Provincia de Neuquén
Geografía
Neuquén presenta dos paisajes bien marcados: el de la Cordillera de Los Andes –situado en la zona occidental - y el de la meseta –en la zona oriental.
La región cordillerana se destaca por sus altas cumbres y por poseer muchos de los destinos turísticos más importantes de Argentina. Desde el paso de Pino Hachado, al norte, el punto más alto es el Volcán Copahue, con 2.980 metros; y al sur, en los Andes Patagónicos, es el volcán Lanín, con 3.776 metros. Al este de la Cordillera Neuquina de Transición y casi paralela a ella en la parte norte del territorio, se encuentra la denominada Cordillera del Viento, con alturas superiores a los 4.500 metros, siendo el Volcán Domuyo, con 4.709 metros de altura, el más alto de la Provincia.
Entre una y otra cadena de montañas nace el río Neuquén, que da nombre a la Provincia y que en lengua mapuche significa vehemente, impetuoso, audaz. A su vez, en la parte oriental, se encuentra la zona extracordillerana, donde se produce un descenso de altitud relativa y sus puntos más bajos se encuentran en el vértice oriental de la Confluencia –unión entre los ríos Neuquén y Limay - y en el bajo de Añelo. Finalmente, el paisaje cambia en la zona de mesetas, escalonada en terrazas descendentes hacia el mar, y enmarca también pequeñas llanuras o pampas desérticas.
Ríos y lagos
Son sus recursos naturales más conocidos y el eje principal de sus atractivos turísticos, como el turismo aventura y la pesca deportiva, donde se destaca su riqueza ictícola, con especies autóctonas, como la perca y la trucha. Además, los ríos alimentan las represas que generan la mayor parte de la energía eléctrica que consume el país y son utilizados para el riesgo de las zonas agrícolas, fundamentalmente dedicadas a la fruticultura.
Entre los más importantes se encuentran el Río Colorado –límite con Mendoza -, el Limay y el Neuquén. Estos últimos funcionan como límites naturales con la Provincia de Río Negro y cuando se unen conformar la denominada Confluencia y el nacimiento del Río Negro.
El caudal del rio Neuquén es contenido por la represa de Cerros Colorados y el del Limay, que es el río con mayor caudal de la Provincia, alimenta varias represas productoras de energía eléctrica como Alicurá, Piedra del Águila, Pichi Picún Leufú y El Chocón -, que da origen al embalse Ezequiel Ramos Mexía.
Los cursos de agua neuquinos son de origen glacial y de norte a sur, en el vértice septentrional de la Provincia, se encuentran las lagunas Negra, Fea y Varvarco y al sur las de Caviahue y Cari Lauquen.
A su vez, al sur de la ciudad de Zapala, está la Laguna Blanca, famosa por los cisnes de cuello negro que la habitan. Ya en la cuenca del Limay – Collón Curá, lagos y lagunas se multiplican a más de 700 metros sobre el nivel del mar, creando valles paradisíacos. De norte a sur, podrán visitarse los lagos Moquehue y Aluminé, Ñorquinco, Polcahue, Ruca Choroi y Hui Hui y el Quillén. Al sur: el Tromen, el Huechulafquen, el Paimún, el Epulafquen y dos lagos muy frecuentados por el turismo y los pescadores, que son Lolog y Lácar, este último integra una cuenca que deriva y desagua en el Pacífico.
Finalmente, en la famosa y bella Ruta de los Siete Lagos se encuentran los lagos Escondido, Machónico, Hermoso, Villarino, Falkner, Filo Hua Hun, Traful, Espejo, Correntoso y el magnífico Nahuel Huapi, que une las provincias de Río Negro y Neuquén.
Flora y fauna
Agrupadas de acuerdo al tipo de clima, existe una importante variedad de relieves y paisajes, que a su vez, constituyen el hábitat de una fauna variopinta, integrada por especies autóctonas y exóticas.
En la zona occidental norte, en la Cordillera de Los Andes, las altas cumbres tienen nieve permanente y las lluvias son escasas, por lo cual hay poca vegetación. Se pueden apreciar arbustos achaparrados y aferrados al suelo para defenderse de los vientos que traen humedad desde el Océano Pacifico, y generalmente, no alcanzan a transformarla en lluvia, por lo que la sequía en ella es característica, con variados rasgos de aridez.
La región occidental sur, en la cual la cordillera de los Andes Patagónicos separa de Chile a los departamentos de Aluminé, Huiliches, Lácar y Los Lagos, tiene también un clima frío con abundantes nevadas, pero en ella, los vientos que llegan desde el Pacífico producen frecuentes precipitaciones pluviales que alcanzan más de 4500 mm. anuales en algunos sectores. La vegetación más característica y abundante, sobretodo en la zona centro occidental, es la araucaria o pehuén, conífera típicamente neuquina y símbolo incorporado en sus insignias patrias, como el Escudo y Bandera.
Hacia el sur, hasta alcanzar el gran lago Nahuel Huapi, el bosque de características subantárticas, alberga especies bellísimas como lengas, ñires, alerces, arrayanes, con gran riqueza floral en primavera, intenso cromatismo en otoño y variados matices de verdes en verano.
A su vez, en la región de clima árido que corresponde a la meseta neuquina, de tipo estepario, con pocas lluvias, prolongados vientos, calurosos y secos; registra una vegetación rica en variedad de arbustos bajos y espinosos, como el neneo, el matasebo y el cactus. Sus pastos endurecidos por la rigurosidad del clima, otorgan un color uniforme y rústico a la estepa, pero durante la primavera su floración varía en matices que van del amarillo - naranja al ocre, convirtiéndose en un paisaje muy atractivo y especial.
En la cuarta zona climática, de tipo semiárida, que se sitúa en la parte centro norte de la Provincia y de manera similar a la zona noroccidental, también se caracteriza por escasa pluviosidad con vientos fuertes y frecuentes. En ella los inviernos registran bajas temperaturas y abundantes nevadas que alimentan su cuenca hídrica dotándola de una cierta humedad, lo cual beneficia a la flora que, aunque similar a la de la estepa, resulta algo más abundante e incluye duraznillos y mejores pastos.
Con respecto a la fauna en la zona cordillerana se destacan el huemul y el ciervo enano, oriundo de la Patagonia y el ciervo colorado traído desde la Selva Negra centroeuropea; en cantidades menores, también transita allí el puma o león americano, que los mapuches llaman pangui.
No obstante su clima riguroso, en la meseta esteparia habitan especies tales como el ñandú y el guanaco junto a otras de menor talla como la liebre europea y la patagónica o mara; vizcachas, peludos y sus parientes, las mulitas, que en la región son conocidas como piches y también el zorro colorado.
La zona más oriental de la Provincia, constituida por el departamento Confluencia, en los valles inferiores de los ríos Limay y Neuquén, posee también su propia fauna; integrada por animales de poco tamaño, tales como zorrinos, comadrejas, piches, algunas víboras, culebras y lagartijas.
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