apresan a un lugarteniente de la banda Los Monos vinculado a la barra de Central.

El operativo fue ordenado por el fiscal federal Claudio Kishimoto en el marco de una investigación por narcotráfico.

Un nuevo golpe a la banda Los Monos le dio la Justicia este sábado en la zona de hospitales. Uno de los lugartenientes de la banda que históricamente lideró el clan Cantero, Juan Domingo Argentino Ramírez, fue apresado hoy en un espectacular operativo policial realizado en el macrocentro de la ciudad.

Un equipo de la Unidad de Narcotráfico de la Agencia de Investigación de Rosario (AIC) logró apresar en horas de la mañana de hoy a Ramírez, quien es sindicado como sicario, apoderado y regente de lo búnkers que los líderes de Los Monos, actualmente detenidos, manejan desde la cárcel.

Tras una investigación de la Fiscalía Federal 2 de Rosario, a cargo de Claudio Kishimoto, por la venta de drogas ilegales, Ramírez, integrante de la banda narcocriminal Los Monos, fue apresado en un allanamiento que se realizó tras un sigiloso trabajo de inteligencias y que quedó registrado en video.

Un delincuente peligroso A Ramírez se lo vincula a varios homicidios, entre ellos el de un niño de seis años que murió cuando miembros de la banda incendiaron a principios de mes una vivienda en Ensenada al 500, del barrio El Mangrullo al sur de Rosario, por una deuda relacionada con narcotráfico.

Junto al narcotraficante, vinculado a la barra brava de Rosario Central, también fue detenida su madre. Se secuestró cocaína, marihuana, dinero y vehículos, dispositivos electrónicos y mucha documentación de gran importancia para la causa. En uno de los allanamientos, de Rueda 1889 secuestraron $94.300 pesos, un picador de marihuana, documentación y fotografías de interés para la causa, precintos para armados, 2 tarjetas de memoria y pendrive, un automóvil marca VW Bora. En calle Roma 675 Bis se secuestró 103 gramos de cocaína en trozo compacto, 82 gramos de marihuana y en la cochera de calle Virasoro 1950 se secuestró un vehículo marca Hyunday.

Una fuga misteriosa Ramírez, de 45 años, fue señalado como sicario de la banda Los Monos. Protagonizó un episodio resonante cuando el 15 de enero de 2014 se evadió de la División Judiciales de la Unidad Regional II de Policía. La fuga, según los investigadores, había sido imposible sin la connivencia de los encargados de la custodia de la dependencia.

Ya en ese tiempo sobre Ramírez pesaba un pedido de captura de otro juzgado, acusado de controlar búnkers de droga del clan Cantero en barrio Las Flores, y del crimen de Luciano Cáceres, un pibe de 15 años baleado el 28 de abril de 2013.

El 28 de julio fue recapturado a 17 kilómetros de la ciudad de Goya, en Corrientes. Desde el mismo momento en que desapareció, la jueza Alejandra Rodenas, hoy vicegobernadora de la provincia, sustanció el expediente penal para esclarecer cómo y en qué circunstancias ocurrió el escape.

En los allanamientos que culminaron con la detención de Juan Domingo Argentino Ramírez se secuetró droga, dinero y elementos relevantes para la investigación. Al mismo tiempo, y como agravante del confuso procedimiento, la concubina del evadido denunció que había sido extorsionada por personal policial, que le solicitó 200 mil pesos y un auto para facilitar la fuga de su pareja.

Un incendio intencional Ramírez es sospechoso de ser el autor material del incendio registrado el jueves 10 de diciembre de 2020 en una vivienda precaria ubicada en Ensenada al 500, en barrio El Mangrullo, donde murió calcinado un nene de 6 años.

Un informe de bomberos determinó que el fuego fue provocado en forma intencional. La investigación que llevó adelante la Fiscalía señaló a Ramírez como presunto responsable de haber iniciado las llamas que consumieron la casa y mataron al pequeño.

A partir de ese informe la causa pasó a ser investigada por la fiscal de Homicidios Dolosos Gisella Paolicelli. El padre del pequeño, Lionel, de 31 años, fue detenido en primera instancia pero luego recuperó la libertad. Fueron clave para esta determinación judicial las declaraciones realizadas por vecinos del lugar, quienes dieron cuenta de que el hombre no mostraba actitudes de abandono.