LA BATALLA DE INGLATERRA: Hitler estaba seguro que para lograr una invasión a Inglaterra por tierra debía derrotar a la RAF (Royal Air Force), por lo que decidió iniciar un ataque aéreo para obtener la superioridad aérea necesaria para una invasión de las islas. Una de las mayores campañas de la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial, la Batalla de Inglaterra, es el nombre comúnmente otorgado al intento de la Luftwaffe para ganar la superioridad aérea sobre Inglaterra. Los objetivos secundarios eran destruir la producción de aeronaves y las infraestructuras terrestres, así como aterrorizar a la población británica con la búsqueda de un armisticio o rendición y atacar áreas de interés político.
Hitler siempre había tenido la intención de emplear la fuerza aérea para aplastar a Gran Bretaña. Encomendé al Reichsmarschall.
La Luftwaffe había sido probada en combate y poseía un buen equilibrio de bombarderos (aviones diseñados para arrojar bombas) y cazas(aviones diseñados para destruir en vuelo a otros aviones), que protegerían a los bombarderos de los aviones británicos. No obstante, la Fuerza Aérea nunca se había usado de este modo, así que nadie había estudiado los siguientes problemas: Hermann Goering, comandante de la Luftwaffe, la realización de la tarea. Goering asumió con entusiasmo la misión.
1) ¿Podía una campaña de bombardeos llevar por sí sola a la victoria?
2) ¿Qué blancos debían atacarse para lograr el objetivo?
En 1940 nadie tenía respuestas a estas preguntas, de suerte que la Luftwaffe se vio obligada a improvisar. En primer lugar, la Luftwaffe gastó varias semanas en recobrarse de las pérdidas sufridas en la campaña de Francia. Luego tuvo que desplazar sus aviones y unidades de apoyo a los aeropuertos de Francia, Bélgica y Holanda, situados a lo largo de la costa atlántica.
El objetivo siguiente de Hitler, la ocupación de Inglaterra, se ve obstaculizada por la falta de preparación de la marina, (el arma más postergada por Hitler) y por el fracaso de la ofensiva aérea, consecuencia de las distancias —para esa tecnología muy largas— que debían recorrer los aviones alemanes hasta suelo inglés.
La Luftwaffe inició los ataques sobre Londres a comienzos de septiembre, con la esperanza de aterrorizar a la población y destruir su moral. Los británicos llamaron Blitz a este ataque.
Al principio los alemanes efectuaban de día sus incursiones, pero los cazas británicos eran sumamente efectivos. Entonces comenzaron a atacar de noche. Durante 57 noches, los londinenses fueron sometidos a bombardeos de más de 200 aviones cada noche. En estas acciones los alemanes empleaban bombas de alto poder explosivo y bombas incendiarias para provocar incendios que aumentaran el daño. Durante la Blitz murieron cerca de 40.000 civiles.
Los bombardeos se desplazaron con el tiempo de Londres a blancos industriales. El 14 de noviembre, 500 aviones alemanes lanzaron 600 toneladas de bombas sobre Coventry (ciudad del centro de Inglaterra), matando a 400 personas y destruyendo vastos sectores de la ciudad. Aunque Gran Bretaña continuaría sufriendo bombardeos durante 1940, por entonces Hitler había abandonado el objetivo de destruirla. Ocupado en otras cosas, Hitler finalmente archivó sus planes de invasión (tal como estaban). Al final, la RAF había perdido 790 cazas, y la Luftwaffe unos 1.400 aparatos, entre bombarderos y cazas.
A pesar de que los británicos sólo dispusieron de un promedio de 600 aviones en cualquier momento durante la batalla de Gran Bretaña, lograron superar la ofensiva alemana mediante una combinación de estrategia, tecnología y, lo más importante, coraje. Era un valor nacido del convencimiento de que el destino de la nación reposaba en la habilidad y tenacidad de un joven y a menudo inexperto piloto de combate.
El Supermarine Spitfire fue un caza monoplaza británico desarrollado y producido para la Segunda Guerra Mundial y que, después de la Batalla de Inglaterra, pasó a ser el caballo de batalla de la RAF.
El Supermarine Spitfire fue un caza monoplaza británico desarrollado y producido para la Segunda Guerra Mundial y que, después de la Batalla de Inglaterra, pasó a ser el caballo de batalla de la RAF.
La población de Londres es evacuada, las costas que se prestaban a posibles desembarcos alemanes son fortificadas, se multiplican las baterías antiaéreas se organizan refugios, pero las incursiones aéreas alemanas someten a las ciudades, puertos y centros industriales ingleses a terribles bombardeos. Finalmente la Luftwaffe es detenida por los pilotos de la RAF británica (Real Fuerza Aérea) y la poderosa aviación alemana vencida en la batalla de Inglaterra (1940-41).
Alemania también intenta el ahogo económico de los aliados por medio del bloqueo naval, alcanzando un alto nivel la técnica de los ataques submarinos. Cuando un submarino alemán detectaba un convoy mercante aliado, emitía por radio su posición e inmediatamente reunía a todos los submarinos cercanos como “manada de lobos” para cercar y hundir a los barcos enemigos.
Simultáneamente, Mussolini declara la guerra a Francia e Inglaterra, sobre todo para no quedar fuera del reparto del mundo que se veía venir, pero es realmente poco lo que puede aportar a la causa hitleriana. Con un ejército anticuado y una fuerza aérea irrelevante, sólo la marina italiana está preparada para la guerra, pero es descalabrada en varios combates navales, dejando a los ingleses el dominio del mar Mediterráneo. Desde Albania, el ejército italiano invade Grecia, pero los griegos contraatacan junto con los ingleses y pronto ocupan un tercio de Albania.
Desde las posesiones italianas también se invade, en este caso a las colonias inglesas, pero los británicos, apoyados por los anzacs (soldados de Australia y Nueva Zelanda) recuperan terreno, desalojando incluso a los italianos de Etiopía. Hitler tuvo que acudir en ayuda urgente de su aliado, conquistando Grecia y creando el Afrika Korps, destinado al norte de África. Mientras tanto, se incorporan a la alianza con Alemania e Italia otros países, como Hungría, Rumania, Eslovaquia y Bulgaria.
Comentarios