Hjalmar Horace Greeley Schacht, nació en Tinglev, Alemania el 22 de enero de 1877. Fue hijo de William Leonhard Ludwig Maximillian Schacht y la baronesa danesa Constanze Justine Sophie von Eggers. Sus padres quisieron bautizarlo con el nombre Horace Greeley, en honor del periodista estadounidense Horace Greeley pero su abuela materna insistió que debería llevar un nombre danés y por eso decidieron finalmente llamarlo Hjalmar Horace Greeley. Hjalmar fue un estudiante brillante, extremadamente inteligente y con memoria fotográfica, que destacó entre sus compañeros por su enorme capacidad de aprendizaje.
Estudió Medicina en Kiel, luego Filología en Munich y Ciencias Políticas en Berlín antes de ganar su doctorado en Economía en 1899. Decidido a hacer una carrera en la banca, fue admitido como miembro del directorio del Dresdner Bank. Hizo un viaje a Estados Unidos en 1905 durante el cual conoció al famoso banquero J. P. Morgan y a Franklin Roosevelt. Durante la Primera Guerra Mundial fue designado asesor del Gobierno de Ocupación en Bélgica. En 1916 fue nombrado Director del Banco Nacional de Alemania.
Por causa de los términos del Tratado de Versalles, hasta 1920, la economía alemana no se vio afectada de manera notoria, excepto por las consecuencias lógicas de la Primera Guerra Mundial, pero a partir de 1921, cuando Alemania enfrentaba los pagos por reparaciones de guerra, los signos inflacionarios fueron marcadamente preocupantes. Los precios de los alimentos subieron escandalosamente, sextuplicándose semanalmente.
Es decir el producto que un día costaba un marco, a la semana siguiente costaba seis y esa escalada parecía no tener fin. El índice de inflación aumento, de 39.2% para el período de 1920 a 1922, a la gigantesca cifra de 56.000.000.000% para el período de julio a noviembre de 1923. En 1923, Schacht fue nombrado Comisionado de Moneda del Reich y logró contener la inflación que parecía que se iba a tragar al país entero. Con medidas muy acertadas logro controlar los precios, el costo de vida y estabilizó la moneda, iniciando una recuperación sostenida de la economía alemana.
Reconociendo sus méritos en tan monumental empresa, el 17 de marzo de 1933, Schacht fue nombrado Presidente del Reichbank y en 1929 fue comisionado para dirigir las negociaciones del Plan Young. Schacht desarrolló ideas políticas de derecha radical y después de leer el libro de Hitler Mein Kampf (Mi Lucha), se convirtió en un fascista a ultranza y un convencido de la capacidad de Hitler como futuro líder de Alemania. En enero de 1931 en un encuentro coordinado por Göring a quien conoció en diciembre de 1930, se entrevistó por primera vez con Hitler. Durante la entrevista con Hitler, Schacht se comprometió a crear un fondo fiduciario para el partido Nacionalsocialista.
Gracias a sus muchas relaciones con conocidos y poderosos industriales, Schacht comprometió a Albert Voegler (Industria del Acero) Gustav Krupp y Alfried Krupp para obtener el concurso de otros industriales como Fritz Thyssen, Emile Kirdorf, Carl Bechstein y Hugo Bruckmann, con los que se crearía el fondo de dinero para el partido. Ese año escribió su primer libro titulado "El fin de las reparaciones" que trataba sobre los términos del Tratado de Versalles.
En noviembre de 1932, Schacht le dio forma a la carta firmada por los más connotados industriales alemanes urgiendo al Presidente Hindenburg a que nombrara a Adolf Hitler, Canciller de Alemania. Ante el estado insostenible de la situación política y el apoyo de los industriales y hombres de negocios, Hindenburg cedió. El 20 de febrero de 1933, Schacht organizó una reunión de la Asociación de Industriales Alemanes recolectando 3 millones de marcos para el Partido Nacionalsocialista que sería utilizado principalmente para apoyar la candidatura de Hitler en las elecciones que se avecinaban.
Una vez que Hitler asumió el poder, Schacht fue enviado a Estados Unidos con una recargada agenda que incluía cuarenta discursos, entrevistas radiales, presentaciones a la prensa y visitas a personalidades de la vida económica estadounidense. El contenido de su discurso giró sobre la eventual transformación democrática de la política nacionalsocialista que durante los últimos años dio demostraciones de un radicalismo a ultranza. Su entrevista con el Presidente Roosevelt fue cordial y dentro de los parámetros previstos para ese tipo de protocolares eventos, pero Roosevelt no quedó muy impresionado con Schacht a quien describió como "extremadamente arrogante."
