.jpg)
El asesinato de Fernando Báez Sosa se refiere a la investigación penal preparatoria N.º 03-04-000349-20/00 del registro del Juzgado de Garantías N.º 6 descentralizado de Villa Gesell del Departamento Judicial de Dolores, seguida por el delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, caratulada «DTE. Fernando José Báez Sosa S/ Homicidio Agravado», según la cual Fernando Báez Sosa (n. 2 de marzo de 2001) fue asesinado a golpes de puño y patadas que le provocaron un paro cardíaco debido a un shock neurogénico inducido, producido por traumatismo grave de cráneo, por parte de un grupo de jugadores de rugby oriundos de la ciudad bonaerense de Zárate. El crimen de Fernando cobró relevancia a nivel nacional e internacional pocas horas después de sucedido por la difusión de las imágenes de la golpiza en redes sociales.
El día 18 de febrero de 2020 se realizó una convocatoria a nivel nacional con epicentro en el Congreso de la Nación Argentina, para repudiar el asesinato de Fernando y pedir justicia por su caso. El hecho también es conocido en los medios como el Crimen de los Rugbiers o el Crimen de Villa Gesell.
El asesinato de Fernando Báez Sosa se refiere a la investigación penal preparatoria N.º 03-04-000349-20/00 del registro del Juzgado de Garantías N.º 6 descentralizado de Villa Gesell del Departamento Judicial de Dolores, seguida por el delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, caratulada «DTE. Fernando José Báez Sosa S/ Homicidio Agravado», según la cual Fernando Báez Sosa (n. 2 de marzo de 2001) fue asesinado a golpes de puño y patadas que le provocaron un paro cardíaco debido a un shock neurogénico inducido, producido por traumatismo grave de cráneo, por parte de un grupo de jugadores de rugby oriundos de la ciudad bonaerense de Zárate.
El crimen de Fernando cobró relevancia a nivel nacional e internacional pocas horas después de sucedido por la difusión de las imágenes de la golpiza en redes sociales.
El día 18 de febrero de 2020 se realizó una convocatoria a nivel nacional con epicentro en el Congreso de la Nación Argentina, para repudiar el asesinato de Fernando y pedir justicia por su caso.1011 El hecho también es conocido en los medios como el Crimen de los Rugbiers o el Crimen de Villa Gesell.
La víctima
Fernando José Báez Sosa nació en Buenos Aires el 2 de marzo de 2001; era el único hijo del matrimonio de Silvino Báez, portero del edificio donde residen, y Graciela Sosa, cuidadora de ancianos, ambos inmigrantes paraguayos originarios de Carapeguá y radicados en la Argentina. Báez Sosa residía en el barrio porteño de Recoleta junto a sus padres, y asistió al colegio Marianistas de Caballito como alumno becado, ya que su familia no podía afrontar el costo de la cuota mensual. Después de finalizados sus estudios secundarios comenzó el Ciclo Básico Común en la Universidad de Buenos Aires para la carrera de Derecho. Su madre comentó que en varias oportunidades el joven manifestó su admiración por el abogado mediático Fernando Burlando, quien tomó el caso de su asesinato, constituyéndose en la defensa de la familia. Fernando tenía una novia, Julieta Rossi, con quien estudiaba derecho, y habría cumplido diez meses de relación unos pocos días después de su asesinato. Luego de su muerte, sus restos fueron velados en el colegio del cual fue alumno y posteriormente inhumado en el cementerio de Chacarita.
Los imputados
Los imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa son: Matías Franco Benicelli (20 años), Ciro Pertossi (19 años), Luciano Pertossi (18 años), Lucas Fidel Pertossi (20 años), Máximo Pablo Thomsen (20 años), Alejo Milanesi (20 años), Enzo Tomás Comelli (19 años), Juan Pedro Guarino (19 años), Blas Cinalli (18 años) y Ayrton Michael Viollaz (20 años).Los diez son originarios de la localidad bonaerense de Zárate, a 90 kilómetros de la capital argentina, y la mayoría jugaba al rugby en el Club Náutico Arsenal Zárate, por esta razón, el grupo de asesinos se conoce como los rugbistas, en la prensa argentina.
