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Hersilia


En 1888 comienza la colonización y el 1º de julio de 1.892 es su fecha de fundación oficial.-

En su crisol de razas de habitantes hay espíritu de progreso, unión y bienestar.-

Está ubicada en el noroeste de la Provincia de Santa Fe, en el Departamento San Cristóbal, a 30º latitud Sur y 61º 8º longitud oeste.


Dista 25 Km del límite interprovincial con Santiago del Estero y 70Km. del límite con la provincia de Córdoba.

Se halla comunicada con el resto de la provincia por medio de una ruta nacional, una provincial y el ferrocarril.

Ruta Nacional Nº 34: la misma es de vital importancia, vincula Rosario con la frontera boliviana.


Ruta Nº 38: Nos comunica con la localidad de Ambrosetti. No está pavimentada.

Ferrocarril G. Mitre: línea Rosario- Tucumán; en el Departamento San Cristóbal corre paralelo a la Ruta N º 34.


Fiesta patronal:  Se celebra el 5 de agosto en homenaje a Nuestra Señora de las Nieves.

Nombre del pueblo:  En homenaje a la esposa de uno de los fundadores, Hersilia Linch de Casares, el pueblo lleva con orgullo ese nombre de mujer.

Principal actividad:  Producción agrícola-ganadera.


LA FUNDACIÓN DE HERSILIA  

EI 1º de julio de 1892 el Dr. Juan M. Cafferata por entonces Gobernador de la Provincia de Santa Fe, firmaba el decreto aprobando el trazado de la colonia y centro urbano de Hersilia, concretándose así la fundación oficial de nuestra localidad.


Simultáneamente la provincia tomaba posesión de los lotes destinados a los edificios públicos: iglesia, escuela, juzgado de paz, comisaría, hospital, lazareto, cementerio y plaza.

La fundación de nuestro pueblo fue resultado de una política de colonización iniciada en nuestra provincia allá por 1856, cuando nacía la primera colonia que luego sería el modelo que sirvió de base para las nuevas poblaciones.


En la misma época, unos pocos años antes, se había logrado la organización institucional del país al sancionarse la tan ansiada Constitución Nacional (1853), proponiendo desafíos que parecían imposibles de concretar, ya que la mayor parte del extenso territorio santafesino todavía se mantenía en poder de los indígenas, quienes trataban de impedir que «el blanco» se radicara en sus tierras, tornando incierta la vida en estos parajes. Tal es así que en el año 1864 la frontera norte de la provincia llegaba sólo hasta el fortín Sunchales. En 1871 se avanzó hasta las márgenes del río Salado fundándose el Fortín Tostado y en 1884 se fijó el límite norte definitivo de la provincia.


Cuatro años antes el general Roca llegaba al Gobierno de la república para llevar a cabo en clara política nacional basada en la «paz y administración » que contemplaba afianzar la seguridad en todo el territorio para garantizar, entre otras cosas, la colonización, dando continuidad a lo que fue la incorporación efectiva de la extensa región patagónica, producto de la conocida campaña al desierto. De esta manera extensas zonas de tierra quedaron libres para la población y el trabajo.


La radicación de pobladores que se dedicaran a la explotación agrícola había comenzado en la provincia en 1856, como se mencionó antes, con la fundación de la Colonia Esperanza. Este proceso resultó lento y discontinuo en principio, pero a partir del año 1880 tomó un ritmo vertiginoso ya que las sucesivas administraciones provinciales superaban a la anterior en el número de nuevas colonias que se fundaban, logrando modificar en pocos años la fisonomía geográfica, política, social y económica de la provincia.


El estímulo inmediato para que estos campos cubiertos de malezas, espinillos y montes se transformaran en tierras productivas, fue el trazado ferroviario.


El ferrocarril, que venía de la mano de capitales foráneos, se fue extendiendo con el objetivo de garantizar, además de materias primas para las potencias europeas, nuevos mercados para colocar los excedentes de su producción industrial.


Este nuevo orden internacional le imponía a la Argentina el papel de país agro exportador dependiente del crédito y las manufacturas europeas. En la prosecución de todos estos hechos que van marcando la vida de la nación va a nacer, como numerosas colonias, la localidad de Hersilia.


En el año 1887 cuando el gobierno acordó la prolongación del tendido ferroviario desde Sunchales a Tucumán los inversores vieron la posibilidad del negocio de tierras en nuestra región y junto con ellos la provincia fomentó la colonización. En ese año los señores Vicente Casares y Tristán Malbrán, allegados al gobierno, adquirieron estas tierras incultas que iban a ser luego atravesadas por el ferrocarril.


