El atentado contra la Policía Federal Argentina en 1976 llevado a cabo el 2 de julio de ese año, sucedió cuando un artefacto explosivo cuya colocación se atribuyó la organización Montoneros estalló en la Superintendencia de Seguridad Federal (también conocida como Coordinación Federal) de la Policía Federal, en la ciudad de Buenos Aires,Argentina, causando el derrumbe del techo del comedor en momentos en que el lugar se hallaba lleno de oficiales almorzando. Murieron 23 personas, incluyendo una civil que se encontraba de visita, y unas 60 resultaron heridas.
Antecedentes
La organización Montoneros, que fue el brazo armado del ala izquierda del peronismo actuó desde fines de los 60; sus objetivos iniciales fueron la desestabilización del gobierno de facto autodenominado "Revolución Argentina" y el retorno al poder del general Juan Domingo Perón. Posteriormente, una vez que asumió la presidencia Héctor José Cámpora sus acciones se dirigían a la instauración en la Argentina de un sistema político que denominaban "socialismo nacional", al que consideraban como la evolución histórica natural del peronismo, de acuerdo a la formación política y militar recibida en Cuba por sus dirigentes.
Si bien durante sus primeros años recibieron el apoyo de Perón y de buena parte del Movimiento Peronista, el líder fue virando en sus acciones hacia el ala derecha de su movimiento, brindándole más apoyo a los sectores sindicales, y eso creó planteos por parte de la cúpula de montoneros que no fueron bien vistos por el general.
Con el asesinato del líder sindical José Ignacio Rucci, que los Montoneros ejecutaron en la puerta de su casa, quisieron disputarle el liderazgo al General Perón. El 1 de mayo de 1974, en un discurso histórico, su líder los rechazó en la Plaza de Mayo al llamarlos «imberbes».
La Conducción Nacional de Montoneros decidió el pase a la clandestinidad, lo que fue reconocido formalmente en una conferencia de prensa secreta en el mes de septiembre de 1974. Desde finales de ese año los Montoneros sufrieron un gradual aislamiento de la base popular peronista y del resto de la sociedad argentina, por su traición al líder del Movimiento Peronista, y al continuar con sus acciones violentas fueron perseguidos y asesinados por la Alianza Anticomunista Argentina (triple A), organizada desde el estado, en forma indiscriminada, lo cual mermó y produjo una verdadera diáspora de militantes. Fueron más de 90 [cita requerida] los asesinados en esa etapa constitucional sin importar el grado de compromiso que hayan tenido en la lucha armada.
A partir del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, el Estado lanzó una brutal persecución contra los sectores de la sociedad que apoyaban la guerra revolucionaria. Ya en los primeros días posteriores al golpe empezaron a producirse las primeras desapariciones forzadas de personas. La dictadura empleó métodos clandestinos, similiares a los de Montoneros, pero desde el estado, para reprimir a sus percibidos adversarios, montando una estructura ajena a todo control legal. Este plan sistemático implicaba la existencia de centros clandestinos de detención; uno de estos centros ocupó los pisos quinto, sexto y séptimo del edificio de la Superintendencia, donde también funcionaba el «Grupo de tareas 2» (GT 2), encargado de acciones clandestinas de represión en la ciudad de Buenos Aires y que también aportaba personal a otros grupos de tareas intervinientes en la represión, como por ejemplo el de la Escuela de Mecánica de la Armada (GT 3.2).
Poco después del golpe de estado, Montoneros continuó con atentados contra objetivos militares y policiales, denominando a ésta etapa contraofensiva.1 El 18 de junio mataron al jefe de la Policía Federal, general Cesáreo Ángel Cardozo, mediante una bomba de 700 gramos de TNT colocada debajo de su cama, hiriendo también gravemente a su esposa.
El Ataque
El ataque con explosivos había sido planeado para el 4 de junio8 e iba a ser llevado a cabo por un combatiente de Montoneros infiltrado en la policía,3 pero se postergó para el 2 de julio. Alrededor del mediodía de ese día, el agente encubierto ingresó al edificio de la calle Moreno 1417 llevando oculta en un bolso una «bomba vietnamita» compuesta de 9 kilos de TNT y 5 de bolillas de acero. El artefacto explosivo fue colocado en una silla y cubierto por un abrigo, el guerrillero activó el detonador de tiempo y se retiró del edificio alrededor de las 13:00. A las 13:20 se produjo la explosión.
El mismo día, Montoneros emitió un «parte de guerra»:
Buenos Aires, 2 de julio de 1976 A nuestro pueblo: En la mañana del día de la fecha, el pelotón de combate “Sergio Puiggros” del Ejército Montonero, aprovechando una falla en el dispositivo de vigilancia y control de la Superintendencia de Seguridad Federal (ex Coordinación Federal), colocó en su sede central un artefacto explosivo. Cumplida su misión, los compañeros se retiraron sin novedades y, posteriormente, tal como estaba planificado, el artefacto detonó a las 13.20 en el comedor de esa dependencia. Los medios de información del Ejército Montonero estiman en 85 el número de bajas causadas al enemigo, de los cuales 25 son muertos. No se descarta el que esta cifra pueda llegar a ser superior. Los daños causados al edificio son importantes, estimándose que la capacidad operativa de este centro represivo quedó seriamente afectada por un lapso de tres meses. Este hecho de guerra demuestra —como lo demostraron en su momento, las ejecuciones de los torturadores Villar y Cardozo— que no puede haber lugar seguro para los que responden a la resistencia de los trabajadores con el secuestro, el asesinato y la tortura. Viva la patria. Hasta la victoria final. MONTONEROS
Víctimas
Oficial ayudante Alejandro Castro
Cabo Ernesto Agustín Suani
Cabo Primero Carlos Shand
Sargento Juan Paulik
Sargento Rafael Modesto Muñiz
Sargento Bernardo Roberto Tapia
Supernumerario David Ezequiel Di Nuncio
Oficial Inspector David Ron
Suboficial auxiliar José Hilario Carrasco
Sargento María Esther Pérez Canto
Sargento (R) Romualdo Rodríguez
Sargento Bernardo Roberto Zapi
Agente José Roberto Iacovello
Agente Juan Carlos Blanco
Agente Alicia Esther Lunati
Agente Ernesto Alberto Martinzo
Cabo Genaro Bartolomé Rodríguez
Sargento Adolfo Chiarini
Cabo Elba Hilda Gazpio
Cabo Vicente Iori
En los días siguientes a la explosión murieron las siguientes personas:
Supernumerario Ramón Arias, el 7 de julio.
Sargento María Olga Pérez el 9 de julio.
Oficial ayudante Héctor Castro, el 11 de julio.
Represalias
Como represalia, un número no precisado de personas detenidas ilegalmente en dependencias policiales y militares, presuntamente ligadas a la organización Montoneros, fueron asesinadas en los días que siguieron al atentado. Da cuenta de ello el número de cadáveres NN ingresados en la Morgue Judicial de Buenos Aires entre los días 3 y 7 de julio de 1976: cuarenta y seis (cuando la media, durante años, había sido de uno o dos por día), casi todos con causa de muerte «Heridas de bala en cráneo, tórax, abdomen y pelvis, hemorragia interna». Otros treinta cuerpos de personas secuestradas aparecieron dinamitados en la localidad de Fátima, cercana a la ciudad de Buenos Aires, episodio conocido como la Masacre de Fátima.
La masacre de los sacerdotes y seminaristas Palotinos de la parroquia San Patricio en el barrio porteño de Belgrano, fue considerada como una represalia por el atentado al comedor policial.
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