Falsa acusación
Con posterioridad a su detención, el grupo de los diez rugbistas aseguró que el asesino de Báez Sosa había sido Pablo Ventura, joven practicante de remo, también oriundo de la localidad de Zárate, pero con quien no tenían relación alguna. En un primer momento, la fiscal del caso, Verónica Zamboni, puso en duda su testimonio, ya que las cámaras de seguridad captaron a un automóvil igual al de la familia de Pablo volviendo de la Costa Atlántica y el joven tenía un pasaje para viajar a Uruguay. Días más tarde, la justicia pudo comprobar que Ventura había estado cenando en un restaurante de su ciudad y que el viaje fuera del país que tenía planeado estaba agendado desde septiembre de 2019. Después de las ruedas de reconocimiento, en las cuales nadie apuntó contra él, fue sobreseído de la causa. Terminado el peritaje de los teléfonos celulares de los imputados, se encontraron varios memes con la cara de Ventura e insultos a su persona. Finalmente, el padre de Pablo aseguró que su familia procederá legalmente contra los rugbistas por daños y perjuicios; asimismo se solidarizó con la familia Báez Sosa por el asesinato de Fernando.
El asesinato
Fernando Báez Sosa, de 18 años, llegó a Villa Gesell el jueves 16 de enero. Su plan era permanecer unos días allí con sus amigos de la escuela secundaria y con su novia Julieta Rossi, con quien cumpliría 10 meses de relación el domingo 19 de ese mes. Báez Sosa y sus amigos se hospedaron en el hostel Hola Ola, en Paseo 105 y Av. 5, donde permanecerían hasta el 23 de enero. Cerca de las 19:00 (UTC-3) del viernes 17 de enero, Fernando y sus amigos decidieron que irían a la discoteca Le Brique, sita en Av. 3 y Calle 102 de la localidad balnearia, lugar al que llegaron a la 1:30, aproximadamente.
Para las 3:30, debido a la aglomeración de personas en el local, hubo un roce con unos jóvenes, los cuales, una hora después, serían expulsados del establecimiento. Minutos posteriores a la salida, a las 4:44, dos rugbistas (Comelli y Ciro Pertossi) atacaron a Fernando por la espalda, mientras este tomaba un helado. Thomsen, Comelli, Benicelli, Cinalli, Ciro y Luciano Pertossi atacaron a Fernando con golpes de puño y patadas.
Hubo una división de roles, donde algunos (Benicelli, Comelli y Viollaz) evitaron cualquier tipo de socorro e hirieron a un amigo de la víctima, mientras que Lucas Pertossi filmaba (hasta que cortó la filmación para sumarse a la golpiza).27 Se sospecha que el móvil del crimen fue por cuestiones raciales y clasistas ya que los testigos aseguran que le gritaron: «Negro de mierda» durante y después de la golpiza; asimismo, testimonios de la ciudad de Zárate comentaron a los medios que este grupo solía pegarle a gente que pareciera de algún estrato social bajo, ya que la mayoría de ellos contaba con un porvenir económico medio alto.
Después de cometido el asesinato, los rugbistas volvieron al lugar donde estaban alojados relatando en voz alta lo sucedido y fueron escuchados por Andrea Ranno, una empleada de un hotel cercano, cuyo testimonio sirvió para la detención de estos jóvenes horas más tarde. A las 5:30 de esa madrugada, el grupo de asesinos fue captado por las cámaras de seguridad de un restaurante McDonald's, al cual acudieron luego de haberse limpiado los restos de sangre del cuerpo. A las 10:38, los rugbistas fueron detenidos por la policía bonaerense.
Proceso judicial e investigación
Luego de ser detenidos, tras negarse a declarar en la fiscalía de Villa Gesell, cinco de los jóvenes fueron trasladados a Pinamar, mientras que el resto se quedó en la ciudad balnearia. Mientras tanto, se comenzaban a recabar las primeras pruebas, como los videos filmados por testigos y por cámaras de seguridad del boliche y de la calle.36 En la casa alquilada por los rugbistas, se encontraron prendas de vestir y zapatos manchados de sangre, de los cuales un par (presuntamente de Ciro Pertossi) se envió a una prueba de scopometría a cargo de la Policía de Tierra de Fuego para verificar si eran sus suelas las que habían impactado en la cabeza de Fernando.
Los celulares de los jóvenes fueron confiscados y enviados a peritaje en un laboratorio de Mar del Plata, para luego darse a conocer que uno de los rugbistas detenidos había grabado el ataque. También declararon los principales testigos, entre ellos los amigos de Fernando. Asimismo, se daban a conocer los resultados de la autopsia, que señaló que Fernando había muerto por un golpe muy fuerte en la cabeza.
