Nadie se imaginó que un hombre bondadoso, colaborador en desfiles y eventos sociales paras niños sería el criminal frío y despiadado por el cual la Policía ya realiza rastrillajes.
Por Gastón Marote / Noticias Argentinas
John Wayne Gacy, más conocido como “Pogo, el Payaso Asesino”, abusó sexualmente, torturó y mató a 33 jóvenes de entre 14 y 21 años desde 1972 hasta 1978, cuando confesó sus crímenes, mientras que el 10 de mayo de 1994 fue ejecutado con una inyección letal.
Del total de sus víctimas, 26 fueron enterradas en el semisótano de su propia casa, tres en diferentes lugares de la casa, y otras cuatro fueron lanzadas a un río cercano.
Gacy hacía trabajos sociales en desfiles y animaba fiestas infantiles disfrazado como “Pogo, el Payaso”, un nombre que él mismo inventó.
Para fines de la década del ´90 el grupo de rock Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota le dedicaron una canción de su disco “Ultimo Bondi a Finisterre”.
Nacido el 17 de marzo de 1942 en Chicago, Illinois, este hombre fue el único varón y el segundo de tres hijos -las restantes eran dos hermanas- que en su infancia sufrió de obesidad.
John Stanley Gacy, su padre, era alcohólico y solía pegarle a “Johnny” con un cinturón de cuero, al tiempo que abusaba físicamente de su madre. Esto le provocó a Gacy un serio problema, ya que después de un tiempo, al entrar en la etapa de la adolescencia, tuvo problemas sexuales.
Asimismo, su padre lo denigraba y lo llamaba muy seguidamente “marica”, “estúpido” y “nene de mamá”, y a los 9 años, un amigo de la familia abusó sexualmente de él.
Cuando tenía 11 años se golpeó en la frente con un columpio, y como consecuencia se le formó un coágulo de sangre en el cerebro, que pasó desapercibido hasta la edad de 16 años, cuando comenzó a sufrir desmayos.
A los 20 años se fue a vivir solo y para ello se mudó a Las Vegas (Nevada), donde trabajó en una funeraria durante tres meses antes de volver a Chicago.
El 10 de mayo de 1968 se separó de su primera esposa tras ser declarado culpable por abuso sexual a menores.
En ese sentido recibió 10 años de prisión, pero después de 18 meses recluido en la penitenciaría estatal de Anamosa salió en libertad condicional el 18 de junio de 1970, debido a su buen comportamiento.
En 1971, compró una casa en un sector anónimo de Norwood Park Township, mientras que enseguida se casó por segunda vez con Carole Hoff, una mujer divorciada que conoció en la secundaria, amiga de una de sus hermanas.
Carol, junto a sus dos hijos, se mudaron con él, pero en marzo de 1976 se divorciaron y ella se fue de la vivienda, por lo que el domicilio estaba libre a toda hora para matar a los jóvenes.
Además de su show como payaso, se hizo partícipe activo del Partido Demócrata como voluntario para limpiar las oficinas del partido, en el cual finalmente se convirtió en vocal de mesa.
En 1978 colabora con el Partido Demócrata pintando gratis sedes del partido, luego dirigió el desfile de la Constitución polaca el 4 de mayo de 1978 y ganó peso en el ámbito político local.
Pero sus crímenes habían comenzado tiempo atrás, ya que en julio de 1971 conoció a un joven, Michael Reed, que fue contratado por Gacy para su empresa de reformas a cambio de alojamiento y sexo. Gacy lo golpeó con un martillo en la cabeza y el chico pudo escapar al día siguiente.
El 2 de enero de 1972 se llevó a un chico de 15 años llamado Timothy McCoy, a quien al día siguiente lo mató a puñaladas en su propio domicilio y lo enterró bajo su casa, siendo el primer asesinato confeso de Gacy. Esto causaba malos olores y atraía a moscas a su domicilio.
En 1975, su segunda esposa sospechaba que su marido mantenía relaciones sexuales con adolescentes en el sótano de su casa, aunque no imaginaba los crímenes que allí mismo se cometían.
El 29 de julio de 1975, John Butkovitch, de 16 años, fue abusado sexualmente y estrangulado, luego de que “Pogo, el Payaso Asesino” se tomara una pausa en sus homicidios de tres años.
