El asesinato de Olof Palme, primer ministro de Suecia, tuvo lugar el viernes 28 de febrero de 1986 en Estocolmo, Suecia a las 23:21 CET (22:21 UTC). Palme fue asesinado mientras volvÃa caminando del cine a su casa con su mujer Lisbet Beck Friis, por una de las calles principales del centro de Estocolmo, Sveavägen. En ese momento la pareja no llevaba guardaespaldas. Un hombre se acercó a ellos y disparó a quemarropa sobre la espalda del primer ministro, que murió a los pocos minutos.
Desde aquel momento y hasta la actualidad y debido a que el crimen nunca ha sido resuelto, se han apuntado múltiples teorÃas, que con mayor o menor apoyo probatorio han rastreado un móvil polÃtico tras el magnicidio. Si la primera detención apuntaba a grupos ultraderechistas suecos, posteriormente se han barajado entre otras, la autorÃa de una rama del PKK kurdo, o la de los servicios secretos sudafricanos del apartheid. Otras teorÃas, menos contrastadas, implicaban en el crimen a extremistas chilenos de ultraderecha o al grupo alemán Baader-Meinhof.
Sin embargo, una única persona ha sido condenada por el asesinato de Palme. Dos años después del acontecimiento, Christer Pettersson, un drogadicto y delincuente de poca monta fue detenido, juzgado y condenado por el asesinato,​ principalmente gracias al testimonio de Lisbet Palme, que lo reconoció como el autor de los disparos.​ Sin embargo, la condena fue anulada posteriormente por el Tribunal Supremo sueco por falta de pruebas.
El asesinato habrÃa prescrito el 28 de febrero de 2011, al pasar 25 años desde su comisión. Sin embargo, en 2010 el Parlamento sueco decidió suprimir la prescripción de los delitos muy graves, entre ellos el asesinato, evitándolo.
La noche del asesinato
La decisión de ir al cine
Porción oeste de Tunnelgatan, ruta por donde escapó el asesino (tras el asesinato, toda la porción de Tunnelgatan situada al este de Sveavägen fue rebautizada como Olof Palmes Gata, "calle Olof Palme").
Palme y su esposa decidieron ir aquella noche al "Grand Cinema" con muy poca antelación. Lisbet Palme habÃa comentado que podrÃa ir al cine con su marido durante la tarde, cuando estaba trabajando, y llamó a su hijo MÃ¥rten a las cinco para hablar de la pelÃcula que se proyectaba en el "Grand Cinema", Bröderna Mozart (Los hermanos Mozart, dirigida por Suzanne Osten). Olof Palme no conoció esos planes hasta que llegó a casa a las seis y media, cuando habló con su hijo por teléfono.​ Para ese momento, Palme ya habÃa rechazado la protección del servicio de seguridad. Finalmente Olof y Lisbet decidieron reunirse con MÃ¥rten y su esposa, que ya habÃan comprado entradas. Tomaron la decisión aproximadamente a las ocho de la noche. Después del asesinato, la policÃa registró el piso de Palme, además de los lugares de trabajo de Lisbet y MÃ¥rten en busca de dispositivos de vigilancia ocultos, pero no encontraron ninguno.
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Grand Cinema
El "Grand Cinema", situado en la avenida Sveavägen en Estocolmo, desde donde iniciaron su paseo los Palme. El asesinato se produjo tras caminar unos 400 metros hasta el cruce con Tunnelgatan.
A las ocho y media los esposos salieron de su apartamento sin protección, de camino a la estación de metro de Gamla Stan. Varias personas presenciaron ese breve paseo a la estación y, según la investigación de la policÃa, se fijaron en la ausencia de guardaespaldas. Era una costumbre relativamente frecuente en Palme, el cual, a pesar del puesto que ocupaba, intentaba hacer una vida normal. La pareja tomó el metro hasta la estación RÃ¥dmansgatan, un trayecto de tres estaciones desde Gamla Stan. Desde ahà caminaron al cine. Se encontraron con su hijo y su mujer fuera de éste a las nueve. Olof Palme aún no habÃa comprado las entradas y casi no quedaban. Sin embargo, al reconocer al primer ministro, el taquillero quiso que la familia Palme se sentara en las mejores sillas, y les vendió las butacas reservadas al director del cine.
