“Cuando la SOBERBIA supera a la inteligencia, a la corta o a la larga, conduce al fracaso”.-
Según el Dr. Norberto Abdala, en psicología, SOBERBIA se la describe como narcisismo en base del mito de Narciso, adolescente extremadamente bello que un día, al acercarse a un arroyo para calmar su sed, quedó tan fascinado por la belleza de su reflejo que no bebió por miedo a dañar la imagen y fue incapaz de dejar de mirarse.
Finalmente, murió contemplando su reflejo y la flor que lleva su nombre creció en el lugar de su muerte. Así se describen los dos componentes básicos del narcisista: la fascinación por si mismo y un deseo de admiración que termina siendo autodestructivo.
Seguramente mis compañeros dirigentes del sindicato del seguro no se asombrarán cuando les diga que este escrito tiene referencia al ser MAS SOBERBIO que hemos conocido en los últimos tiempos, sobre todo en la Seccional Santa Fe Sur: Jorge Alberto Sola, quién logró la aprobación y admiración de los no menos reconocidos narcisistas como Alfredo Picolella, Jorge Oliva, Ricardo Vasquez, Salvador Bianco, Alelí Prevignano, Gabriela Perez y también de algunos “pascualitos” de Rosario, que hasta no hace mucho cuando lo veían llegar decían: Allí llega "el chico Humilde”, hoy con un sarcasmo sin igual, cuando lo ven venir expresan: Allí llega "Jorgito”.
Nuestro sujeto Jorge A. Sola ejerce el dominio de su tiranía narcisista sabiendo que el manda más del gremio está viejo, enfermo y acorralado por la Justicia, sabe que es una oportunidad única para lograr su interés y meta. No le importa el rechazo que despierta su conducta, sabe o se cree el más inteligente, sabe que existe una mayoría mediocre a su lado que se mantiene en silencio, lo sigue, aunque latente.
Sabe que es el líder de un ejercito (narcisista) en construcción de cara al futuro, un futuro donde para él los negritos y los mas viejos no tienen cabida. No se identifica con los sentimientos y las necesidades de otras personas, en definitiva: No quiere beber más agua del arroyo por temor a que negros y viejos dañen su imagen. Así es; Jorge Gramajo, Audagñotti, Cacho Perez, Miguel Mendéz, Ives Tejeda, Orlando Santa Cruz, Carlitos Alvarez, Daniel Perez, Guillermo Vazquez, Pablo Pástine, estos compañeros indefectiblemente dañarían su imagen.
La realidad de nuestro gremio hoy: Tiene serias dificultades para conformar a toda una masa de afiliados, los magros salarios denigran y humillan la dignidad de miles de familias. En el año que acaba de terminar J. A. Sola consiguió en Paritarias la mitad de los aumentos salariales que conquistaron los demás Sindicatos del País y esto se sufre en el poder adquisitivo ante la negativa inflación. Tiró bombos y platillos cuando logró un "adicional por permanencia" y eso no es un beneficio merecido que premie la antigüedad laboral, la falta de esta remuneración conlleva a que el trabajador al retirarse no sea meritorio de un digno haber jubilatorio.
A pesar de ello, el señor Jorge Alberto Sola se concede más méritos del que tiene. Su amor propio lo hace estimarse muy por encima de lo que vale, con una concepción casi absurda de su propia perfección por lo cual no acepta sus errores y responsabiliza de ellos a los demás. Todos aquí sabemos que es el responsable directo del daño por la estafa que ejerció en la ciudad de Rosario, como está también bajo su responsabilidad de estos últimos años los salarios más miserables de la historia del gremio del seguro.
Por otro lado es muy probable que nuestro Sindicato sea intervenido por parte del Gobierno Nacional, que facilitaría investigar un desvío de fondos de 1.200 Millones de Pesos sobre un contrato que une a la Obra Social con el estudio jurídico Miodownik Vera, más otros desaguisados menores, pero no menos escandalosos, como la estafa a los afiliados en el asesoramiento jurídico de los trabajadores cesantes, a los que se les cobraba un servicio que es gratuito, tal como se verifica en la propia página web del gremio, una canallada perpetrada a trabajadores despedidos que veían incrementados así sus problemas al tener que afrontar los honorarios legales. Jorge Sola no está ajeno a todas estas causas delictivas.
Según San Agustín, la soberbia era el peor mal entre los pecados. Para evitarla, es clave el desarrollo de la autoestima en la infancia. Por la edad, el antídoto para el narcisismo de Jorge Sola es dejarle el “espejito” para su propia fascinación y así como aquel bello Narciso, dejar que se AUTODESTRUYA SOLO.
Mientras tanto todos aquellos que queremos la transformación de nuestro Sindicato debemos llegar a todos los rincones del país con la información precisa de lo que se han robado en la Osseg; Para ello debemos acudir a todos los medios de comunicación con toda la documentación judicial, lo que beneficiará que todo el mundo del Seguro sepa la verdad y que aquellos dirigentes en funciones dejen de ser cómplices de estos delincuentes.
Los "viejos" que mencione antes saben más por experiencias que por viejos, me quedo con esas sapiencias, con la honradez y con la humildad de todos ellos, sin olvidarme de un Atilio Cultura, de un José Genaro Báez, José Luis Vieites, de un Luciano Dromi, Carlos Alfonso, de un José María Velazquez, Juan Ramón Desimone, Raúl Lucarini, Abelardo Azziani, Salvador Aloi, Patricia Bird, Gloria Quinteros, Cacho Espona, Américo Botto, Danilo Fernandez y otra/os compañera/os que debieran estar en la nueva "RESTAURACIÓN DEL SEGURO" y en la "AGRUPACION CELESTE Y BLANCA".
PD: Agregaría mi amigo Vieites: La soberbia fue catalogada por Santo Tomás como el pecado capital por excelencia ya que lo consideró como el origen del demonio, ángel caído al querer imitarle y alcanzar la grandeza de Dios.