En 1977, David Daniel, que por aquel entonces tenía 28 años, declaró que John Wayne Gacy le ofreció llevarlo a la estación de autobuses, pero Daniel rehusó. También dijo que Gacy era muy insistente, llevándole a pedir siete veces e incluso ofreciéndole marihuana.
De dos víctimas que fueron reportadas como “supervivientes”, Daniel es el único vivo para relatar las torturas de Gacy: los ataba, los torturaba de diversas formas, los sodomizaba y por último los estrangulaba.
En junio de 1978 y tras asesinar a Timothy O’Rourke, de 20 años, tuvo que abandonar el cadáver en una zona fluvial, ya que no cabían más cadáveres enterrados en la casa.
La Policía recién el 12 de diciembre de 1978 empezó a sospechar de él, tras la desaparición del adolescente de 15 años Robert Piest, a quien su compañera de trabajo lo vio por última vez camino de una entrevista de trabajo con Gacy.
Un procedimiento en casa de “Pogo, el Payaso Asesino”, reveló diversos artículos relacionados con otras desapariciones, ya que curiosamente fue arrestado días más tarde por tráfico de drogas.
Confesión, entrega y detención
El 22 de diciembre de 1978, Gacy acudió a sus abogados y confesó sus crímenes, harto de la vigilancia policial.
Allí declaró haber asesinado por primera vez en enero de 1972, cuando al clavar el cuchillo en el cuerpo de un joven y ver como la sangre brotaba del cuerpo, sintió una sensación de excitación y esto comenzó a gustarle.
También confesó haber matado a 33 individuos e indicó la ubicación de 29 de los cuerpos a la policía, los cuales estaban enterrados en su propiedad.
Llegó incluso a presentar a la policía un plano con la ubicación exacta de los cadáveres, al tiempo que las otras cuatro víctimas, dijo, las había arrojado al cercano río Des Plaines. Siete de las víctimas nunca fueron identificadas.
Los cuerpos fueron descubiertos desde diciembre de 1978 hasta abril de 1979, cuando la última víctima conocida fue hallada en el río Illinois.
Sin embargo, en 1998, mientras se realizaban reparaciones en el estacionamiento trasero de la casa de la madre de Gacy, las autoridades encontraron restos de al menos cuatro personas más.
En 2010, se reabrió el caso y desenterraron ocho de los cuerpos que a la fecha no habían podido ser identificados.
Pero gracias a los avances tecnológicos, se extrajo ADN de las víctimas y se pudo identificar a la víctima número 19 como William George Bundy.
Por su parte, en 2017, se logró identificar a otro joven, la víctima 24: James Byron Haakenson, mientras que en 2021, se logró identificar a otra víctima de Gacy, Wayne Alexander. Al día de hoy quedan cinco víctimas de John Gacy sin identificar.
El 6 de febrero de 1980 comenzó el juicio de Gacy en Chicago, en el cual se declaró inocente, alegando problemas de orden mental.
Sin embargo, su testimonio fue rotundamente rechazado, ya que se le realizaron estudios, dando resultados negativos, es decir, que no tenía ni padecía de problemas mentales.
Su abogado argumentó que John tenía lapsos de locura temporal en el momento de cada asesinato, pero antes y después, recobraba la normalidad para atraer y disponer de las víctimas.Gacy fue hallado culpable el 13 de marzo de ese año y fue sentenciado a varias cadenas perpetuas y varias penas de muerte.
Fue ejecutado por inyección letal el 10 de mayo de 1994 y sus últimas palabras, que revelan su personalidad y su no arrepentimiento por sus crímenes, fueron: “Matarme no hará regresar a ninguna de las víctimas. ¡El Estado me está asesinando! ¡Nunca sabrán dónde están los otros! ¡Béseme el culo!”.
Después de su ejecución, el cerebro de Gacy fue extraído y actualmente es propiedad de Helen Morrison, quien entrevistó a John y a otros asesinos seriales en un intento por aislar los rasgos comunes en su personalidad.
El set de arte utilizado por Gacy durante su estadía en la cárcel es exhibido actualmente en Washington D. C y muchas de las pinturas que hizo en la cárcel fueron vendidas en una subasta después de su muerte.
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Fuente: elciudadanoweb.com
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