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17 hechos sangrientos que marcaron a fuego a Rosario.

  • Foto del escritor: Charles Gutierré
    Charles Gutierré
  • 10 ago 2020
  • 12 Min. de lectura

Asesinatos como los de "Pájaro" Cantero o Luis Medina implicaron una transición en el hampa y desataron nuevos episodios violentos. Aquí los de mayor impacto.

Durante la última década las calles de los grandes centros urbanos de la provincia —Rosario en particular— parecieron sufrir una descomposición. Dejaron un nivel con hechos letales en una estabilidad baja para transformarse en territorios de violencia extrema muchas veces disputados con la narcocriminalidad como telón de fondo. La ciudad pasó de tener un centenar de homicidios en 2010 para trepar al récord de 271 crímenes en 2013. Para después empezar un lento descenso que, no obstante, no equipara las cifras de la primera década del siglo.


Entre 2013 y el 30 de junio de 2020 se produjeron 1.560 homicidios en el departamento Rosario. Casi un 50 por ciento de esos números ocurrieron en el trienio 2013/2015, tiempo marcado por venganzas y reordenamientos tras el asesinato de Roberto “Pimpi” Caminos, Claudio "Pájaro" Cantero y el empresario Luis Medina. Esa transición dentro del hampa expuso sobre el territorio nuevos exponentes con una fiereza desconocida, un quiebre de acuerdos de ardua interpretación que tuvo su correlato en la estadística criminal. Este listado de homicidios a veces tienen nudos que explican secuencias posteriores de la violencia callejera en Rosario y las ciudades de su área suburbana.


1º DE ENERO DE 2012: TRIPLE CRIMEN DE VILLA MORENO

La villa Moreno se vistió de sangre la madrugada del primer día de 2012. El asesinato de Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patón” Rodríguez fue uno de los más emblemáticos de la década. Familiares y amigos de las víctimas con el apoyo de distintas organizaciones sociales obligó a dejar de lado la versión del “ajuste de cuentas”. La presión a los poderes político y judicial para que el caso fuera llevado a juicio desnudó la existencia de bandas narcocriminales que hacían y deshacían bajo el paraguas policial.


Las víctimas para nada estaban vinculadas a ese mundo oscuro, sólo esperaban a algunos amigos para ir a festejar la llegada de un nuevo año. En un juicio oral fueron condenados Sergio "Quemado" Rodríguez a 32 años de prisión como autor intelectual y ejecutor de la masacre; Alejandro “Teletubi” Delgado y Mauricio “Mauricio” Palavecino a 21 y 19 años, respectivamente, como coautores; mientras que Brian Sprío, condenado en primera instancia, terminó absuelto. Brian “Damiancito” Romero, en tanto, acordó una pena a 8 años de prisión en un juicio abreviado.


8 DEL SEPTIEMBRE DE 2012: ASESINAN A MARTÍN "FANTASMA" PAZ.
El sábado 8 de septiembre de 2012 Martín “Fantasma” Paz esperaba la luz verde del semáforo en Entre Ríos y 27 de Febrero. Estaba al mando de una flamante cupé BMW blanca en compañía de su pareja y la beba de ambos. Entonces una moto paró junto al vehículo y el sicario no tuvo piedad. Descargó su arma contra el conductor. Paz alcanzó a dar una vuelta manzana y llegó con último suspiro a Corrientes entre 27 de Febrero y Gálvez. La investigación del crimen de quien era cuñado del líder de la banda de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, e hijo del entonces mánager de boxeo Luis Paz (hoy preso por liderar una banda narco), se transformó en disparador de una investigación provincial que llevó a juicio al núcleo duro de la banda de barrio Las Flores. En un juicio oral y público realizado entre noviembre de 2017 y abril de 2018 fueron condenadas 19 personas, diez de ellos policías, y seis fueron absueltas.

