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Foto del escritorCharles Gutierré

Ostende: Febrero en un hotel literario


El Viejo Hotel Ostende no sólo tiene una historia en la que aventura, literatura y arte se mezclan por igual. En febrero se transforma también en la sede de un montón de movidas culturales lindísimas. ¿Lo mejor? La mayoría son gratis y abiertas al público. ¿Vamos?


Alguna vez en Descubrir Turismo te contamos la historia de un hotel que comenzó con el sueño de replicar en la costa argentina el glamour de una célebre playa belga llamada Ostende. Ese sueño, en principio loquísimo, termino convirtiéndose en realidad y en una realidad por momentos bastante delirante. ¿Un ejemplo de esto? Muchos de los primeros huéspedes de este hotel centenario recuerdan que cuando el clima se ponía ventoso y la arena cubría toda la villa, a veces terminaban teniendo que entrar al hotel…¡por las ventanas del piso de arriba!


El tema es que desde hace algunos años el Viejo Hotel Ostende – construcción de madera, jardines encantados, escaleras de mármol que hablan de cuando las vacaciones eran un lujo largo y despreocupado a orillas del mar- viene desarrollando una serie de actividades que van mucho más allá de lo que habitualmente se hace en un hotel de playa. Sus responsables se han propuesto transformar a este sitio increíble en un polo de ideas, debates y creación. ¿Algunos ejemplos? El hotel fue sede en enero de la famosa Noche de las Ideas organizada por la embajada de Francia, entre otros, y también el escenario para la presentación de un libro de cocina.

Pero te contamos todo esto porque durante febrero van a estar desarrollándose otras propuestas también super interesantes. Mirá: para los que estén alojados en algunas de sus 57 habitaciones se armó una noche dedicada a pensar (y vivir) cómo era el cine antes del cine, pero también la exhibición de una película sobre y por poetisas, además de una muestra de arte que permanecerá abierta hasta fin de mes y es gratuita y apta para todo público.


¿Vamos por partes? Arrancamos entonces con la muestra de arte. Se llama Pequeña galería de verano y fue montada y curada junto a la galería Central Newbery. La idea: transformar algunos de los salones del hotel en eso que reza el nombre, una galería mini adonde se dan cita obras de Eduardo Scocco, Tomás Fracchia y Pablo de Monte.

“La referencia o tema es amplia: modos de contemplar el paisaje y la naturaleza, abordado desde retóricas, paletas y lenguajes distantes. Una selección –o gesto– caprichoso, que invitará a perderse por un rato con la mirada, en esos estados propiciados por el cansancio de la jornada o el sopor estivales”, proponen.


“Máquinas de mirar” es el nombre de otra de las actividades programadas para febrero y se trata de un taller que revisa algunos de los dispositivos anteriores al cinematógrafo. Pero no sólo para conocerlos sino para fabricarlos. ¿Qué tal? Por eso la modalidad es de taller y la idea es participar de él en familia. El jueves 6 y el viernes 7 de febrero, entonces, el Viejo Hotel será el lugar adonde volverán a la vida maquinarias de funcionamiento tan extraño como sus nombres: taumatropo, zootropo y folioscopio.

Según explican los organizadores, de lo que se trata es de revivir esa prehistoria del cine que al mismo tiempo es “es la etapa más lúdica de la historia del cine. Permite conocer sus orìgenes y su lógica de representación. Proponemos conocer los juguetes ópticos de nuestra muestra itinerante-interactiva y producir en familia. Vamos a construir tres dispositivos ópticos que fueron antecedentes directos del cine”.

¿Otra propuesta? Un clásico en este lugar: el cine playero o, como le dicen acá, el “cinemar”. Esto es, la proyección de películas al aire libre (a la Cinema Paradiso, digamos) pero esta vez con una vuelta encantadora porque en el film que se va a proyectar la poesía, la literatura y el cine se mezclan para emocionar. La película se llama Las poetas visitan a Juana Bignozzi, está co-dirigida por Laura Citarella y Mercedes Halfon y se proyectará el 8 de febrero a las 19.30 horas. Como esta actividad es al aire libre, en caso de lluvias la función (que es gratuita y abierta a todos) se suspende. La cita es en Juan de Garay y Rambla Sud, en el balneario del hotel.

¿De qué se trata la peli? “Es un film sobre la relación entre la poesía y el cine. Pero también una filme sobre la amistad. Sobre lo que pasa cuando un amigo muere y otros amigos tienen que ocuparse de desarmar sus cosas, ordenar lo que su vida dejó. Esa amiga que murió fue la poeta Juana Bignozzi, quien se tuvo que ocupar de sus cosas fue la también poeta Mercedes Halfon y las que la acompañaron en esta tarea fueron Laura Citarella y un potente grupo de mujeres de cine. De esa trama de poesía, cine y amistad está hecha esta película”, detallan los organizadores.


La cita es entonces ésa: en Ostende, en la playa, cuando cae la nochecita y las luces del cine playero se vuelven a encender. Por eso, continúan explicando desde el hotel, “Proyectarla en el Viejo Hotel Ostende es preciso: un hotel de lectores, de amantes de la literatura y también del cine.


Acostumbrados a ver películas en pantallas que se inflan con el viento costero o en un micro cine que parece salido de un filme de agentes secretos. Creemos que la combinación de sobriedad y clasicismo propia del Viejo Hotel, a Juana Bignozzi le habría encantado”. Lo que es a nosotras, nos encantó seguro. ¿Nos vemos ahí?

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