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Foto del escritorCharles Gutierré

CHIRIGUANO-CHANE

Los pueblos de lengua Arawak, familia lingüística que se extiende por toda la Amazonía, Orinoco, Antillas, norte de Colombia, etc., se asentaron hace alrededor de 2.500 años en territorios de las actuales Bolivia y Argentina, donde ocuparon el sector occidental del Gran Chaco y parte de las provincias de Salta y Jujuy.

Entre los siglos XIII y XVI llegaron hasta su región oleadas de GUARANÍES (llamados CHIRIGUANOS en lengua Quechua), quienes tras derrotarlos los convirtieron en sus "socios menores" llamándolos CHANE. Las familias de los señores Chiriguano y las de sus siervos Chané, desarrollaron así un tipo particular de vida asociativa conocida actualmente como CHIRIGUANO-CHANE.


Los vencedores chiriguanos se reservaron la cacería y las acciones guerreras dejando a los Chané como productores agrícolas y artesanos. El Guaraní pasó a ser la lengua común, y si bien la mezcla se fue acrecentando con el correr de los siglos, en ningún momento ninguno de los dos grupos ha dejado de tener conciencia de su distinta pertenencia étnica.


Los CHANE practicaban la horticultura con rotación de cultivos y empleo de abonos, cultivaban maíz, mandioca, maní, batata, algodón y frijoles. Críaban llamas. Para cazar utilizaban arco y flecha, trampas y rodeo, para la pesca redes y flechas.


Conocían técnicas de orfebrería, alfarería, talla en madera y poseían una industria textil incipiente. Las tierras se distribuían en propiedades privadas familiares (los huertos de cultivo y sus productos) y propiedades colectivas para el trabajo y aprovechamiento comunitario (MINGA o MOTIRO).

Respetaban el poder político de un Jefe y del Consejo de Ancianos.


Los CHIRIGUANO aportaron su patrimonio cultural selvático, que incluía la tradición agrícola de horticultores itinerantes (por tala y quema), con cultivos de mandioca, maíz, cucurbitaceas, tabaco, algodón, hortalizas, etc. Eran hábiles guerreros y cazadores de arco y flecha, conocían abundantes técnicas de pesca con anzuelo y carnada, lanza, redes, trampas y cercados, etc.


Construían sus grandes casas comunales (MALOCA) con troncos y paja, lo mismo que los graneros. Tenían una organización política igualitaria en "el asiento de sus fogones", donde la junta de los hombres era de rigor para la toma de decisiones junto con el "convite" de la bebida ceremonial, y solo aceptaban rango por prestigio, valor o conocimientos y servicios.


CERÁMICA CHANE

La cerámica es una taréa exclusivamente femenina. En su elaboración las técnicas más empleadas son: la de los rollos de pasta superpuestos, para la confección de recipientes y la de "pastillaje" (agregado de pequeñas piezas de pasta aplanadas o pequeños rollitos), en la confección de figurillas. Las piezas secas son pulidas por frotamiento con un canto rodado, recubiertas con una base de arcilla blanca y pintadas con pigmentos que se obtienen de piedras de la región, que al ser frotadas sueltan su color. Los colores utilizados son el rojo, el negro y el marrón, en diferentes tonalidades. El cocimiento se realiza en un fogón rectangular al aire libre.


CESTERIA CHIRIGUANO

El trabajo con fibras vegetales es labor masculina, aunque algunas mujeres también lo realizan. Se utiliza generalmente la palma CARANDAY o palma negra, pero deben efectuar grandes traslados para obtenerlas. En la fabricación de canastos y cestos se emplea una caña hueca llamada TANKUARANSI. La producción de estas artesanías (sombreros, cestos, cedazos, esteras, sillas etc.) encuentra un mercado local limitado que se extiende sólo a la venta o trueque en las ciudades vecinas.


MÁSCARAS (ceremonia ARETE)

Cuando en el monte florece el Taperigua (Cassia carnavalis) entre los meses de enero y febrero, los CHIRIGUANO-CHANE inician la celebración del Arete (la "verdadera fiesta" o "el verdadero tiempo"), que proseguirá hasta que sus flores comiencen a marchitarse (alrededor de 40 días después). Una de las características del Arete es el uso de máscaras rituales, las llamadas AÑA-AÑA, que representan cabezas de animales o rostros humanos y que son usadas por los participantes varones.

En la última jornada del Arete aparecen Yagua (el jaguar) y el toro, que terminarán enfrentados, en medio de un ruedo de enmascarados, en una pelea (mezcla de danza y pantomima) que finaliza cuando el jaguar carga al toro en sus espaldas y preside al grupo alejandose hacia un río en el cual destruirán sus máscaras. Dada la importancia que el jaguar tiene en el mundo mítico de los pueblos amerindios, no sería de extrañar que este final exprese la revancha simbólica del mundo indígena frente al proceso colonizador de los blancos .



En 1986, en la Argentina los Chiriguano eran 22.500 y los Chané 2.500, en Bolivia 10.000 y 8.000 respectivamente. El 90% de los Chiriguano-Chane de Argentina trabaja en los ingenios, las fincas, los aserraderos, las quintas y viven a préstamo o por alquiler en terrenos privados. Unos pocos trabajan para YPF, distintas empresas viales, hidroeléctricas, etc., o como peones de los municipios. Algunos habitan en tierras fiscales aún no definitivamente asignadas a quienes fueran sus más remotos dueños. Mantienen el uso de su propia lengua, el guaraní sin embargo en las escuelas a las que concurren solo se les enseña en español y es por ello y su mala situación nutricional que no suelen avanzar mucho en sus estudios.


Algunos viven dispersos en los cinturones de las ciudades, otros en comunidades. En Salta cuentan con la Ley Provincial del Aborigen sancionada en el año 1987.


Tradicionalmente son agricultores de maíz, zapallo y porotos, pocos pueden vivir actualmente de la tierra, porque no la tienen. Subsisten de sus trabajos en los ingenios azucareros, obrajes, aserraderos, YPF, municipios. Son cosecheros golondrinas: desde la Zafra del norte van a la vendimia cuyana, llegándose a Río Negro y Neuquén para la cosecha de la manzana.


Mantienen su identidad y parte del patrimonio cultural. Aún algunos efectúan convites con Kanwi (chicha) o el ritual del arete, cultan a su I`payé (curandero) y siguen siendo alegres y hospitalarios. Hablan su lengua y realizan artesanías tradicionales, máscaras y cerámicas (chané) y cestería (chiriguana).

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