian. Por eso él y su familia le pegaban y le hicieron un corte en la cara. Como Ale era amigo de Brian, Sebastián y sus hijos miraban feo a Ale, lo provocaban siempre. El me decía «mamá, no sé qué le pasa a este muchacho conmigo» y yo le dije que si esto seguía así iba a ir a hablar con Sebastián”, dijo la mujer, para quien la familia del atacante es conflictiva. “Tuvieron tres denuncias en el barrio. Este muchacho trabaja en un frigorífico y maneja bien los cuchillos”, graficó.

Otro vecino aseguró que “Sebastián se debe haber ido a la isla, me dijeron que se está aguantando ahí”.

Alejandro vivía con su madre, su padrastro y sus seis hermanos frente al lugar donde lo mataron. “Hacía changas para poder vivir. Era soltero y no tenía hijos. Aún no caí que me lo mataron y tengo mucha bronca. Sebastián siempre le pedía favores a mi marido y hasta la mujer de él vino más de una vez a mi casa. Espero que lo agarren”, se esperanzó María Rosa.