El huracán arrasó anteanoche el extremo sur de Filipinas dejando hacia el sur un saldo de 475 víctimas fatales y centenares de desaparecidos. El tifón Bopha, el más potente del año en Filipinas, arrasó en la noche del martes al miércoles el extremo sur del país con fuertes vientos y grandes trombas de agua y dejó al menos 475 muertos y centenares de desaparecidos. Las víctimas murieron en inundaciones, deslizamientos de tierra o caídas de árboles en la isla de Mindanao, que no suele verse afectada por los tifones que cada año transitan por el archipiélago filipino.
En New Bataan, una ciudad de difícil acceso en una región montañosa, murieron 142 personas y otras 241 seguían desaparecidas, dijo a la AFP el teniente-coronel Lyndon Paniza, comandante militar de la región sur. “Lo más preocupante es que todavía hay 258 personas sin localizar”, añadió. En Davao Oriental y otras 15 provincias de la isla de Mindanao hubo al menos 81 víctimas.
Este balance provisional fue confirmado por la seguridad civil. Cerca de 87.000 personas están refugiadas en escuelas, gimnasios y otros edificios públicos. Las autoridades seguían revisando al alza ayer el balance de víctimas a medida que los equipos de socorro accedían a las zonas más aisladas del sur del país. El tifón Bopha entró en Filipinas anteayer por el este de Mindanao, con vientos de hasta 210 kilómetros por hora y fuertes lluvias. En 2011, el paso de 29 tifones en Filipinas provocó la muerte de 1.500 personas, de las cuales 1.200 murieron en Mindanao por el paso de la tormenta tropical Washi.
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