San Bernardo
Ciudad del Sol y la Familia, San Bernardo, situada en el Partido de la Costa, hacia el sureste de la provincia de Buenos Aires, es también la villa balnearia más elegida por la juventud. Encantadoras playas, espacios verdes, actividades deportivas y recreativas, y una gran movida nocturna, esta zona costera convoca año a año a turistas deseosos de disfrutar al máximo del verano y su energía.
San Bernardo es un interesante espécimen de la armonía y belleza procurada por una acertada combinación entre ambientes naturales y construcciones del hombre. La Plaza Don Bosco, convertida en uno de los paseos más fascinantes de la ciudad; y la Plaza de la Familia, capaz de incorporar a su frondosa arboleda espectáculos circenses y exposiciones artesanales; constituyen una clara muestra de esta maravilla paisajística de la costa bonaerense.
Poseedora de amplias playas, balnearios de gran comodidad para los visitantes, y espacios ideales para la práctica de diversos deportes náuticos y playeros, San Bernardo es una de las ciudades más concurridas del Partido de la Costa. Situación que se ve afianzada por su cercanía a la apacible Costa Azul, y a la agraciada Lucila del Mar, las cuales anexan sus aguas cristalinas y extensiones de finas arenas a la propuesta sanbernardina.
Pero, y más allá de su destacable hermosura, San Bernardo no sólo es tranquilidad en contacto con la naturaleza. Grandes edificios y distinguidos chalets hacen a la imagen fotogénica de esta villa veraniega pujante y modernista. Comercios dirigidos a las distintas preferencias de los turistas en la Peatonal Juan Carlos Chiozza; y espectaculares pubs y discotecas sobre la Avenida San Bernardo, perfeccionan la cartelera urbana de San Bernardo convirtiéndola en un imán nocturno para la juventud y demás visitantes ávidos de diversión.
Pueden visitarse también el Observatorio de la Costa, y el Museo de la Fundación, con objetos relacionados al desarrollo de la ciudad. Relajante, emocionante y entretenida, San Bernardo constituye un destino turístico de excelencia para todas las edades y los más diversos gustos.
Historia
Entusiasmado por la ya existente población balnearia de Mar de Ajó, un grupo de emprendedores, encabezado por Don Juan Carlos Chiozza, compró hacia fines de 1942 una fracción de campo de 191 hectáreas correspondiente a la Estancia San Bernardo, propiedad de la familia Duhau, con la intención de construir allí una tranquila villa veraniega que atrajera familias con niños hasta sus costas.
Conformada por aquellos nueve amigos visionarios, la “Compañía Inmobiliaria del Este Argentino S.R.L” exigiría rápidamente el replanteo de la nueva localidad al gobierno Provincial, el cual aprobaría el proyecto en abril de 1943 mediante un decreto.
A la hora de elegir la denominación del paraje, se barajó una gran lista, para finalmente recaer en el antiguo nombre del establecimiento ganadero que le diera origen. Las tareas necesarias para lograr concretar la villa prominente que deseaban fueron múltiples e intensas, aunque tal vez la más ímproba fue la de forestación para poder fijar los médanos que hoy caracterizan a la región.
El primer lote fue vendido a un turista mendocino en marzo de 1944 cuando los trabajos en la zona todavía eran incipientes. En enero de 1946, Don Francisco Monaldi adquiriría tres lotes, comenzando de inmediato sobre uno de ellos la edificación del chalet que denominaría “Ranchito Pompeyano”. Aquella sería la primera construcción del naciente San Bernardo, que a partir de entonces crecería considerablemente convirtiéndose en la pujante villa balnearia que hoy conocemos.
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