Los Monos, la historia de una banda que puso de rodillas a Rosario
- Charles Gutierré
- 24 oct 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 13 may 2022

Durante más de una década aterrorizaron a la ciudad santafesina. Asesinatos brutales y una recaudación diaria superior a los $ 100.000 los ubicó como la organización más peligrosa núcleo urbano más temido del país.
Rosario, la “Chicago Argentina“. El puerto de la ciudad santafesina se cimientó, a fines del siglo XIX, como el principal canal de venta de cereales, pero las facilidades que otorgaba para el libre comercio lo transformó en un objeto de seducción para los contrabandistas que, en paralelo, lo aprovecharon y convirtieron la ciudad en una copia del paraíso gangster que dominaban Johnny Torrio y Al Capone, en el Estado de Illinois, Estados Unidos, durante los años 20.
Los movimientos de los italianos Juan Galiffi, conocido como “el Chicho Grande“, y su rival Francisco Morrone, “Chicho Chico“, fueron el puntapié inicial de un núcleo urbano donde la criminalidad avanzó exponencialmente hasta los tiempos que corren con tramas cada vez más feroces y sangrientos.
Nuevos aires de cambio aparecieron con la llegada del siglo XXI. Ya no se trafica tabaco y alcohol. La droga tomó la ciudad y dos grupos se dividían la ciudad de Rosario.
También hubo bajas: Claudio “Pajaro” Cantero, ex líder de la banda fue asesinado de seis balazos
Fernando Corso, líder de la banda Los Garompa, apareció mutilado en un descampado. Su muerte dejó debilitado al clan y Los Monos quedaron como los únicos jugadores dentro de un partido que ya había tenido entre 20 y 30 víctimas fatales en su desarrollo alzarse con el control total.
Juan Carlos Fernández, “El Mono Grande” le había dado, por su apodo, el nombre a la organización. El crecimiento económico de Los Monosmarcaba un ingreso diario de $100.000 por sus actividades vinculadas la narcotráfico, pero también por la “protección” que ofrecían a otras asociaciones que estaban vinculadas a este negocio en otros puntos de Rosario.
La debacle de la banda comenzó a perder fuerza diez años más tarde. En febrero de 2014, 35 integrantes de este grupo quedaron procesadospor tenencia de armas de guerra, entre otros.
Los allanamientos en las propiedades de los líderes de esta organización desnudaban su incalculable patrimonio, de sospechosa procedencia. Autos de alta gama, lanchas y una mansión con caballeriza, siete habitaciones con jacuzzi privado en tres de ellas y hasta una pileta decorada con la silueta del ratón Mickey son algunas de las excentricidades de una fortuna que no podía ser demostrada legalmente.
Las investigaciones descubrieron que el dinero de la banda repartió su dinero en una pequeña flota de taxis y hasta adquirió el pase del ex futbolista de San Lorenzo, Ángel Correa, para blanquearlo y ponerlo legalmente en circulación.
Finalmente la historia de Los Monos tuvo una condena histórica. Ramón “Monchi” Cantero, líder de la organización, recibió una pena de 37 años de cárcel. En tanto, Ariel Cantero (hijo) recibió una pena de 22 años y su padre, Máximo Ariel Cantero, fue al que mejor le fue: 6 años por estar identificado como miembro de la asociación ilícita.
Sin embargo, en una época donde las series están en auge, habrá que ver cómo se desarrolla este capítulo de la saga. Los Monos, sonrientes y desafiantes, esperaron la sentencia entre risas y prometieron que apelarían el falló. “La pena es exorbitante e incluso, ilegal“, sostuvo el abogado Carlos Edwards, defensor de la familia acusada.
Comments