Rumania: Ciurea desastre ferroviario

Ciurea desastre ferroviario , conocido en Rumania como la catástrofe Ciurea ( rumano : Catastrofa de la Ciurea ), se produjo el 13 de enero de 1917, durante la Primera Guerra Mundial , en la estación de Ciurea , Iasi County , una estación con un bucle de paso , situado en la línea ferroviaria desde Iaşi a Bârlad . Debido a la ausencia de una investigación formal, la causa exacta del accidente no se conoce, y el número de muertos es incierto, la mayoría de las fuentes indican entre 800 y 1.000 muertes. Por lo tanto, el desastre ferroviario Ciurea es el accidente ferroviario tercera peor en la historia del mundo , en términos del número de víctimas.

El accidente

Tren E-1, apodado "El Correo", que consta de 26 coches, izquierda Galaţi con destino Iaşi viernes por, 11 de enero de [ OS 30 de de diciembre de 1916] 1917. Fue ejecutando varias horas de retraso, debido a que la estación había sido bombardeada por aviones alemanes, y su locomotora, golpeado por las bombas, tuvo que ser sustituido. Ocupación de Brăila por los alemanes, que comenzaron a bombardear Galaţi, hizo que los residentes de la cercana Muntenia a abandonar su ciudad, en la creencia de que no era seguro. A ellos se unieron los estudiantes y soldados de permiso. Así como los rumanos, los pasajeros del tren incluidos los oficiales y soldados rusos, así como miembros de la misión militar francesa.

Entre los viajeros más conocidos fueron Emil Costinescu, ex ministro de Finanzas, Yvonne Blondel, hija de un ex embajador de Francia en Bucarest, geógrafo George Vâlsan y marqués de Belloy (funcionario francés). Muy pronto, el tren se convirtió en hacinamiento. Se agregaron más coches como el tren procedió a lo largo de su recorrido, con el tren a veces esperar durante horas, mientras cientos de viajeros intentaron hacer espacio.

Las condiciones de viaje eran terribles: los vagones, muchos de ellos furgones, iluminado por lámparas de gas, estaban frías; las ventanas no tenían cristales, pero tablones que no lograron impedir la entrada del aire frío. En los techos de los vagones, los viajeros murieron de frío. " . Para nuestro horror, un hombre y un niño de 10 años de edad, fueron bajados congelados Otros sombras que eran asombrosas, endurecidas por el frío, relataron que, en algunas curvas, muchas personas - hombres y mujeres - habían sido arrojados fuera del tren ", escribe Yvonne Blondel.

El tren se detuvo durante la noche en Bârlad debido a una fuerte nevada había bloqueado los rieles, a pesar de los esfuerzos de los soldados y los ferroviarios para borrar la línea. Al día siguiente, el 12 de enero, el convoy fue a Iasi, viajando a 120 km. Alcanzó Ciurea alrededor de un punto de la mañana siguiente, que es cuando ocurrió el accidente.

Después de la última parada en Barnova , el tren llegó a la senda de planeo en la estación Ciurea, a pocos kilómetros de Iasi. Cuando los miembros de la tripulación trató de reducir la velocidad, se dieron cuenta de que los frenos, aunque controlados en Bălteni estación, no podían ser operados. Según el diario "Mişcarea", el sistema de frenos de aire comprimido funcionó sólo para los dos primeros vagones, la válvula se cierra accidentalmente en el tercer vagón.

El tren se descarriló y chocó con una locomotora de pie en otra línea. Se encontró aguja del velocímetro de la locomotora pegado a 95 km / h, lo que sugiere la velocidad del tren se movía a cuando ocurrió el accidente. Un sobreviviente dijo del momento del accidente: " Me sentí perfectamente cómo el tren saltó del ferrocarril como un reptil monstruoso de hierro y acero, tirando todos sus viajeros a la mutilación o el gran viaje al más allá ... tuve la sensación de que estoy tirado en el fondo de un pozo, una lluvia de objetos deslizamiento alrededor de mi cuerpo ... la duración de este tormento? a los pocos minutos, pero a mí me pareció interminable ... ".

Recibir señales lanzadas por los ingenieros de las locomotoras afectadas, Ciurea empleados de la estación de trenes activan un interruptor para que el tren para entrar en la línea 2 y evitar la colisión con los carros de alquitrán que se detuvieron en la línea 1. Debido a la alta velocidad y el ángulo agudo, sin embargo , sólo la locomotora y un vagón lograron entrar en la línea 2; todos menos dos de los otros coches descarriló. Parece que al menos uno de los vagones chocó con algunos depósitos de combustible, lo que provocó una explosión y un gran incendio.

