Seguramente, en nuestro país el caso Barreda ha sido uno de los más mediáticos de los últimos años, ya que en torno a aquel aparente indefenso odontólogo, que un día decidió exterminar a toda su familia, se generaron una serie de opiniones encontradas, entre la sociedad que lo condena como asesino de su propia sangre, y un sector de la opinión pública que prefiere verlo como un ícono de nuestro tiempo.
Uno de los ejemplos más difundidos de esta última posición es sin dudas la canción titulada “Barreda's Way”, que el grupo de punk-rock argentino Attaque 77 compuso e interpretó en el año 2003 como homenaje al odontólogo.
Por su parte, en recientes declaraciones a la prensa, mientras goza de una condena con prisión domiciliaria, el homicida aseguró: "Estoy tremendamente arrepentido. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y que nunca hubiera pasado nada”, y al respecto de los asesinatos explicó: "Creo que hubo un desdoblamiento de la personalidad, en alguna de las dos circunstancias, al momento de cometer los crímenes y en mi inmediata reacción, no era yo. Era medio como Dr. Jekill y Mr. Hyde".
La historia se remonta al domingo 15 de noviembre de 1992, cuando en medio de la jornada, el odontólogo Ricardo Barreda discutió fuertemente con su mujer, Gladys Mc Donald. Al parecer la disputa devino en una gran pelea en la que también se involucraron sus hijas y su suegra, que se encontraban presentes en el lugar, es decir la casa de la calle 48, entre 11 y 12, de la ciudad de La Plata.
En medio de la discusión, Barreda se alejó a otro cuarto, mientras aún podía oír los gritos y los insultos de las mujeres. Lo llamaban con el alias “Conchita” desde hace tiempo, y ese había sido un insulto que ya no podía escuchar más.
Entre sus cosas, buscó una escopeta calibre 16,5, la cual había sido un regalo de su suegra Elena Arreche, retornó a la sala de la discusión, y sin mediar ni una sola palabra, ni un solo gesto, el odontólogo disparó apuntando el gran cañón del arma sobre su mujer, su suegra y por último sobre sus dos hijas, Adriana de 24 años, y Cecilia de 26. Según relató el propio Barreda, una vez que fue detenido, aquel domingo de la tragedia había comenzado el día con buen ánimo, por lo que trató de acercarse a su esposa para ayudarla en los quehaceres domésticos.
“Voy a limpiar las telarañas del techo", le habría dicho Ricardo a su mujer, mientras que la respuesta de Gladys fue rápida y contundente, demostrando el desprecio que sentía por su esposo: "Andá a limpiar, que los trabajos de 'conchita' son los que mejor hacés". Ese posiblemente haya sido uno de los principales detonantes para que el dentista tomara la decisión, que en realidad desde hacía varios meses rondaba por su mente. Una vez que les quitó la vida a las cuatro mujeres, Barreda se sentó unos minutos en un sillón, abrazando el caño frío y brillante de su escopeta, pensando seguramente en un plan para no ser descubierto.
De inmediato, levantó los cartuchos usados, los cuales escondió en el baúl de su auto junto con la escopeta que luego sería arrojada al río, desacomodó los muebles del comedor, generó un desorden que le serviría para presentar la hipótesis de robo. Posteriormente salió a pasear al zoológico, luego al cementerio para visitar las tumbas de sus amigos que ya no estaban, y por último mantuvo una cita con su amante Hilda Bono en un hotel alojamiento.
Cuando a la medianoche regresó a su casa, los cuerpos sin vida de su familia aún estaban ahí, y se desencadenó la siguiente fase de su plan, que consistía en llamar a la policía y hacer la denuncia de robo. En los primeros momentos, antes de que fuera sospechado como asesino de su familia, Barreda intentó por todos los medios de mantener su sorpresa y desesperación ante el hecho.
Nos obstante, las posteriores investigaciones dieron como resultado que Ricardo Barreda había sido el autor intelectual y material del asesinato de las cuatro mujeres, por lo que fue juzgado y condena a cadena perpetua por el tribunal. En 2011, le fue otorgada la libertad condicional, tras lo cual Barreda se mostró satisfecho y aseguró: “Ahora voy a poder salir a la calle para caminar”.
Fuente Consultadas: Graciela Marker Para Planeta Sedna
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