El vuelo Alaska Airlines 261

También el 2 de febrero de 2000, en horas de la tarde, un avión McDonell Douglas MD-83 de Alaska Airlines en vuelo desde Puerto Vallarta a Seattle, con escala en San Francisco, cae abruptamente en picada al océano Pacífico desde unos 6.000 mt. de altura, frente a las costas de California, luego de haber informado su tripulación imprevistos problemas con los estabilizadores de cola, al control del aeropuerto de Los Angeles en donde era esperado para un aterrizaje de emergencia.

El accidente no arroja sobrevivientes entre sus 88 ocupantes. La compañia aérea goza de un excelente historial en materia de seguridad y la tripulación del vuelo era particularmente experimentada en esta ruta aérea. La recuperación horas mas tarde por parte de la marina y del servicio de guardacostas mediante robots submarinos de las grabadoras de vuelo de la nave supone la posibilidad de poder esclarecer las causas del siniestro.

A fines de 2002 la investigacion de la NTSB (National Transportation Safety Board) de EE.UU. concluye en que fallas atribuibles al mando de los estabilizadores de cola pusieron imprevistamente fuera de control a la nave haciendo inutiles los esfuerzos de la tripulacion para controlarla y lograr retornar a tierra. El desperfecto aunque muy infrecuente llevó a implementar modificaciones obligatorias de ingenieria por parte del fabricante a toda la flota de estas unidades en uso en el mundo.