Siete de las víctimas eran ingleses que iban a hacer trekking en el Himalaya, cinco eran chinos, y los seis restantes, nepaleses. Un águila habría sido la causante.
Poco pudieron hacer los pilotos luego de percibir el impacto y el repentino aumento de la temperatura de los motores. Intentaron sin éxito retornar al Aeropuerto Internacional de Tribhuvan, del que habían despegado pocos minutos antes.
La nave de la compañía Sita Air se convirtió en una bola de fuego y terminó cayendo en el borde de un río a las 06:30 hora local, en la zona sur de Katmandú, capital del país y desde donde provenía el vuelo.
El destino era Lukla, la puerta de entrada al Monte Everest. Desde ahí iba a salir la expedición de trekking. Pero la aeronave sólo llegó a volar un kilómetro.
Es la segunda tragedia que se produce en la zona del Himalaya en pocos días. Por un alud habían muerto nueve montañistas.
Minutos antes de caer, el piloto se comunicó con la torre de control y les contó que había impactado un águila, la causante del aumento de temperatura que desencadenó las llamas.
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