Las penas más severas fueron para Ramón "Monchi" Machuca, quien recibió 37 años como jefe del clan e instigador de cuatro homicidios, entre los cuales no se le pudo atribuir el de Paz; y para su hermano de crianza Ariel “Guille” Cantero, condenado a 22 años en carácter de jefe de la banda y autor de otro crimen. Sin embargo, el asesinato que dio puntapié inicial al juzgamiento de Los Monos no tuvo imputados y aún está impune.

24 DE DICIEMBRE DE 2012: INCENDIO Y MUERTE EN EL BÚNKER.
Hasta el 24 de diciembre de 2012, los asesinatos en estos sitios eran una rareza. Pero ese tiempo pasó. En la madrugada de la víspera del día de Navidad de 2012, varias personas rodearon una cueva en Pueyrredón al 1800, casi esquina Magallanes de Villa G. Gálvez y con cortafierros y una maza abrieron un boquete en el techo. Luego arrojaron nafta con un bidón, prendieron fuego y se quedaron afuera esperando que los que estaban adentro salieran. Esteban Jacobo Caviglioli, de 29 años y domicilio en la ciudad de San Lorenzo, murió por las quemaduras recibidas y su compañero, Luis Alberto F., de 30 años, quedó internado. Fuentes consultadas indicaron que el quiosco de venta de drogas había comenzado a funcionar esa misma semana. El dueño de la zona la zona le bajó el pulgar y dejó un mensaje al resto del mundo. Durante 2013 17 personas fueron ejecutadas en inmediaciones de bunkers.

8 DE ENERO DE 2013: MATAN A MERCEDES "MECHA" DELGADO.
Mercedes “Mecha” Delgado era militante social. Colaboraba en el comedor comunitario San Cayetano de barrio Ludueña. La tarde del 8 de enero en medio de una feroz balacera entre grupos antagónicos por disputas en el marco de la narcocriminalidad salió a la puerta de su casa para buscar a uno de sus hijos y ponerlo a resguardo. En Garzón y Bielsa, cuando todo parecía indicar que el tiroteo había cesado Héctor Riquelme disparó su arma desde atrás del portón de su casa y el balazo impactó de lleno en la espalda de Delgado, quien cayó al piso con su último aliento. Riquelme estuvo 20 meses prófugo hasta que fue capturado en septiembre de 2014 en el barrio Chaqueño de la capital provincial. En febrero de 2016 fue condenado a 16 años de cárcel por el homicidio.

5 DE FEBRERO DE 2013: ULTIMAN AL "QUEMADITO" RODRIGUEZ
Maximiliano “Quemadito” Rodríguez se perfilaba para pesado cuando fue asesinado el 5 de febrero de 2013 de un tiro a quemarropa en la cabeza cuando estaba con su novia en la esquina de Corrientes y Pellegrini. “Quemadito” se movilizaba con muletas tras ser herido días antes. Hijo de Sergio “Quemado” Rodríguez, condenado por el triple crimen de la Villa Moreno, y barra brava disidente a la conducción del entonces jefe Diego “Panadero” Ochoa fue protagonista de un intento de golpe al paravalanchas que se conoció judicialmente como “la entangada”.

Al condenar a cuatro personas en octubre de 2016 la jueza Isabel Mas Varela inscribió el asesinato en las ásperas disputas entre Rodríguez y Diego “Panadero” Ochoa, procesado como instigador del homicidio. Por el crimen fueron condenados Héctor David “Porteño” Rodríguez, acusado como autor del disparo mortal, sentenciado a 16 años y medio de cárcel; Sergio Federico “Chuno” Acosta, acusado de conducir la moto en la que huyeron, fue condenado a 14 años y 6 meses como cómplice primario; Marcelo Jesús Romano, sindicado como quien entregó a la víctima aprovechando pertenecer a su círculo íntimo, recibió una pena de 13 años; y Walter Alberto “Walo” Acosta, recibió una condena a 6 años y medio por su participación secundaria, consistente en hacer un gesto para distraer a Rodríguez y a su novia en el momento del disparo homicida.

