Es por el caso del Hospital Militar de Paraná, donde la desaparecida Raquel Negro dio a luz. Los condenados son los ex militares Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano y el médico Zaccaría.
El Tribunal Oral Federal que investigó el funcionamiento de una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura declaró ayer culpables a cinco de los seis imputados de los delitos de sustracción de un menor y de adulteración de identidad, imponiendo penas de entre 5 y 14 años de prisión.
Los condenados fueron los ex integrantes del Batallón de Inteligencia 121 de Rosario Pascual Oscar Guerrieri (14 años de prisión), Jorge Alberto Fariña (13 años), Juan Daniel Amelong (13 años) y Walter Pagano (11 años). El médico del hospital militar Juan Zaccaría recibió una pena de 5 años. El ex militar Marino González, ex integrante de mismo batallón, fue absuelto.
Los condenados pidieron no estar presentes en la sala al momento de la lectura del fallo, que encontró a Guerrieri, Amelong, Pagano y Fariña coautores responsables de la sustracción del mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro y de alteración o supresión de su identidad.
Zaccaría, ex jefe de terapia intensiva del nosocomio castrense, fue considerado partícipe necesario del delito. El tribunal, integrado por los jueces Roberto López Arango, Lilia Carnero y Juan Carlos Vallejos, dispuso que Guerreri y Zacaría cumplirán prisión domiciliaria, mientras que los restantes irán a cárcel común.
Sin identidad. En la causa se investigó el robo y la sustitución de identidad de los hijos mellizos de la pareja de los militantes montoneros desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en marzo de 1978 en el hospital militar de la capital entrerriana.
La melliza mujer, quien fue dada en adopción y anotada como Sabrina Gullino luego de ser abandondana en un orfanato de Rosario, recuperó su identidad en 2008. El bebé varón continúa siendo buscado.
Según el represor Eduardo Costanzo, el chico está en el seno de la familia del militar Pablo Navone, quien se suicidó en Córdoba el día que debía declarar por esta causa.
Tras el fallo Gullino dijo estar "un poco sorprendida porque apostábamos a perpetua; igual estoy muy contenta de que se esté cerrando esta parte" de su historia. La joven dijo, además, que el juicio "aportó también el hecho de saber que el «Melli» está vivo y que tenemos herramientas para encontrarlo".
Recalcó que el proceso permitió desterrar la hipótesis de su hermano mellizo haya muerto a las pocas de nacer, como dijeron algunas versiones.
Muchos testigos. El juicio comenzó el 24 de agosto y durante la etapa de producción de prueba declararon 40 testigos entre periodistas, ex detenidos políticos, médicos, militantes de derechos humanos, ex agentes de la represión y familiares de Raquel Negro.
Durante los alegatos la Fiscalía había solicitado que Guerrieri sea condenado a la pena de 14 años de prisión, Fariña, Amelong y González a 13 y Zaccaría y Pagano a 11. Las querellas pidieron perpetua para todos. También habían solicitado que se revoque la prisión domiciliaria que goza Guerrieri.
Repercusiones. Funcionarios, militantes sociales y familiares de víctimas de la causa destacaron el fallo y resaltaron la importancia "histórica" del juicio para Entre Ríos.
El ministro de Gobierno de la provincia, Adán Bahl, aseguró que a partir del fallo "finalmente la provincia ingresa en la senda de la justicia, la verdad y la memoria".
El integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Iparraguirre, dijo que "es un triunfo del movimiento de derechos humanos". "Salió la verdad a la luz, así que para nosotros es una alegría enorme", completó el dirigente.
La luchadora por los derechos humanos y hermana de un desaparecido, María Luz Pierola, recordó por su parte que "hacía 30 años que veníamos peleando por esto".
"Vamos a ir por más", prometió antes de reconocer que "hemos logrado en Entre Ríos la condena de los genocidas, lo que no es poco", recalcó.
Hallan restos
Un equipo de antropólogos encontró restos humanos en el Batallón 14 de la ciudad de Toledo, Uruguay, donde se buscaban los cuerpos de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar (1973-1985) del país. Entre esos restos podrían estar los de María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, asesinada en Montevideo en 1977 tras dar a luz a su hija Macarena. Peritos adelantaron que por el tamaño del fémur hallado, el cadáver sería de un hombre.
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