El asesinato
Después de ver la pelÃcula, la familia Palme se quedó fuera del cine durante unos momentos, separándose a las once y cuarto. Aunque la temperatura era frÃa y su hijo les dijo que tomaran un taxi, prefirieron pasear. El matrimonio se dirigió en dirección sur por la acera oeste de Sveavägen, hacia la estación de metro de Hötorget. Cuando llegaron a Adolf Fredriks kyrka ("La iglesia de Adolfo Federico"), cruzaron la calle Sveavägen y continuaron caminando por la acera opuesta. Pararon durante un momento para mirar algo en el escaparate de una tienda antes de enfilar hacia la entrada de la estación de metro.
A las 23:21 CET, a muy poca distancia de la entrada de la estación, un hombre descrito por la policÃa como de 35 a 40 años, de cabellera tupida y vestido con un abrigo oscuro (posteriormente se identificarÃa como una chaqueta de esquà azul)​ apareció y disparó a Palme a quemarropa. El primer ministro fue alcanzado por dos tiros, uno en la espalda que le atravesó el pecho, y otro en el abdomen. Uno de ellos hirió levemente a su esposa en la espalda. Después, el agresor salió corriendo hacia el este por la calle Tunnelgatan, subió las escaleras a la calle Malmskillnadsgatan y cruzó hacia la calle David Bagares gata, donde fue visto por última vez.
Anders Delborn, un taxista testigo de la escena, usó su radio para dar la voz de la alarma.8​ Dos jóvenes que se encontraban cerca del escenario del tiroteo auxiliaron al herido: uno intentó realizarle el boca a boca, y la otra intentó un masaje cardÃaco que llegó a reanimarle unos segundos. Aunque tanto la policÃa como una ambulancia llegaron en pocos minutos y Palme fue llevado de inmediato al hospital Sabbatsberg, ingresó ya cadáver (a las 00:06 del 1 de marzo de 1986). Los disparos recibidos habÃan rasgado la aorta y afectado a la columna vertebral.
La investigación
Un Smith & Wesson Modelo 19-5 calibre .357 Magnum, muy similar al utilizado en el crimen. El modelo de la foto tiene un cañón de 4", mientras el utilizado en el asesinato era de 9".
El asesinato de Palme no se ha resuelto, lo que ha dado lugar a numerosas teorÃas alternativas en torno a los hechos, con mayor o menor apoyo probatorio. Muchas de ellas se basan en las firmes posturas defendidas por Palme en polÃtica internacional, que le habrÃan creado numerosos enemigos.
En todo caso, la investigación avanzó dando tumbos desde el inicio (en la que se sucedieron errores como el no acordonar la zona adecuadamente, lo que pudo eliminar pistas; de hecho uno de los dos cartuchos fue encontrado, por esa razón, por un turista indio). Algún autor ha apuntado «la investigación fue una auténtica chapuza desde el primer momento. No acordonaron la zona, dejaron escapar a los culpables, las filtraciones eran constantes, el sumario se traspapelaba…». La alarma nacional tardó una hora y media en decretarse, lo que pudo asimismo facilitar la huida del autor en un paÃs pequeño como Suecia.
La primera detención apuntaba a la ultraderecha sueca (el hombre de 33 años), pero pronto fue descartada. Posteriormente el empeño del comisionado de policÃa de Estocolmo Hans Holmér en la pista kurda acabó en fiasco. La detención y juicio de Petterson también concluyeron en fracaso. Tras esas tres lÃneas de investigación, se han sucedido declaraciones inculpatorias, rumores y teorÃas más o menos cercanas a la conspiración.
Un elemento a favor de las teorÃas que implicasen un complot a gran escala fueron las declaraciones de los policÃas a cargo de la investigación de que las balas disparadas con el arma homicida (un Smith & Wesson .357 Magnum) pertenecÃan al tipo rompedor, poco habitual en la época y susceptibles de atravesar un chaleco antibalas. Posteriormente esta afirmación acerca de su rareza serÃa desmentida por otras fuentes.
Otro de los elementos que no han permitido cerrar el caso es precisamente la falta del arma homicida. Durante años, la policÃa ha investigado cientos de revólveres Smith & Wesson calibre .357 Magnum en su busca. En 2006, siguiendo una pista enviada al periódico Expressen, se recuperó un revólver de ese tipo de un lago en Dalecarlia, en el centro de Suecia. El número de serie confirmó que habÃa sido empleado en 1983 en un atraco a una oficina de correos en Mockfjärd.
