Bigand
Corría el año 1853 y con la vigencia de la Constitución de dicho año, se inicia en nuestro país el proceso de inmigración pre-capitalista. Finalizadas las denominadas “Campañas del Desierto”, las clases dominantes incorporaron a su haber grandes extensiones territoriales que hasta entonces habían estado en manos de grupos indígenas. Al mismo tiempo se profundiza el sistema de colonización mediante el arrendamiento de dichas tierras y se produce el arribo al país de grandes corrientes inmigratorias.
Fue la época en que comienza el asentamiento de familias extranjeras, principalmente europeas, en distintos lugares de la federación. El nuevo gobierno de Justo José de Urquiza, sin dejar de proteger a los grandes terratenientes, produjo importantes reformas que estimularon la proliferación de pueblos y colonias agrícolas. De esta manera, la República Argentina ingresa a un sistema económico mundial, en calidad de proveedor de materias primas y productos alimentarios, asignándole el rol de país agro-exportador.
Así, y bajo la idea de instalar un molino harinero, Honoré Juan Bautista Bigand (de origen francés y padre del fundador del pueblo) adquiere en los años 1878. 1879 y 1880 respectivamente, tres fracciones de tierra de la denominada “Colonia Urquiza”: denominación dispuesta por el presidente de la Confederación Argentina, que perduró hasta que Honorio Bigand (como se lo conocía en la zona) compra la primer fracción de tierra a herederos del General Urquiza, designándola posteriormente como “Colonia San Pablo “.
Dicha colonia comprende un total de 12.164 hectáreas, dentro de la cual, en 1909, su hijo Víctor fundará el pueblo que lleva su nombre. Esas hectáreas conforman hoy tanto la zona urbana como la rural de la localidad.
Bigand constituye uno de los tantos centros de nacimiento netamente agrario que sirvió de asentamiento definitivo a la familia campesina: debido a su suelo privilegiado para la producción agropecuaria, al alto rendimiento de sus tierras y a su proximidad con los principales puertos de exportación.
Ya en la mente de nuestro fundador, vislumbraba la vinculación directa con el puerto cerealero de mayor envergadura: Rosario, proyectándose en el intensivo desarrollo del transporte ferroviario en la zona.
En este contexto histórico, don Víctor Aureliano Bigand, nacido el 13 de marzo de 1877, manejaba la idea progresista de fundar un pueblo, sobre las tierras heredadas de su progenitor. Más aún, tomando conocimiento de la construcción del corredor ferroviario que une Rosario con Puerto Belgrano, decide al fin la fundación del pueblo a la vera del ferrocarril. V
aliéndose del mismo, como móvil, Víctor Bigand extiende una solicitud fundacional al Departamento de Ingenieros de la Provincia de Santa Fe: “….la compañía del ferrocarril de Rosario a Puerto Belgrano atraviesa con su línea el campo de mi propiedad y ha construido dentro del mismo una estación que estará habilitada para carga y pasajeros en los Km. 73 y 75; esta circunstancia que viene a facilitar de modo directo la comunicación de un centro importante de producción agrícola con los puertos de Rosario y Bahía Blanca, me ha decidido a fundar un pueblo dentro de mi propiedad y en los Km. indicados…”.
En la época en que solicita la aprobación de la traza del pueblo, se hallaba en vigencia la Ley Provincial N° 1887. Dicha ley exigía la donación por parte del colonizador de tierras para distintos establecimientos públicos específicos: Comisión de Fomento, Escuela, Juzgado de Paz, Hospital, templo, plaza, cementerio y su correspondiente escrituración a favor del Fisco Provincial.
Así, con fecha de fundación oficial del 15 de Julio de 1909, nace la localidad de Bigand, cuyo visionario fundador, también considerado benefactor, ha dotado con las características más progresistas desde el punto de vista económico, urbanístico, institucional, social y cultural. Con motivo de la confección de los planos de urbanización, para proceder a su loteo, Don Víctor publica en el diario”La capital” de Rosario, el día 15 de octubre de 1910, el siguiente aviso:
Pueblo Bigand – Estación Bigand: ¡El de más provenir! ¡Único con aguas corrientes! Con escuela, autoridades, iglesia, médico, botica, baños públicos, etc. antes del año de su fundación. En el centro de una gran zona agrícola, en la región más fértil de la provincia de santa Fe, aprobado y exonerado de impuestos por el Superior Gobierno.
Como consecuencia de esta publicación, al año del loteo ya se habían construido más de cien casas. Las construcciones se realizaban con ladrillos puesto que don Víctor facilitaba dichos elementos a fin de que no se construyeran viviendas precarias.
Rápidamente Bigand se transformó en una pujante y próspera localidad del sur santafesino; tanto es así que sus primeros años de existencia, la joven población contaba con un importante nivel de organización en los diferentes aspectos que hacen a la vida de un pueblo.
Como corolario de esta breve reseña histórica, es preciso destacar a quien puede considerarse el alma del pueblo: Don Víctor Bigand. La biografía de Víctor Aureliano Bigand está directamente relacionada con el pueblo; en el que desplegó su actitud visionaria y transitó con empuje y vigor la mayor parte de su vida. Desde esta página el permanente reconocimiento a su persona: pues el era el terrateniente comprensivo, más que patrón, el amigo de sus colonos. Fue faro y guía de un pueblo que despuntaba sus primeras luces y lo fue modelando, cual artesano, de acuerdo a lo pautado en sus pensamientos; hacer que este pueblo del sur santafesino, brille con luz propia.
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