UN PATRÓN DE ESTANCIA EN EL CAMPO GREMIAL -
Amancio sigue sumando experiencia comercial y expande su superficie terrenal en este mundo.
Ha incursionado en los últimos años en la compra venta de distintos rubros inmobiliarios, comenzando por locales, oficinas comerciales, viviendas, departamentos y hoteles de reciente inauguración.
Para ello, como complemento a su emprendimiento personal también supo montar una empresa de arquitectura, materiales, refacciones y diseños de alta costura, que monopolizan las obras de la organización sindical y hoy, ésta a la vista de todos.
A mancio, desde temprana edad supo abrazar “los silencios” del campo, poniendo “tranqueras” a las expresiones, mezclándose en el barrial de los “cochinos”, sabiendo crecer agazapado en las sombras del “oscurantismo” y pronto dispuesto a asaltar sobre los trabajadores.
Ahora, corren tiempos en la vida de Amancio que transcurren en los “silencios” de sus “encierros” de oficina ó domiciliarios.
Su meditación o adicción a la pereza le ha servido como impulso para un nuevo emprendimiento personal: - LA ADQUISICIÓN DE CAMPOS - ampliando su ya vasto PATRIMONIO, que resulta un extraordinario y sorprendente ACTIVO.
De esta manera, Amancio ARRASTRA su Moral por las TIERRAS de Lincoln, Villa General Belgrano, Entre Ríos y San Luis, al igual que en su “feudo gremial” sabe instalar las estacas, las cadenas, el alambrado e impone a los hombres el fácil camino de las servidumbres de paso.
Ahora bien, así es su total ignorancia sobre el campo del quehacer gremial, sindical y político que le permite vivir en su arrogante mundo supersticioso, poblándose de absurdos temores, fantasmas y de vanas esperanzas, jamás tiene dudas y si alguna vez dudara, prefiere seguir hipócritamente mintiendo lo que ya no cree.
Quienes lo conocen, saben que su holgazanería, su calvicie moral y su rutinaria conducción es la más dañina de las plagas que asolan el campo gremial.
Estamos convencidos y comprometidos que como en todo campo, La Vida y La Lucha no podrán ser detenidas, porque siempre existirán hombres y mujeres que son como corrientes de aguas subterráneas y serán la expresión de manantiales de ideas frescas.
Sepa quien ha impuesto el silencio y la mordaza, que también ignora que muchos hombres y mujeres son como el viento, que aún viejo e hidalgo hacen escuchar su voz y siembran las semillas para un campo fértil en trabajo y dignidad.
Por último, triunfarán esos hombres y mujeres que evitan arrastrarse en las ciénagas del hartazgo y la rutina, rechazando las prebendas y las dádivas asfixiantes, para elevar sus espíritus con toda firmeza y ser artífices de su propio destino.