La llamada pistola Mockjärd ya se buscaba desde hacÃa años en relación con ambos delitos, debido a que la composición quÃmica de las balas utilizadas tanto en el magnicidio como en el atraco coincidÃan.​ El arma se envió al Laboratorio Nacional de Ciencia Forense en Linköping; sin embargo, éste concluyó que las pruebas realizadas no podÃan confirmar su utilización en el asesinato de Palme, dado el avanzado estado de corrosión en que se encontraba.
A continuación se encuentran, por orden cronológico, las lÃneas de investigación principales que siguieron las autoridades suecas.
El hombre de 33 años
Los lugareños depositan flores en el lugar del asesinato.
Un extremista de derechas sueco, Victor Gunnarsson (los medios de comunicación lo denominaron 33-Ã¥ringen, "el hombre de 33 años", dado que estaba prohibido publicar el nombre hasta que fuese demostrada la culpabilidad)​ fue detenido en relación con el asesinato por primera vez el 8 de marzo, aunque fue liberado esa misma tarde. De nuevo fue detenido el 12 de marzo y puesto bajo custodia el dÃa 17.​ Gunnarsson se encontraba cerca de la escena del crimen en el momento de su comisión,​ se afirmaba que disponÃa de un revólver parecido al utilizado y habÃa expresado en varias ocasiones su odio a Palme.
Sin embargo, Gunnarson fue liberado el 11 de abril, tras una disputa entre la policÃa y los abogados del detenido.​ Se acusó a la policÃa de haber forzado los testimonios e incluso de amañar pruebas para encontrar un culpable ante la presión de la sociedad sueca. Aunque continuó siendo objeto de escuchas telefónicas durante un tiempo,​ sólo unos meses más tarde del asesinato, el 16 de mayo de 1986, el fiscal decidió cerrar la investigación sobre el que fue el primer detenido con relación al crimen.
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Gunnarsson tenÃa vÃnculos con varios grupos extremistas, entre ellos el Partido Europeo del Trabajo (Europeiska arbetarpartiet), la rama sueca del Movimiento LaRouche.30​ Se encontraron folletos hostiles a Palme en su casa, ubicada en las afueras de Estocolmo.
Posteriormente, Gunnarsson se trasladarÃa a los Estados Unidos, donde murió asesinado ocho años después, aparentemente en un crimen pasional sin relación alguna con el caso. Sus conocidos afirmaron que habÃa confesado el asesinato de Palme.
La pista kurda
Bandera del Partido de los Trabajadores de Kurdistán. La pista kurda monopolizó los esfuerzos de la polcÃa sueca durante algún tiempo.​
Hans Holmér era el comisionado de la policÃa de Estocolmo en el momento del asesinato de Palme. En las semanas posteriores al asesinato obtuvo mucha notoriedad por su poco usual forma de llevar la investigación.
Fue el promotor de la llamada pista kurda, proporcionada de la inteligencia sueca (supuestamente de su agente Bertil Wedin), y según la cual el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) habrÃa sido responsable del asesinato. Según unas cintas grabadas a militantes de Estocolmo y Hamburgo, en las que se hablaba de una "boda" cuyos preparativos deberÃan culminarse, supuesto lenguaje en clave para referirse a la operación que acabarÃa con la vida de Palme.​ Esta hipótesis causó la detención de varios kurdos residentes en Suecia relacionados con el PKK. No obstante, la lÃnea de investigación basada en esta pista no llevó a la resolución del caso y finalmente acabó con Holmér siendo apartado de la investigación.
La pista kurda acabó incluso provocando la caÃda de la ministra de Justicia, Anna-Greta Leijon, por haber autorizado una investigación al margen de la oficial cuando la lÃnea de investigación se abandonó (el denominado escándalo Ebbe Carlsson, por el nombre del editor y periodista que financiaba dicha investigación paralela).