El tren ardía como una antorcha en menos de dos horas. Yvonne Blondel fue rescatado por dos soldados de la misión militar francesa, que la sacó de la ruina del tren exactamente cuando sus ropas estaban en llamas.

Otros pasajeros murieron en un incendio o fueron aplastados por el impacto del descarrilamiento. Las personas en viaje en los techos de los vagones fueron ya sea lanzado debajo los vagones del tren y machacadas, o fueron arrojados a la nieve. Lo mismo sobreviviente francesa describe con detalles de las escenas de la tragedia, incluida la aparición de saqueadores, que robaron a los viajeros.

En el lugar llegó equipos de rescatadores - soldados del depósito de municiones cerca de la estación de tren, trabajadores ferroviarios, dos compañías de soldados rumanos y dos compañías de soldados rusos. Los sobrevivientes fueron transportados a la estación de Iasi, donde se les dio los primeros auxilios.

La falta de información sobre el accidente se debe principalmente a la situación excepcional en la que el Estado rumano se encontraba en ese momento. El Reino de Rumania estaba en guerra con los poderes centrales , y la administración, los militares, y la mayoría de los ciudadanos se refugió en Moldavia . El Estado rumano estaba a punto de ser ocupado y desmantelado por los alemanes . Dado el estado de guerra, algunos periódicos informaron sobre el accidente. No es muy claro si hubo una investigación, o lo que sus resultados pueden haber sido. Como tal, las fuentes de información para los investigadores se limitan a los testimonios de los sobrevivientes, memorias, la prensa y las publicaciones entre las guerras que han tratado el tema.

Del mismo modo, se han suscitado dudas sobre si la foto del accidente circulado por los medios de comunicación era auténtica y representa el descarrilamiento real en Ciurea. Tomado, como se dijo, el 19 de enero [ OS 6 de enero de] 1917, que no muestra ningún rastro de nieve, aunque dos fuentes de memorias distintas hablan de los pasajeros que estaban en los techos de los coches y sobrevivieron porque fueron arrojados fuera del tren en bancos de nieve . Como tal, esta foto no está fechado correctamente. Se sabe que Ciurea fue el escenario de varios accidentes ferroviarios durante el siglo 20, con un incidente conocido que tiene lugar en 1925. Lo más probable es que la foto fue tomada en una de esas ocasiones.

número de muertos polémica

reacciones

En las primeras horas después del accidente, varios oficiales llegaron a la escena - Dimitrie Greceanu, Ministro de Obras Públicas, el fiscal general, el prefecto de Iasi, sino también agentes de seguridad que comenzaron a interrogar a los testigos. Por la mañana, la noticia del accidente se había extendido por toda la ciudad. La luz del día reveló la magnitud de la tragedia: " Al pasar por Ciurea Miré el desastre:. Carros aplastados, quemados y equipos de trabajadores atrajo a más muertos bajo los restos del naufragio Detrás de la estación se encadena en cuatro filas a los muertos ... había varios cientos Con. ojos extraídos, cabezas rotas, brazos separados, manos, piernas, quemaron bogies. Mujeres, oficiales, soldados ... ". Otra de las notas: " Toda una serie de vagones quemados, que no retienen sólo el skeletion metal, empapado como la cera por el incendio que consumió ... alrededor de la estación todo parecía ruina y grave ... ".

Cientos de cuerpos fueron encontrados entre los restos de metales retorcidos de los vagones del tren. Las víctimas estaban dispuestas cerca de la estación y se hicieron innumerables llamadas a la gente para ayudar a identificarlos. Muy pocos de los cuerpos nunca fueron identificados. Fueron enterrados en fosas comunes en el campo detrás de la estación Ciurea, comenzando el 3 de enero, a las víctimas identificadas hasta la fecha - 374 personas. Durante los próximos días, se dieron a conocer las listas provisionales de nombres de los muertos identificados.

Pronto, comenzaron los rumores: hubo discusiones sobre la suerte evaporados en el fuego o robados por los ladrones, el número de muertos se amplificó y nombres famosos se añadieron de manera fraudulenta a los listados de víctimas. En Muntenia ocupada por los alemanes, un escritor de memorias escribió acerca de los informes del accidente, que observa con alegría maliciosa " la muerte de Take Ionescu , Cantacuzène (Ministro de Justicia), Costinescu (Ministro de