26 DE MAYO DE 2013: EL CRIMEN DEL PÁJARO CANTERO
La madrugada del 26 de mayo de 2013 Claudio “Pájaro” Cantero, líder de Los Monos, llegó junto a un par de amigos al boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. Antes de ingresar al local se acercó al portón de una empresa lindera para orinar. Estaba desarmado, sin alternativa de escape y así fue sorprendido por la espalda. Le efectuaron tres disparos: uno le rozó la oreja izquierda, otra le impactó en el brazo izquierdo y el tercero fue letal: ingresó por el hombro derecho y le atravesó el corazón. Ese asesinato terminó por hacer añicos el orden y los códigos que imperaban en la lucha territorial de las bandas de Rosario. Y como tal motivó un tsunami de sangrientas venganzas que dispararon la estadística de homicidios al récord de 264 crímenes ese año.

Por ese hecho mafioso fueron a juicio Milton Damario y Facundo “Macaco” Muñoz como ejecutores; y Luis Orlando “Pollo” Bassi, un ex barra de Newell’s Old Boys ligado a la narcocriminalidad, como instigador. Los tres fueron absueltos por el beneficio de la duda aunque continúan presos por otras imputaciones. El único condenado en el juicio fue Osvaldo “Popito” Zalazar, quien recibió una pena de 3 años y 3 meses por tenencia ilegal de cuatro armas de guerra. Como en el caso de Paz, el crimen de “Pájaro” Cantero quedó impune. Su asesinato desató una ola de crímenes como venganza.

29 DE DICIEMBRE DE 2013: ASESINAN A LUIS MEDINA

10 DE JUNIO DE 2014: MATAN AL COMISARIO GUILLERMO MORGANS
El 10 de junio de 2014 el comisario inspector Guillermo Morgans, quien era jefe de la Agrupación de Unidades Especiales (AUE) de la Unidad Regional II, fue asesinado a tiros en el quiosco y Pago Fácil que su hijo y un socio tenían en Rodríguez al 200, en el macrocentro de Rosario. La causa conmovió a todo el espectro policial y político santafesino, pero nunca tuvo avances y desde la Justicia siempre se dijo que “se trató de un hecho en circunstancias de un robo”, descartándose posibles “ajustes de cuentas, venganza o la condición de empleado policial”. Sin embargo el hecho despertó un sinnúmero de suspicacias a partir del alto perfil del comisario y su participación en la pesquisa del asesinato del empresario Luis Medina. Es que Morgans fue uno de los primeros en llegar el 29 de diciembre de 2012 a la escena de aquel doble homicidio y tuvo en sus manos una de las dos computadoras secuestradas y luego manipuladas por peritos del gobierno provincial. Este asesinato continúa impune.

22 DE OCTUBRE DE 2014: EJECUTAN AL PADRE DEL "POLLO" BASSI.

20 DE NOVIEMBRE DE 2014: EL CRIMEN DE NORMA BUSTOS

El 20 de noviembre de 2014 fue asesinada Norma Bustos mientras atendía su quiosco de la zona sureste de Rosario. Desde 2008 la mujer había denunciado la existencia de banda narcocriminales y cómo éstas querían captar a sus hijos. Así como la historia de Luis Bassi mostró que no existen chances cuando un hampón emite una condena callejera, el crimen de la mujer expuso cómo el Estado puede dejar solos a aquellos que enfrentan a los violentos en los barrios.


Norma era la madre de Lucas Espina, asesinado a balazos el 27 de enero de 2013. Entonces denunció públicamente y ante la Justicia a los hermanos Milton y José Damario como los homicidas de su hijo. “No me importa que me maten, ya lo perdí todo. Me mataron a mi hijo, se murió mi marido, ¿qué más me pueden sacar? Estoy vacía. Pero quiero que los que mataron a mi hijo se pudran en la cárcel”, dijo la mujer siete meses antes de ser asesinada. Nunca hubo imputados por el caso.

