Cañada Rica, Santa Fe, Argentina
Poco se dice de los Pueblos Originarios que habitaban ésta zona, poco se dice y poco se sabe. Las tierras de la región eran ocupadas por el pueblo Querandí, ubicándose su núcleo principal alrededor del Arroyo del Medio.
Narraciones de viajeros en travesía desde Buenos Aires hacia Córdoba hablan de páramos desolados, con una escasa presencia originaria, presencia cada vez menor a medida que el conquistador iba alejando a los grupos humanos cada vez mas lejos de sus asentamientos o caminos, claro total para el invasor la tierra no tenía dueño (según la ley impuesta), y cualquier presencia ajena detectada en sus "propiedades", debía ser desplazada hacia el afuera, y de pronto hubo tantos afuera que el originario se quedó sin adentro, provocando la reacción que terminó con las campañas militares que los asolaron por completo, habrase visto tanta insolencia....
El pueblo se formó a partir de campos pertenecientes a la sucesión Sánchez y López, con el tendido del ferrocarril y la construcción de la estaciones allá por el 1907, se fueron conformando en torno a ellas los primeros atisbos de asentamiento poblacional.
Hasta 1938, los dueños de los campos no vendieron sus terrenos para la edificación urbana, de manera que el incipiente pueblo se constituía con precarias construcciones en barro, madera o chapa de zinc, quedando constituido para aquella época el esquema primario de agrupamiento.
La Compañía General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires (la francesa), habilitó durante 1907 un tramo más de la línea que uniría la ciudad capital con el puerto de Rosario, cada varios kilómetros la empresa hacía construir estaciones, no sólo para el reabastecimiento de las locomotoras, sino también como lugares para solucionar cualquier desperfecto que éstos pudieran tener, y fue aquí en los campos de Sánchez que la Compañía decidió establecer una parada a la que denominó Cañada Rica, en alusión a la riqueza de los pastos naturales que dominaban la región.
Pasaba un convoy diario que unía Pergamino con Rosario, y otro tres veces por semana que unía a las dos ciudades puerto. Luego de la nacionalización el servicio lo pasó a prestar el Ferrocarril General Belgrano, hasta 1978 cuando se suprimieron definitivamente, primero los trenes de pasajeros y posteriormente los de carga, como lo demuestra el estado de las vías, que vías?. La calle lindera al cuadro de la estación presenta varias sorpresas, un viejo cine abandonado y un surtidor de la era del plomo son algunas de ellas.
Pero el interés principal que motivaba mi visita a Cañada Rica era comprobar la historia de la famosa capilla que le da la espalda al pueblo. Según relatos de Juan Simonovich, vecino e historiador local, el oratorio o capilla fue erigido por la familia Guevara allá por 1923, en tierras de su propiedad.
Una primera impresión nos puede hablar sobre un desarrollo catastral posterior que hizo que el pueblo se consolidara a espaldas del templo, pero para Don Juan la historia era otra. Cuenta que cuando los Guevara promovieron la construcción, al parecer ningún habitante de la zona quiso colaborar con la misma, entonces algo ofuscados decidieron que se ubicara con el frente hacia sus campos, dándole la espalda al incipiente caserío.
Sea cual fuese la realidad, en verdad asombra la construcción en medio del campo arado. En su interior se observan imágenes de San Antonio de Padua y cuentan que poseía utensilios de oro y plata que se utilizaban para las ceremonias, pero que fueron robados en 1978. Actualmente la capilla se ha transformado en un oratorio dedicado a la Virgen del Rosario de San Nicolás, promovido por Don Juan, junto con otros vecinos que cada año procesionan hasta la vecina ciudad bonaerense.
La inauguración y bendición del mismo se produjo el 25 de febrero de 1993, y en ella participó el conocido padre Aparicio, en representación de la curia rosarina La imágen actual es una réplica de la ubicada en el santuario nicoleño y el estado general del edificio empieza a demostrar que el furor inicial ha dejado lugar a cierto desinterés, ya que el interior desnuda deficiencias notables de mantenimiento.
El pueblo cuenta hoy con unos 750 habitantes, tiene colegio primario y secundario, una fábrica de columnas de cemento y desocupación cero, un orgullo exhibido por toda la comunidad. Termina con Cañada Rica el pequeño viaje que cierra hasta aquí el trabajo sobre los pueblos de Santa Fe, prometí 30 lugares, llevo recorridos 27, faltan tres y falta sobre todo que el calor se aplaque un poco para poder cerrar la historia, ya que el sol de la pampa a las 2 PM, es bravo.
La historia de viajes continuará nuevamente en el blog ferroviario, allí volcaré la travesía Pampa al Sud, muchas fotografías se repetirán, pero el tenor del relato será diferente ya que cuenta en detalles el pasado de los trazados férreos.
FUENTE: http://caminandolapampa.blogspot.com.ar/2013/12/canada-rica-santa-fe-argentina.html
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