Juana Manso (1819-1875)
Nació en Buenos Aires en 1819, era la época de las carretas y los vendedores ambulantes. Sólo nueve años habían pasado desde los días de la Revolución de Mayo.
Su padre era un ingeniero español, que defendía las ideas de la revolución, su madre era criolla. Como su padre trabajaba para el gobierno haciendo puentes y canales, conocía a hombres importantes, como Rivadavia. Juana de muy chica escuchaba las discusiones muchas veces agitadas, sobre los destinos de la patria.
Ella aprendió muy pronto a leer y escribir, y disfrutaba mucho con ello, a veces recitaba en las reuniones. Su padre estaba muy orgulloso de su gracia e inteligencia. Concurrió a una de las primeras escuelas para niñas de Buenos Aires, pero se aburría mucho, no le gustaba como enseñaban, a veces la aplazaban por no saber de memoria el alfabeto. ¡Pero si ella ya leía libros! Siguió estudiando por su cuenta y a los 14 años tradujo del francés dos libros que su padre hizo imprimir. También estudiaba música y escribía poemas que a veces publicaba en los periódicos. De joven era muy independiente, y participaba en reuniones con escritores y conversaba con ellos de igual a igual.
Trayectoria como educadora
Afortunadamente conoció a Sarmiento, que la respaldó nombrándola directora de una escuela para niños y niñas. Se hicieron amigos, compartieron ideas, sueños y un carácter fuerte que no se detenía frente a las adversidades.
Desde entonces se dedicó totalmente a la educación. Enseñó; dirigió una escuela para ambos sexos; desarrolló nuevos planes de estudio en varias escuelas; supervisó y mejoró la labor de los maestros; promovió la creación de jardines de infantes; creó bibliotecas populares; ofreció charlas; tradujo obras de educación, y escribió el primer libro de lectura de historia argentina para escuelas: el Compendio de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. También dirigió los Anales de Educación Común, publicación creada por Sarmiento para el fomento de la educación.
Escritora
Escribió junto a su esposo obras teatrales como La Familia Morel, A Saloia, A Esmeralda, Rosas, obteniendo gran éxito en Brasil. En 1851 lanzó su primer semanario, el Jornal das Senhoras, con poemas, crónicas sociales, partituras, que se complementaron con artículos dedicados a la educación de la mujer y su emancipación. En 1862, escribió el Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río de La Plata, manual de historia con lenguaje sencillo para los primeros años de enseñanza.
Durante 1864 escribió en la sección a su cargo titulada “Mujeres Ilustres de la América del Sud” en La Flor del Aire. En él rescató la vida de mujeres de la política. En esos años escribió el drama teatral La Revolución de Mayo de 1810, y el relato Margarita, en donde refleja la hipocresía de las relaciones de pareja en el siglo XIX.
En 1865 escribió el artículo “La escuela de Flores”, en el que criticó duramente a los gobiernos de América Latina por no destinar los suficientes fondos a la educación.
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