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Foto del escritorCharles Gutierré

La Esquina de Crotto: El cierre de una histórica pulpería

Texto y fotos: Leandro Vesco

Fuimos hasta La Esquina de Crotto, la histórica pulpería que abrió sus puertas en 1856. Fue una de las más importantes postas para aquellos que viajaban hacia la costa bonaerense, la pulpería tuvo escuela y hospedaje. Por tres siglos la atendió una misma familia y desde el 2014 cerró sus puertas. Nos acercamos para conocer el estado en el que está: el viento, los animales y algunos oportunistas la están dejando vacía. Necesita urgente atención y mantenimiento: es un patrimonio intangible de la provincia de Buenos Aires.

La pulpería la Esquina de Crotto fue tan importante que dio nombre a un paraje y durante muchos años fue la última edificación y presencia humana en el llamado viejo Camino del Tuyú, en épocas en donde ir a la Costa tomaba varios días de transitar caminos inundados, atravesando bajos y aguadas y toda clase de obstáculos. Conocida parada para todos los veraneantes que tomaban la Ruta 11 cuando aún no estaba la Autovia. Desde 1856 es un faro de criollez en la interminable llanura que termina en un río con gusto a mar. Hoy está cerrada y con peligro de derrumbe. Fuimos hasta allí para ser testigos de la lenta desaparición de una legendaria pulpería.


La historia de esta pulpería es un ejemplo de cuán trascendentes fueron en el origen de nuestra historia. Asentada en tierras de la familia Crotto, ya hay testimonios de su presencia en 1855. Aquella enorme extensión de territorio bonaerense apenas estaba explorada, ayer como hoy se trató de tierras bajas que mueren en la curva final de la Bahía de Samborombón, donde el Rio de La Plata se confunde con el Mar Argentino. La pulpería entonces estaba en el mismo lugar que hoy está. La soledad ya es vieja allí.


Se llamaban esquinas a los boliches como esta pulpería, que además de despachar bebidas, tenían un ramos generales, y eran postas usadas no sólo para el descanso de las personas, sino de los caballos que venían recorriendo enormes distancias en caminos muy malos. La Esquina de Crotto por su estratégica posición de finisterre tenía además algunas habitaciones para aquellos que querían reponer fuerzas para el largo camino a la Costa. En tiempos en donde el país se estaba formando, la pulpería le dio techo a las tropas, diligencias, chasquis y carretas que estaban haciendo la historia en este rincón del litoral bonaerense.

La familia de José Camilo Crotto fueron los propietarios de estas tierras, debido a esto, la esquina y pulpería recibieron el nombre por el cual se las conocen. El propio Crotto frecuentaba el boliche, configurando un cuadro de situación inclusiva como sólo se dio en estos lugares, estanciero, comerciantes, peones y gauchos unidos bajo el techo tutelar de la pulpería. Crotto fue uno de los fundadores de Unión Cívica Radical, y gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1918, durante su gestión decretó que todos los peones rurales viajaran gratis en los trenes. La historia con justicia los llamó crotos a estos personajes que iban buscando trabajo de pueblo en pueblo.


Desde fines del siglo XIX la familia Daguerre atendió la pulpería que en su momento también brindó servicios educativos, al instalarse allí una escuela que alfabetizaba a los niños y jóvenes que luego iban a trabajar a la costa.  Con el paso de los años el establecimiento escolar y el hospedaje cerraron para dejar paso sólo a la pulpería que cuando se hizo la ruta 11 y antes de que las estaciones de servicio fueran centros de abastecimiento, la Esquina de Crotto brindó no sólo un servicio de contención para la gauchada de la zona que se acercaban a tomar una copa y a llenar con charlas y sonrisas las largas horas de soledad, sino para todos los viajantes y turistas que iban a los balnearios de la costa.


No hay un veraneante que no haya parado en la Esquina de Crotto, ni familia que no tenga un recuerdo allí. Pero el progreso no contempla las buenas historias ni las paredes que contienen vida y sentimientos: con la llegada de la Autovía (que une en forma directa la Ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata), la rotonda que empalma la ruta 63 con la legendaria Ruta 11, en donde descansa la vieja pulpería dejó de tener tránsito y en el año 2014 cerró sus puertas. Cuando fuimos a recorrer lo que alguna vez fue una de las más importantes postas de la provincia, vimos con tristeza cómo el monte está cubriendo las paredes y el vetusto esqueleto de ladrillo pegado con barro, madera y chapas está siendo comido por el paso del tiempo. La pulpería sólo estaba viva con sus dueños adentro y sus leales clientes que aparecían desde el monte o bajaban en algún Dodge 1500 o Renault 12, modelos que transitan por esta –ahora- solitaria ruta.

Consultamos a la Municipalidad de Tordillo y nos dijeron que hay proyectos de declararla Patrimonio Histórico Nacional y Provincial, también se oye una idea de reabrirla y hasta reciclar las viejas habitaciones para hacer una hosteria. Corre el año 2016 y la Esquina de Crotto con sus 180 años parece estar destinada al abandono. Duele ver cómo casi dos siglos de historias se van desfigurando, los yuyos, los animales y los oportunistas están dejando a la pulpería sin nada. Las estanterías se ven vacías y el viento se mete despertando los fantasmas que regresan seguramente cuando cae el sol y en ceremonial silencio se sienten en sillas que ya no están.


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