Caso García Belsunce

García Belsunce: Un asesinato disfrazado de accidente. odos pensaban que había sido un accidente, que María Marta había tropezado en el baño y había golpeado su cabeza de forma tal que el golpe le había arrebatado la vida.

Sin embargo, quienes la asesinaron sabían que un total de cinco proyectiles se encontraban dentro de su cabeza, factor determinante que fue descubierto por la justicia al llevar a cabo la autopsia del cadáver, realizada dos meses después del deceso y una vez que la mujer había sido velada y enterrada.

Hoy, a casi nueve años del episodio que terminaría con la vida de la socióloga María Marta García Belsunce, la Justicia ha encontrado como culpables a la familia de la mujer, principalmente a su marido Carlos Carrascosa, quien se encuentra detenido y utiliza su tiempo libre para publicar sus reflexiones y comentarios en relación al caso en su blog, el sitio web que escribe desde la cárcel:http://carloscarrascosa.wordpress.com

Lo cierto es que el caso de la socióloga asesinada en el Carmel Country Club sigue sembrando los misterios en torno a su resolución, debido fundamentalmente a la eliminación de la evidencia en el lugar del hecho.

Por ese motivo, la opinión pública se divide en dos grandes grupos, ya que por un lado se encuentran aquellos que creen que la socióloga fue asesinada por parte de su familia, debido a discusiones relacionadas a dinero, mientras que otro sector sospecha de personajes poderosos que decidieron quitar del medio a María Marta, debido a que se ocupaba de colaborar con causas de niños perdidos en el país, en los que se involucraban casos de tráfico de órganos y prostitución infantil.

Lo cierto es que en la tarde del 27 de octubre de 2002, María Marta fue asesinada en su casa del barrio cerrado Carmel, ubicado en Pilar, Provincia de Buenos Aires, luego de que recibiera cinco disparos en la cabeza, los cuales fueron descubiertos dos meses después de ocurrido el asesinato. Se supo que hubo un sexto disparo que sólo llegó a rozarla, y que había sido arrojado al inodoro por Juan Hurtig, el medio hermano de María Marta.

El 22 de abril de 2004 Carlos Carrascosa fue detenido por la justicia, acusado de ser el autor material del asesinato de su esposa, pero en realidad sin ofrecer una explicación plausible del móvil del crimen, ya que si bien se había manejado la hipótesis de la conexión entre Carrascosa y el Cartel de Juárez para el lavado de dinero, lo cierto es que este factor fue descartado de la investigación. No obstante, tres años después fue puesto en libertad, después de que el imputado fuera absuelto por unanimidad.

Pero Carrascosa volvería a prisión, esta vez para cumplir una reclusión perpetua, cuando en 2009 se lo acusó de cometer el homicidio de su mujer, curiosamente sin juicio mediante, por lo que el acusado decidió demandar al Estado Argentino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la violación de varios de sus derechos y garantías legales.

Tal es la imperiosa necesidad que tenemos los seres humanos de hallar la verdad, que incluso en el año 2008 el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció una recompensa de hasta 150 mil pesos para quien aportase datos ciertos sobre el asesinato, gratificación que aún hoy se mantiene vigente.

Fuente Consultadas: Graciela Marker Para Planeta Sedna

Absolvieron definitivamente a Carlos Carrascosa por el crimen de María Marta García Belsunce. La Suprema Corte bonaerense confirmó hoy la absolución de Carlos Carrascosa por el homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, cometido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, de la localidad de Pilar. El Tribunal rechazó, ‘por insuficiente‘, el planteo del fiscal de Casación Carlos Altuve, quien en febrero de 2017 había apelado la resolución de la Sala Primera del Tribunal de Casación Penal bonaerense, de diciembre de 2016, de absolver a Carrascosa por el delito de ‘homicidio calificado por el vínculo‘. El Alto tribunal provincial declaró de oficio, a su vez, la extinción de la acción penal por prescripción respecto del viudo en orden al delito de encubrimiento agravado.  El plazo legal de seis años de prescripción previsto para ese delito transcurrió sin interrupciones desde la sentencia de condena del tribunal de juicio, el 11 de julio de 2007. En febrero de 2017 el fiscal Carlos Altuve había apelado el fallo de la Cámara de Casación Penal bonaerense por el que Carrascosa recuperó la libertad y fue absuelto en diciembre de 2016 por el crimen de su esposa, por el cual estuvo siete años preso. Altuve había pedido en su escrito que ‘se reinstaure la condena (a prisión perpetua) oportunamente impuesta al imputado‘ -pena impuesta en 2009 por la misma sala pero integrada por diferentes miembros- y aseguró que el fallo que le otorgó la absolución incurre ‘en absurdo y arbitrariedad‘. El fiscal había presentado un recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley y solicitado que la Suprema Corte provincial revise la decisión tomada por la Sala I del Tribunal especialmente conformada para este caso. María Marta García Belsunce, de 50 años, apareció muerta el 27 de octubre de 2002 en el baño de su casa del country Carmel, de Pilar y la familia dijo que había sido un accidente en el baño. Empero, un mes después, al practicársele la autopsia, los forenses encontraron cinco balazos en su cráneo. La fiscalía acusó por ‘encubrimiento agravado‘ a cinco familiares, una masajista, dos vecinos y a un médico.En el primer juicio oral, llevado a cabo en los tribunales de San Isidro en 2007, Carrascosa fue absuelto del cargo de ‘homicidio‘, pero fue condenado a en fallo dividido por ‘encubrimiento‘. En 2009, Casación Penal revocó el fallo de primera instancia y condenó al viudo a prisión perpetua como ‘coautor de homicidio calificado‘. El 10 de septiembre de 2012, la Suprema Corte de Justicia bonaerense ratificó la condena a prisión perpetua de Carrascosa al rechazar dos pedidos de nulidad presentados por su defensa.  El viudo fue beneficiado con el arresto domiciliario en febrero de 2015 por cumplir 70 años y alegar problemas de salud, al tiempo que tuvo que abonar una fianza de un millón de pesos, y casi dos años después Casación lo absolvió.