Buscar
Un nuevo crimen en un sector de la zona norte atravesado por la pobreza extrema
- Charles Gutierré
- 22 sept 2021
- 4 Min. de lectura
Mario Ardiles fue asesinado de un disparo en la cabeza a pocos metros de donde en los últimos meses hubo otros dos asesinatos.

Tierra, vías, vegetación y nada de servicios públicos. En ese escenario Mario Ardiles fue asesinado de un balazo en la cabeza. Virginia Benedetto 12:58 hs - Miércoles 22 de Septiembre de 2021 Mario Marcelo Ardiles, de 34 años, fue asesinado en la puerta de su vivienda, uno de los últimos ranchos acumulados sobre Polledo y Cullen y Ugarte, en la zona norte. Dos personas que llegaron en moto a la puerta de la casa lo llamaron por su nombre y cuando el hombre salió lo mataron de un disparo certero en la cabeza. A pocos metros de ese lugar en los últimos meses fueron asesinados un adolescente de 15 años y otro joven de 22, uno en mayo y otro en marzo. Tres crímenes ocurridos en un contexto de pobreza extrema, en un rincón de la ciudad sin urbanizar.
A medida que se avanza hacia el norte calle Polledo se convierte en un camino de tierra paralelo a las vías. Las viviendas, muy humildes, se apilan sobre un costado y del otro abundan pastizales y basura. Es un punto difuso de la ciudad que queda en medio de los barrios Nuevo Alberdi, Roberto Fontanarrosa y Cristalería.
Lo que queda a la vista es que no hay urbanización ni recolección de residuos, tampoco alumbrado público. En ese escenario ocurrió el asesinato de Mario Marcelo Ardiles. "No se pudo ver quién era el que disparó por la oscuridad que hay en el lugar", describió a La Capital una vecina allegada a la familia de la víctima. "Lo que pasa es que acá nadie hace nada. Tendrían que estar abiertas las calles y poner luces para que haya más seguridad", reclamó la mujer.
Las horas posteriores a un asesinato ocurrido en barrios vulnerables suelen dejar la misma imagen: el lugar queda señalado por las cintas de seguridad y los guantes de látex que utilizan los investigadores para inspeccionar la escena del crimen. Luego quedan ahí, se convierten en un desecho más en una zona en la que abunda la basura desparramada por el suelo. Así se identificó la mañana de este miércoles el ingreso a la casa de Ardiles, donde sus familiares recibieron a La Capital sin demasiado que expresar más que la angustia por el asesinato del hombre. Además señalaron una vaina servida que los peritos no se habían llevado.

Virginia Benedetto
Commentaires