En agosto de 1934, Hitler designó a Schacht como Ministro de Economía y al año siguiente fue designado Plenipotenciario General para la Economía de Guerra. Influenciado con las ideas keynesianas y el "Nuevo Orden" de Roosevelt, Schacht delineó el programa económico en base a un extenso programa de obras públicas. Como segunda medida, diseñó un sistema estricto de control de importaciones que no dejó de lado la revisión de los acuerdos comerciales con todos los países incluyendo La Unión Soviética. Schacht cometió algunas digresiones, que no fueron del total agrado de Hitler, como la crítica a la inversión en armamentos diciendo que los montos involucrados no eran cónsonos con la capacidad y tamaño de la economía alemana.
Por esa causa se enfrentó a Goering quien defendió los gastos de las fuerzas armadas y las inversiones en la industria de armas. En cuanto a la política oficial en relación a los judíos, Schacht pensaba que debían ser despojados de sus derechos civiles, pero en ningún momento dio muestras de ir más allá con políticas o programas que atentaran contra la vida. De hecho hubo casos en que Schacht ayudó de alguna manera a conocidos suyos que eran judíos.
Fue promotor de un programa coordinado con la Organización Sionista Mundial, para otorgarle 15 mil marcos de bonificación a cada judío que saliera de Alemania voluntariamente. En alguna oportunidad recordó públicamente que los judíos pelearon lealmente por Alemania durante la primera Guerra Mundial, declaraciones que no eran del total agrado de muchos de los altos dirigentes del partido. Schacht nunca se afilió al Partido Nacionalsocialista, pero el 30 de enero de 1937, fue honrado como miembro honorario del Partido y le otorgaron la Swástica de Oro.
El 16 de marzo de 1937, fue ratificado en la presidencia del Reichbank. Sin embargo, las relaciones entre Schacht y el gabinete se pusieron tensas. En noviembre de 1937, Schacht renunció al cargo de Ministro de Economía y Plenipotenciario General de la Economía de Guerra, pero se mantuvo como Presidente del Reichbank desde donde continuó su resistencia a los gastos militares excesivos. Hitler aceptó su renuncia pero lo mantuvo en el gabinete como Ministro sin Cartera.
El 19 de marzo de 1938, Hitler lo ratificó en el cargo de Presidente del Reichbank, por un término de cuatro años, ante la velada protesta de altos funcionarios del partido. Ese mismo año, en diciembre, Schacht viajó a Londres para mantener conversaciones tendientes a lograr una cooperación Anglo-Germana, las cuales se esperaba que continuarían en Berlín en marzo. Pero, el 20 de enero de 1939, Hitler lo destituyó del cargo en el Reichbank, manifestándole la gratitud en nombre de Alemania por los servicios prestados durante la reconstrucción de la economía, le solicitó que permaneciera en el gobierno con el cargo de Ministro sin Cartera. Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942, Schacht según le manifestó a Göring en una carta, desde 1938 vivía retirado en la zona campestre de Lindow/Mark, 60 kms al norte de Berlín, con restricciones y sin volver a participar en reuniones de Gabinete. Fue visitado por Hans Dohnanyi y Erwin von Witzleben quienes trataron que apoyara a quienes conspiraban para sacar a Hitler del poder.
Estando vigilado, esa visita lo comprometió seriamente. Schacht, fiel a sus principios, se opuso energicamente a participar en un acto de subversión. Sin embargo a raiz del intento de asesinato del 20 de julio de 1944, fue arrestado para ser investigado. Finalmente lo internaron en el Campo de Concentración de Dachau donde pasó el resto de la guerra. Cuando terminó la guerra, los Aliados lo acusaron por Crímenes contra la Humanidad y encausado en los Juicios de Nuremberg por Crímenes de Guerra.
Al igual que a los demás inculpados, el psicólogo militar G.M. Gilbert le practicó la prueba alemana Wechsler-Bellevue que es un test de inteligencia para medir la capacidad individual para actuar deliberadamente, pensar racionalmente y enfrentar efectivamente al medioambiente. Schacht logró obtener 143 puntos, el mejor puntaje obtenido entre todos los líderes políticos alemanes encausados en Nuremberg. Schacht fue liberado al no encontrársele culpable de ninguno de los cargos presentados en su contra. No obstante, poco después, el gobierno ordenó su detención acusado por otros delitos.
Fue sentenciado a ocho años de prisión pero finalmente fue indultado el 2 de setiembre de 1948. Luego de su liberación dedicó todo su esfuerzo a regresar a la banca. Fundó su propio banco en Dusseldorf, recupero su prestigio y fue asesor de varios gobiernos extranjeros incluyendo el de Gammal Abdel Nasser en Egipto. Escribió en 1949 el libro "Cuentas saldadas" sobre su exculpación en los Juicios de Nuremberg y en 1953 publicó sus memorias con el título "Confesiones del viejo brujo". Hjalmar Schacht murió en Munich el 3 de junio de 1970.
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