Otro oscuro asesinato enlutó al barrio Stella Maris
- Charles Gutierré
- 22 jun 2022
- 4 Min. de lectura
Pedro Domingo Monzón tenía 67 años y fue ejecutado antes de poder salir de su casa. Secuestraron vainas de dos armas diferentes.

Pedro Domingo Monzón fue asesinado a metros de Juan B. Justo y Acevedo, en lo profundo de barrio Stella Maris.
Hay barrios en la periferia de Rosario donde sencillamente se puede morir asesinado y que la vida siga en un plan de normalización. Uno de esos punto en el mapa de la violencia, seguida de asesinatos, parece haberse instalado en el pasaje Nazca al 8600, una cortada ubicada a la misma altura de Juan B. Justo entre Acevedo y Maradona, en lo profundo de barrio Stella Maris. Este lunes alrededor de las 20, Pedro Domingo Monzón, un vecino de 67 años que residía sobre el pasaje a metros de Acevedo, fue ejecutado con disparos de al menos dos armas. Según los investigadores la persona que ejecutó a Monzón ingresó al patio de la vivienda y asesinó a su víctima antes de que este pudiera salir de la vivienda. Monzón se transformó en la quinta víctima de homicidio en 48 horas y el número 133 en lo que va del año.
En los últimos años la muerte por homicidio parece haberse asentado en las inmediaciones de Acevedo al 1100 bis. Pedro Monzón, la última víctima por el momento conocida en las inmediaciones, vivía a escasos cien metros del lugar en el que fuera asesinado Matías Oroño, un joven adicto de 25 años que el pasado 18 de septiembre cometió el error de tratar de comprar drogas al fiado. Patricia V., de 28 años, sindicada por vecinos como la transera de un punto de venta de drogas, gritó al pibe que “pagara lo que debía” _unos 500 pesos según la familia de la víctima_ llamó a uno de sus soldaditos que sin titubear ejecutó a Oroño.
“Salió a buscar droga. No tenía plata. Fue a que le fiaran. Él no era de drogarse y quedar tirado. Venía y se quedaba en la casa. Se ve que el que vendía no le quiso fiar, llamó a los que lo protegen y llegaron dos en moto: «Vos pagá lo que debés y dejate de joder», le dijeron, y le pegaron cinco balazos. Herido corrió dos cuadras y cayó agonizante a la vuelta de mi casa. Lo llevamos al Heca, pero no pudieron hacer nada”, relató Arantxa, una de las hermanas Oroño. “Mi hermano pudo haber sido un buen jugador de fútbol, pero la droga lo perdió. Hace 8 meses que estaba en rehabilitación”, sentenció.
Matías Oroño Patricia V. fue imputada por la fiscal Georgina Pairola, la misma que investiga la causa del crimen de Pedro Monzón, por el delito de homicidio calificado por la participación premeditada de tres o más personas. Su pareja, Pablo Alejandro S., fue imputado por amenazas coactivas a raíz de una intimidación previa a la madre de la víctima. Así saltó a la luz pública la disputa que salpicó de sangre y muerte a los vecindarios de Stella Maris, Emaús, Fisherton Noroeste, el asentamiento La Bombacha o un sector del 7 de Septiembre: la pelea entre "Los Lagrú" y la gente del “Negro Caravana”. Los primeros, como representación de uno de las marcas que luchan por el control de los monoblocks del barrio 7 de Septiembre . Al menos cuatro de los integrantes de esta banda están presos en la investigación del asesinato de Oroño. Los segundos, defendiendo los colores de una de las tres marcas en las que se dividió la familia Cantero. En este caso a los de la tercera generación. El tiempo pasa en este barrio de la periferia rosarina, pero la violencia parece no cesar. Un mes atrás, a unas 15 cuadras de la escena de los crímenes de Monzón y de Oroño, en el pasaje Franklin al 7900 (paralela a José Ingenieros), Alan Matías Toloza de 15 años recibió una descarga de balazos que los mató. Su amigo Matías Jesús Alexander A., de 18 años, sufrió un impacto de bala en un codo. En la misma cuadra, pero en marzo de 2020, una nena de dos años había resultado baleada cuando dos hombres en una moto llegaron hasta el frente de una casa para traducir en balas una amenaza. La vivienda en cuestión había recibido dos meses antes una advertencia. “Si siguen vendiendo los tiros no van a parar”.
Sobre el ataque letal sobre Pedro Monzón, los investigadores contaron que el hombre estaba la noche del feriado del 20 de junio junto a su pareja de 53 años. Al escuchar ruidos, o quizás un grito, el hombre se dirigió desde el interior de su casa hacia el patio delantero. En ese trayecto de un par de metros, el o los asesinos sorprendieron a Monzón con disparos calibres 45 y 9 milímetros. Los disparos alcanzaron a Monzón, quien estaba entre el comedor y el patio, en la espalda y la pierna derecha. Malherido, Monzón quedó en el interior del inmueble. El Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) recolectó en la escena cinco vainas servidas: una calibre 45 y cuatro de 9 milímetros. Trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez fue ingresado en estado crítico al quirófano y falleció horas más tarde. Testigos alertaron que los asesinos llegaron y huyeron en un auto, cuyas particularidades se preservan para no entorpecer la investigación en manos de la fiscal Pairola.
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