Esquel

Internada en un encantador valle y custodiada desde las alturas por imponentes montañas, la ciudad centenaria de Esquel experimenta dentro de sus límites la mágica combinación de tranquilidad, calidez pueblerina, belleza natural y majestuosidad patagónica. Puerta de entrada obligada sobre la Ruta Nacional Nº 40, se destaca como principal centro turístico de la provincia de Chubut.

Con paisajes que deslumbran las miradas por su maravillosa diversidad, Esquel exhibe orgullosa sus cristalinos cursos de agua, sus bosques frondosos y sus rústicos ambientes de montaña. Hacia los cuatro puntos cardinales, y en las cuatro estaciones del año, esta ciudad patagónica es un destino que el turismo por el sur de Argentina no puede omitir.

Parte integrante de la Comarca de los Alerces, junto a las ciudades de Trevelin, Corcovado, Tecka y Cholila, Esquel presenta entre sus principales excursiones la visita al Parque Nacional Los Alerces. Esta zona, plena de naturaleza, alberga una de las especies arbóreas más antigua del planeta, además de una paradisíaca cadena de lagos bordeada por senderos que suprimen el cansancio invitando al desarrollo de numerosas actividades.

El centro de deportes invernales La Hoya, es otro de los puntos que no pueden dejar de conocerse en el área de influencia de Esquel. Desde allí, las opciones de esquí alpino, de fondo, de travesía y snowboard, y extensas temporadas de nieve, atraen a turistas de las más diversas procedencias mundiales, disparando las sensaciones hacia el máximo disfrute posible.

Museos que incorporan la cultura a esta región paisajística y deportiva; recorridos por las ciudades cordilleranas a bordo de La Trochita; circuitos de lagos que cautivan las miradas con su apacibilidad y belleza; cuadros únicos como el del Valle Los Altares, cuyas formas desconciertan la realidad; paredes naturales que potencian la adrenalina posibilitando la práctica de escalada; la ciudad de Esquel es más que un lugar turístico, es casi una fantasía materializada.

Historia

Religiosos Jesuitas fueron los primeros en recorrer este pedazo del Nuevo Mundo llegando a través del Océano Pacífico e ingresando por la Cordillera de los Andes. Esto comenzó a ocurrir a partir de 1670, pero recién un siglo más tarde la presencia de colonizadores se haría fuerte en la región, bajo el mandato del Virrey Vértiz, quien ordenara la fundación de fuertes y colonias.

Por entonces, y desde mucho antes, este territorio era habitado por grupos aborígenes, entre los que sobresalían los Aonik Kenk, Gununa Kune y Araucano; mientras que en la zona más próxima a lo que hoy se conoce como Esquel, habitaban los Tehuelches, Chulilaken y Mapuches, de los cuales aún quedan descendientes puros.

En 1865 llegaría a instalarse a Chubut el primer contingente de inmigrantes. Se trataba de colonos galeses, cuyas familias se les unirían unos cuantos años más tarde, momento en el cual se asentarían en el Valle denominado 16 de Octubre, en plena zona cordillerana.

Allí y así nacería la ciudad de Esquel tomando como fecha de fundación el 25 de febrero de 1906 cuando la localidad ya contaba con telégrafo.