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La pista kurda se reavivó en 1998, gracias a la confesión de un antiguo comandante desertor del PKK, Semdin Sakik, que aseguró que el PKK habÃa asesinado a Palme, confirmando la teorÃa de la "Operación Boda".​ Posteriormente, en abril de 2001, un equipo de agentes de la policÃa sueca entrevistó en una prisión turca al lÃder del PKK Abdullah Öcalan acerca de unas afirmaciones que éste realizó en 1999 durante el juicio celebrado en TurquÃa contra él. Preguntado acerca de la implicación en el asesinato de Palme del PKK, dirigido por Öcalan en aquellas fechas, afirmó que él únicamente habÃa sido informado de que una escisión de dicho partido, el PKK Rejin encabezado por su exmujer Kesire Yildirim, habrÃa cometido el asesinato. "Han intentado cargarme con esa conspiración", afirmó.
En el curso de ese juicio Öcalan realizó múltiples acusaciones de las que carecÃa de pruebas.​ La visita del equipo a TurquÃa fue en vano.
En 2007 surgieron nuevas afirmaciones sobre la complicidad del PKK en el asesinato de Palme durante la investigación Ergenekon, en curso desde octubre de 2008.
Christer Pettersson, el loco suelto
Pegatina con un dibujo del rostro de Christer Petterson, basado en la foto de su ficha policial distribuida a la prensa tras su detención.
En diciembre de 1988, casi tres años después de la muerte de Palme, Christer Pettersson, un delincuente de poca monta, drogadicto y alcohólico con una lesión cerebral, que previamente habÃa sido detenido por homicidio sin premeditación, fue detenido por el asesinato de Palme.​ Fue reconocido por Lisbet Palme en una rueda de reconocimiento como el asesino.​
En el juicio, declararon numerosos testigos, la mayorÃa de ellos pertenecientes al bajo mundo de Estocolmo, que en alguna ocasión incluso se desdijeron de declaraciones inculpatorias.​ Pettersson fue juzgado y condenado en primera instancia por el asesinato (ocho miembros formaban el jurado, dos "técnicos" juristas y seis sin formación jurÃdica; los primeros votaron por la absolución y los segundos por la condena)​ pero posteriormente fue absuelto e indemnizado por el Tribunal Supremo sueco.
Su apelación tuvo éxito por tres razones principales: la falta del arma homicida, la inexistencia de un móvil claro y las dudas acerca de la fiabilidad del testimonio de la esposa de Palme.​ Sobre ese último punto, un comentario espontáneo de Lisbet durante la confrontación ocular con el acusado, sobre su condición de alcohólico, pudo haberle restado credibilidad.
A finales de la década de 1990 se dieron a conocer nuevas pruebas contra Pettersson, que dieron pie a que la fiscalÃa pidiera la reapertura del juicio contra Petterson. Una de ellas consistÃa en el testamento entregado a su abogado, Pelle Svensson, por un compañero de celda de Petterson fallecido en 1993, Lars Tingström. En él se contendrÃa información suficiente para condenar a Petterson, incluyendo datos sobre el arma del crimen, que identificaba como un revólver Magnum y que estarÃa en manos del acusado la noche del crimen.​
Otro testimonio, procedente de un vendedor de armas que también habÃa muerto, incluÃa la afirmación de que entregó un revólver de la misma marca y calibre que el utilizado a Pettersson.​ Finalmente, también se conoció una confesión hecha por carta por el propio Petterson. La fiscal principal, Agneta Blidberg, sopesó reabrir el caso. Sin embargo reconoció que únicamente con una confesión no serÃa suficiente:
[Petterson] deberÃa decir algo sobre el arma homicida, porque el tribunal de apelaciones puso esa condición en su fallo. Esa serÃa la única prueba que se podrÃa citar como una razón para reabrir el caso.
El caso legal contra Pettersson quedó por tanto cerrado.
En febrero de 2006 el canal de televisión de Suecia SVT emitió un documental en el que los socios de Pettersson afirmaban que éste habÃa confesado su papel en el asesinato, explicándoles que habÃa sido un caso de confusión de identidad. Pettersson habrÃa querido matar a un traficante de drogas que caminaba, con una ropa parecida, por la misma calle que Palme aquella noche. El programa también sugerÃa que habÃa habido más vigilancia policial que la reconocida, debida precisamente a las actividades relacionadas con las drogas en la zona. La policÃa habrÃa tenido varios agentes en pisos y coches en Sveavägen, pero cuarenta y cinco minutos antes del asesinato se habrÃan retirado.
