En el Camino (11/08/2017) - El pago de Areco
SAN ANTONIO DE ARECO.- Se fueron arrimando a tranco lento, con esa prudencia que los caracteriza. Algunos cruzaron por el puente viejo y otros pasaron por las calles que supo desandar don Segundo Sombra.
De a poco fueron llegando desde Tierra del Fuego o desde el Gran Chaco hasta el querido Pago de Areco. Con el sombrero en la mano saludaron los cuyanos. Con un "Güen día..." respetuoso se presentaron los sureños y con un "aquí estamos, cha´migo" respondieron los litoraleños.
Los representantes de todas la federaciones gauchas del país estaban aquí, a 110 kilómetros al norte de la Capital, en la estancia La Santa María, del comodoro (R) Juan José Güiraldes, hasta anteayer presidente de la Confederación Gaucha Argentina.
Llega don Adolfo Caballero
Y allí, en un galpón de un casco que en el siglo pasado supo ser un puesto de la histórica La Porteña y que hoy tiene un maravilloso parque con más de 450 especies de plantas distintas, los hombres que por todo el país sostienen con la porfía de un toro la maravilla de nuestras tradiciones se reunieron con el colorido y el buen gusto de sus trajes típicos para despedir a Güiraldes y elegir al nuevo titular que de ahora en más tendrá la Confederación: el sanjuanino Adolfo Caballero.
En una suerte de asamblea, Juan José "El Cadete" Güiraldes enumeró lo hecho durante su gestión como titular de la entidad y presentó su renuncia de manera irrevocable. La gente de La Pampa pidió que continuara al frente, el representante de Misiones insistió también. "Si usted se va, el movimiento se muere", le llegaron a decir. "¡No mientras haya gauchos!", respondió El Cadete, quien tres veces tuvo que negarse a los intentos de la reelección.
Por unanimidad, Caballero, un productor de los Valles Iglesianos, ex presidente de la Corte de Justicia de San Juan y actual ministro de ese cuerpo tomó la riendas de la Confederación. "¡Suerte, Negro!", le dijeron en la bienvenida, mientras todos despedían la gestión de Güiraldes, que se quedó con el orgullo de haber sido el presidente fundador.
"Es un honor suceder al Comodoro. Pasada la etapa fundacional, tenemos todo para hacer sin dar lugar a ninguna fricción y pensando en la cultura que no debemos dejar que les roben a nuestros hijos", enfatizó el elocuente Caballero.
Güiraldes comprometió su apoyo "con el aporte de mi experiencia y mi fluida relación con los medios de prensa". El Cadete, el hombre que como presidente de la confederación visitó 372 localidades del interior, apuró el convite y un asado con cuero pasó por los cuchillos y los dientes de todo el gauchaje.
Los Lucci, familia de músicos arequeños, entonaron el Himno Nacional y después agasajaron con su folklore a todas las provincias. El espíritu federal andaba por los aires de Areco, soplaba hacia San Juan y se desparramaba por toda la patria.
En el final, abrazos para El Cadete y un montón de augurios, esos que indican que nuestras tradiciones seguirán vivas mientras estén los gauchos. ¡Y están!
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