El periodista rosarino narró las entrevistas que mantuvo con el ex agente de inteligencia Eduardo Costanzo, que fue quien brindó los datos del traslado de la detenida-desaparecida Raquel Negro, de la Quinta de Funes al hospital militar de Paraná. En esos encuentros, el represor le dijo a Del Frade que creÃa que el varón de los mellizos habÃa muerto durante el parto, luego de enredarse en el cordón umbilical. Cuando se le preguntó la razón por la cual el represor brindó los datos, dijo que creÃa "que se terminaba la impunidad de la cual gozaba en ese momento. TenÃa una gran necesidad de blanquearse él y blanquear responsabilidades", remarcó.
Este miércoles también estaba citado a declarar en la causa el diputado nacional (MC) Miguel Bonasso, pero debido a otros compromisos no pudo viajar y pidió declarar por escrito. El tribunal decidió arbitrar las medidas para facilitar que Bonasso declare mediante una teleconferencia el viernes próximo, junto con la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien se encuentra fuera del paÃs.
Militar confirmó partos clandestinos
El militar retirado Joe VÃctor Erbetta, reveló que en el distrito militar de Paraná eran ingresadas detenidas polÃticas que luego eran derivadas a centros clandestinos de detención. En la décima jornada del juicio que investiga el funcionamiento de una maternidad clandestina en el hospital militar local, Erbeta dijo que desde 1973 hasta 1982 se desempeñó en el Distrito militar Entre RÃos, situado en la zona sur de Paraná.
El militar testificó que tiene un hermano desaparecido, que fue secuestrado en 1976 de la Facultad de IngenierÃa de la Universidad Católica Argentina (UCA) por efectivos de la PolicÃa Federal. "El 10 de septiembre de 1976 (el comandante de la 2da.Brigada de CaballerÃa Blindada, Juan Carlos) Trimarco me llamó a su despacho y me dijo que no busque más a mi hermano porque era un subversivo y me amenazó con un arma apuntándome a la cabeza", relató el ex militar ante el tribunal oral de Paraná. Recordó que también le prohibieron dirigirse a otros lugares del distrito y que sólo estaba autorizado a permanecer en su oficina.
Comentó que en ese lugar se realizaban "reuniones semanales con los jefes, en las que se comentaban temas vinculados con las detenciones, a las que asistÃa el director del hospital militar". Erbetta reconoció que hasta el lugar "personas que se identificaban como personal de inteligencia de Rosario, Santa Fe y Paraná, traÃan mujeres desde otros centros clandestinos de detención". También reveló que en 1979 "empezó a decaer ese ingreso, porque se decÃa que ingresaban por atrás del Ejército, de sur a norte". Cuando se le preguntó a qué lugar trasladaban a esas personas, Erbetta respondió que iban "a la sala de comunicaciones y a la Escuelita, donde habÃa personas detenidas por temas polÃticos, y otras al hospital militar".
Fuente: Télam / Redacción Rosario