Durante las semanas siguientes se llevaron a cabo las ruedas de reconocimiento de los detenidos, para determinar con exactitud el rol de cada uno de los rugbistas, en donde todos ellos fueron reconocidos, excepto Milanesi. Luego de estas, dos de los detenidos, Thomsen y Ciro Pertossi, fueron imputados como coautores del crimen, mientras que a los otros ocho se les asignó la imputación de «partícipes necesarios». A partir de entonces, fueron trasladados al Penal de Dolores, a la espera de que el juez dictara las prisiones preventivas. Mientras tanto, seguían surgiendo videos y mensajes de WhatsApp en los que se podían esclarecer mejor el rol de cada uno y lo que hicieron después del asesinato.
El 10 de febrero de 2020, la fiscal Verónica Zamboni solicitó prisión preventiva para 8 de los diez imputados (Thomsen, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Benicelli, Cinalli, Comelli, Viollaz y Luciano Pertossi), y pidió la libertad provisional por supuesta «falta de méritos», para Milanesi (quien no había sido reconocido en las ruedas de reconocimiento) y Guarino (quien se habría manifestado como sujeto pasivo), ya que no se encontró evidencia suficiente para ubicarlos en el lugar, en el momento de la agresión a Fernando; sin embargo, siguen imputados y sometidos al proceso en libertad, por encubrimiento, ya que no han querido romper el «pacto de silencio» entre los diez rugbista, y continuarán siendo indagados.
Días después, la fiscal solicitó un cambio de carátula a «homicidio doblemente agravado por concurso premeditado de dos o más personas y alevosía», y amplió la imputación de «coautores» a los ocho rugbiers que continuaron detenidos, quedando solamente Guarino y Milanesi (liberados) en condición de «partícipes necesarios».
Los diez imputados están a la espera de un juicio oral, en el cual algunos de ellos podrían ser sentenciados a prisión perpetua.
Repercusiones y polémicas
La prensa argentina destinó una importante cantidad de horas durante todo un mes para hablar del caso. El mismo también tuvo gran repercusión en Paraguay, país de los padres de Fernando y próximo destino al que irían después de que él volviese de vacaciones.
El Papa Francisco llamó a los padres de Fernando para manifestarles su apoyo y comentarles que reza por él.
La cantante Jimena Barón canceló una presentación que tenía en Le Brique por respeto a la memoria de Fernando y acudió a una manifestación por el joven en esa localidad balnearia.
Rosalía Zárate, madre de Máximo Thomsen, el rugbista que pateó a Fernando hasta la muerte, era secretaria de Obras Públicas del municipio de Zárate. Días después del hecho, presentó su renuncia al cargo.
El video del asesinato de Fernando se viralizó por Twitter y YouTube durante la madrugada.
Durante las primeras declaraciones que dio Graciela Sosa, madre de Fernando, dijo que su hijo quería ser el nuevo Fernando Burlando, mediático abogado argentino, lo cual conmovió a Burlando hasta las lágrimas y decidió representar a la familia.64
La Unión Argentina de Rugby emitió un comunicado donde decía lamentar «el fallecimiento» de Báez Sosa, lo cual generó un gran repudio en las redes sociales por calificar a un asesinato como un fallecimiento.
Durante la investigación, se filtraron conversaciones mantenidas por el grupo de asesinos, siendo lo más destacado el mensaje de voz que envió Lucas Pertossi vía WhatsApp donde dice que Fernando «caducó». Debido al uso de ese término, el juez de la causa David Mancinelli sumó el agravante de alevosía ya que demostraron desprecio por la vida humana.
Lucas Pertossi tiene un hermano llamado Matías, quien está preso por robo calificado en grado de tentativa agravado por el uso de arma de fuego. Los hermanos Ciro y Luciano Pertossi son primos de Lucas y Matías.
Varios famosos y personalidades argentinas como Mónica Gutiérrez, Martín Cirio, Dalma Maradona, Claudia Villafañe, Yanina Latorre, Mariano Iúdica, Nicole Neumann, Luciana Salazar, Viviana Canosa, Flor de la V, Ana Rosenfeld, Flavio Mendoza, entre otros, manifestaron su apoyo a la familia Báez Sosa y su dolor por el asesinato.
Comentarios