11 DE MARZO DE 2016: MATAN A LA MADRE DE LOS FUNES

Mariela Griselda Miranda era madre de dos de los cuatro hijos de Jorge “Gordo” Funes. El 11 de marzo de 2016 estaba en la puerta de su casa de Ayacucho y Uriburu cuando dos pibes en moto descargaron una lluvia de tiros que terminaron con su vida. Ese crimen desató una espiral de violencia que cubrió de mortajas hasta mediados de 2018 buena parte de la zona sur. Una batalla en la que se enfrentaron dos bandas antagónicas: la de los Funes, liderada por Lautaro o “Lamparita” con apoyo de René “El brujo” Ungaro, contra la dupla encarnada por Alexis Caminos (hijo de “Pimpi”) y el asesinado Rubén “Tubi” Segovia, que por esos momentos negociaban comandar la barra brava leprosa.


Esta fue la guerra callejera más significativa de la segunda parte de la década. Los líderes de las gavillas enfrentadas terminaron presos o muertos y sus familias padecieron la venganza. Dos hermanos de Lautaro Funes y la hermana de “Tubi” Segovia fueron asesinados. Y el propio “Tubi” fue ajusticiado dentro de la cárcel de Coronda. Dos de los acusados de su crimen tienen estrecha relación con la familia Caminos. A partir de esta guerra quedaron tras las rejas Carlos “Pelo Duro” Fernández, Daniela Ungaro (ex pareja de Luis Medina), Elvira “La gringa” Avalos y el recientemente evadido Sebastián “Teletubi” Acosta, entre otros.


25 DE MAYO DE 2016: CRÍMENES DE LOS BARRAS DE CENTRAL

Julio César Navarro fue asesinado el 25 de mayo de 2016. Era reconocido como “Cara de goma” o “Tito” y era el lugarteniente de Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central. Un muro de silencio marcó la investigación de su asesinato y hasta hoy hay media docena de hipótesis callejeras pero ningún imputado. Una semana después de ese crimen, en un camino rural de Ibarlucea, fue encontrado muerto por nueve balazos Mario Sebastián “El gringo” Visconti, quien integró la barra brava canalla hasta que a mediados de 2013 fue condenado a tres años de prisión efectiva por una causa federal. Entonces su nombre apareció como posible instigador de la muerte de “Cara de goma”. El crimen de Visconti tampoco tuvo imputados.


7 DE JUNIO DE 2016: LAS MUERTES EN EL COLOSO

En menos de tres semanas durante junio de 2016 dos barras recientemente ungidos como jefes de barra brava de Newell´s fueron ejecutados a balazos. La tarde del 7 de junio Matías “Cuatrero” Franchetti fue ejecutado cuando salía de la sede en el Estadio Marcelo Bielsa. Tres semanas más tarde, la noche del 27 de junio, su sucesor, Maximiliano Ezequiel “Cabezón” La Rocca, fue atacado a balazos desde un auto en movimiento en Pellegrini al 5300 poco después de salir del club del Parque Independencia. Así la sangría del paravalanchas abierta con el asesinato de Roberto “Pimpi” Caminos el 19 de marzo de 2010 tuvo un saldo en seis años de tres jefes de la barra asesinados y un cuarto condenado y en la cárcel. Un año atrás Leandro Agustín Altamirano y Brian Ezequiel Gruning fueron condenados a 19 y 18 años de prisión respectivamente como coautores del asesinato de “Cuatrerito” Franchetti.


7 DE NOVIEMBRE DE 2017: EL MISTERIO DEL NARCO BRASILEÑO

El martes 7 de noviembre de 2017 el cuerpo de un hombre apareció flotando en el río Paraná a la altura de una guardería náutica ubicada en avenida Costanera al 2300, cerca de la bajada Lisandro de la Torre, junto al camping municipal de Granadero Baigorria. Estaba maniatado, envuelto en una frazada y una bolsa de consorcio. Tenia la cabeza envuelta en una toalla. Lo habían asesinado a golpes. Su nombre era Wagner Amantino Maciel y respondía a los apodos de “Juninho” o “Junior”. Era brasilero e integrante del del Primer Comando Capital (PCC), el principal cartel de venta de drogas de Brasil y del Cono Sur. Nunca pudo determinarse qué hacía y con quién se contactó este integrante del PCC en una finca de Granadero Baigorria. El caso quedó en manos de la fiscal de la Unidad de Homicidios Marisol Fabbro.