En 1888, el tendido ferroviario había llegado al Km 125 (Ceres). Casares y Malbrán con un grupo de personas, también vinculadas al negocio inmobiliario, formaron la S.A. Colonizadora Argentina, ocupando ellos mismos los cargos de presidente y tesorero respectivamente. Al mismo tiempo ellos vendieron a la sociedad 1.015.482 ha . (las que habían adquirido un año antes) recibiendo la mitad del precio en acciones de la compañía. Para completar el círculo de sus actividades crearon el Banco Sudamericano del que también Casares era su presidente.


Los primeros planos de las colonias de Ceres, Hersilia y Selva fueron realizados en 1888, antes de que fueran escriturados a favor de la Colonizadora Argentina. El centro urbano de la colonia Hersilia se ubicó en el Km. 108 del tendido ferroviario y recibió este nombre en honor a la esposa del Señor Vicente Casares, Doña Hersilia Lynch.


Este primer trazado no llegó a proponerse al gobierno para su aprobación ya que en 1889 se decidió ampliar la superficie de la colonia Hersilia, agregándole una fracción vecina que los señores Casares y Malbrán adquirieron a Juan José Romero y a José María Rosa.


En 1891 la Compañía designó a don Javier Silva como apoderado de la Sociedad y facultó a don Adolfo Brühl para la venta de lotes. En 1892 se procedió a formalizar ante el gobierno de la provincia la aprobación del trazado de las colonias. Así lo detallaba el gobernador Cafferata, en su discurso: “Pueblos y colonias fundadas en 1892 y aprobadas por el gobierno: Hersilia: 47.700 ht...". A mediados de julio de 1892 los señores Silva y Brühl, viendo que la colonización estaba en su apogeo, decidieron comprar a la Colonizadora Argentina las tierras sobrantes de las colonias que habían fundado, que significaban alrededor de 111.478 ht. De esta época data el mayor impulso a la colonización, y la llegada de agricultores se va multiplicando año tras año.


EL INICIO INSTITUCIONAL  

En la medida en que la colonia se dibujaba y se poblaba iban surgiendo las autoridades que la realidad exigía.

En 1891, cuando los pobladores se reducían a un puñado de férreos y solitarios trabajadores, el gobierno de la provincia designaba a Don Carlos Maurer Juez de Paz para las colonias Selva, Ceres, Hersilia y Arrufó, con asiento en Ceres.


La llegada de nuevos contingentes de pobladores que se asentaban en nuestro distrito generaba la necesidad de otorgar al pueblo su propia autoridad.

Así, en 1894 el gobierno de la provincia nombraba el primer Juez de paz de Hersilia: el señor Manuel Kalm.


En esta época, quien ocupaba este cargo público, era la autoridad máxima del distrito, con poderes prácticamente ilimitados y con injerencia en los más diversos asuntos. Debido al incipiente desarrollo de las poblaciones, su rol fundamental consistía en garantizar el orden. Cumplían principalmente la función de policía y no la que en años posteriores tendrá el Juez de Paz con la creación de los Juzgados.


Le sucedieron en este cargo el señor Augusto Stukenberg, Honorio Moral, Rodolfo Duclos y Cipriano Collados.

En abril de 1896 el Sr. Augusto Stukenberg, juez de paz en ese momento, solicitó la creación de una Comisión de Fomento para Hersilia. En los considerando de la nota enviada al jefe político de San Cristóbal, sostenía la conveniencia de la creación de la Comisión de Fomento "que responda a los verdaderos intereses y adelanto de la colonia". Por decreto de agosto de ese año la provincia nombraba las primeras autoridades comunales. Esta primera Comisión estuvo constituida por los señores Augusto Stukenberg, Bartolo Armando y José Ansaldi.


En los últimos años del siglo, Hersilia seguía generando los medios para crecer en armonía y garantizar el progreso de sus habitantes. Al iniciarse el nuevo siglo, por decreto del 9 de abril de 1900, la provincia creaba "una Comisaría de Policía ad honorem en la colonia de Ercilia del mismo departamento (San Cristóbal) y nómbrese para desempeñarla a don Augusto Stukenberg.


Terminaba de esta manera la función del antiguo Juez de Paz, pero paradójicamente, si este funcionario había tenido a su cargo la función de policía, ahora el comisario realizará funciones que le corresponderán a los Juzgados de Paz, ya que en noviembre el gobierno decretaba: “Autorízase al comisario de Policía de la Colonia Hersilia , Señor Augusto Stuckenberg para que pueda expedir certificados de campana que le fueren solicitados por los vecinos de esa localidad". Esta atribución era otorgada por el gobierno a pedido de los propios vecinos ya que en esta época. Hersilia no contaba aún con la organización de un Juzgado de Paz con sede en su propio distrito.

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