10 DE NOVIEMBRE DE 2018: ASESINATO DEL PRESTAMISTA

La aparición del cuerpo del prestamista Lucio Maldonado el 10 de noviembre de 2018 a metros del cruce de la autopista a Buenos Aires y la avenida de Circunvalación marcó el principio de la caída de Esteban Lindor Alvarado, un hombre que había sido detenido por robar autos en el Gran Buenos Aires y traerlos a Rosario para su desguace. A partir de la investigación del crimen, en manos de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, Alvarado fue acusado de ser la cabeza de una asociación ilícita dedicada a cometer varios delitos que operó entre el 16 de junio de 2012 y el 18 de octubre de 2019 con cobertura policial y el financiamiento de al menos nueve empresas. Junto a Alvarado fueron detenidos policías, testaferros y buena parte de los sicarios que trabajaban bajo su mando. Una organización de nivel superior para el hampa rosarino. Una causa en proceso que semana a semana da más tela para cortar.


25 DE OCTUBRE DE 2019: LA EJECUCIÓN DE EMA PIMPI

La madrugada del 25 de octubre pasado Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval, fue ejecutado en el sofá de una casona que alquilaba en el corazón del barrio La Florida. Allí usufructuaba el beneficio de la prisión domiciliaria con tobillera electrónica esperando a ser juzgado por un triple crimen en grado de tentativa. Otros dos jóvenes que estaban en la vivienda murieron junto a él en un claro hecho con sello mafioso. “Ema Pimpi” manejaba el negocio del narcomenudeo en la zona noroeste rosarina y su nombre hacía temblar a muchos que se creían dueños del territorio al oeste de bulevar Rondeau.


Se hizo conocido por haber aceptado penalmente ser quien baleó la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti en octubre de 2013, aunque a la hora del juicio el político optó por retirarse como querellante. Otro crimen cuya investigación está en proceso. “Ema Pimpi” había dedicado su vida en domiciliaria a cantar y producir contenidos de regatón. Sin competirle en cartel ni nada que se le parezca, pero en un oscuro asesinato el pasado jueves 6 de junio pasado fue ejecutado en Cerrito al 2800 Diego Fabio “Mujikha” Mujica, quien estaba haciendo una carrera en el mundo del Hip Hop local cantando trap con videos con más de 100 mil reproducciones en la plataforma YouTube y canciones en Spotify.


16 DE FEBRERO DE 2020: EL TRIPLE CRIMEN DE EMPALME GRANEROS.

La noche del domingo 16 de febrero, en inmediaciones de Génova y Cabal, la moto Honda XR en la que circulaban Nahuel Christopher “Bubu” Albornoz, de 23 años; su compañera Florencia Naomi Corvalán, de 21, y la pequeña hija de ambos Chelsi, de dos años, fue emboscada desde un Ford Focus negro con tres ocupantes. Desde el auto dispararon con una metra, como se puede reconocer en la calle a una pistola ametralladora PAM 2 de fabricación nacional. Los tres murieron. Eran familiares directos de Miguel Angel “Caracú” Albornoz, un hombre sindicado como transero en Empalme Graneros y Ludueña, una acusación de la que se desligó. El triple crimen de Empalme pareció anticipar una escalada de violencia, balaceras y asesinatos en la que hoy está inmersa la zona oeste, norte y noroeste de Rosario y el Cordón Industrial.


Esta nota forma parte del INFORME ESPECIAL: EL MAPA DE LA VIOLENCIA


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