A la luz de estas últimas revelaciones, la policÃa sueca emprendió la revisión del caso. No obstante, el periódico Dagens Nyheter del 28 de febrero de 2006 ridiculizó el documental, alegando que el director del mismo habÃa fabricado afirmaciones, omitiendo otras pruebas contradictorias.
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En 2007 se hizo público que Pettersson habrÃa confesado en 1986 por carta el asesinato a su novia.Sin embargo, los expertos dudan que únicamente la "confesión" de Pettersson llevase al cierre definitivo del caso.
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Christer Pettersson murió el 29 de septiembre de 2004, de una hemorragia cerebral.
​ Lisbet Palme siempre ha sostenido que fue el responsable del magnicidio.
Yo sé que lo que yo digo ahora ya no tiene relevancia, pero yo sé quien es el asesino. Como no se condenó a nadie tal vez existe la idea de que el asesino de Olof Palme no existe, pero esa no es la verdad. La realidad es que existe un culpable. Lisbet Palme, sobre Christer Petterson.
La teorÃa sudafricana
La oposición de Palme al régimen del apartheid, posible móvil tras la pista sudafricana. En la placa: Estos locales públicos y los servicios de los mismos están reservados para el uso exclusivo de personas blancas.
Diez años después del asesinato, a finales de septiembre de 1996, el coronel Eugene de Kock, exjefe de los servicios de seguridad surafricanos, declaró ante la Comisión de la Verdad de Pretoria que Palme habÃa sido asesinado porque "se habÃa opuesto firmemente al régimen del apartheid, y Suecia habÃa ayudado económicamente de forma sustancial al Congreso Nacional Africano".50​51​ De Kock llegó a afirmar que conocÃa al responsable del asesinato de Palme, al que identificó como Craig Williamson, un excolega y superespÃa sudafricano.4​ Williamson serÃa el responsable de la llamada Operación Long Reach, nombre del plan diseñado para asesinar a Palme.
Unos dÃas después Dirk Coetzee, jefe de Williamson y predecesor de De Kock, identificó a Anthony White como el asesino de Palme. White era un antiguo miembro de las fuerzas especiales de la Rodesia de la segregación racial, con vÃnculos con los servicios de seguridad de Sudáfrica, que residirÃa en el norte de Chipre desde 1985. En octubre de 1996, los investigadores policiales suecos fueron a Sudáfrica, pero no pudieron conseguir pruebas para corroborar lo que De Kock habÃa afirmado.
Un libro publicado en 2007 sugirió que un agente del Departamento de Cooperación Civil de alto rango, Athol Visser (conocido como 'Iván el Terrible') fue el responsable del planeamiento y ejecución del plan para asesinar a Palme.
Otras teorÃas
La Fracción del Ejército Rojo
Logotipo de la Fracción del Ejército Rojo alemana.
La Fracción del Ejército Rojo (RAF) alemana, conocida también como la banda Baader-Meinhof, asumió la responsabilidad por el asesinato de Palme a través de llamadas telefónicas a una agencia de noticias de Londres y a cuatro diplomáticos suecos en Bonn. Supuestamente le habrÃan asesinado porque era el primer ministro sueco durante el asalto a la embajada alemana en Suecia en 1975, que resultó un fracaso para la RAF. Afirmaron que el asesinato fue realizado por el 'comando Holger Meins'. Los medios jurÃdicos de la RFA dieron cierta credibilidad a dichas llamadas en un primer momento. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna prueba de dicha autorÃa, considerándose una maniobra propagandÃstica de dicho grupo.
La pista chilena
El periodista sueco Anders Leopold, en su libro de 2008 Det svenska trädet skall fällas ("El árbol sueco debe ser derribado"), afirmó que el nacionalista chileno Roberto Thieme, exyerno del dictador Augusto Pinochet, fue el asesino de Olof Palme.​ Thieme encabezaba el ala más "dura" de Patria y Libertad, una organización polÃtica de extrema derecha. Según Leopold, Palme fue asesinado porque habÃa dado asilo polÃtico a numerosos chilenos de izquierdas después del golpe que derrocó a Salvador Allende en 1973. No hay ninguna evidencia de las conjeturas que apuntan a Chile, más allá de las declaraciones de otro agente de la DINA, Michael Townley, que afirmó haber recibido órdenes para asesinar a Palme durante una visita a Madrid, y que éste estarÃa incluido en una lista negra de personas a eliminar por sus crÃticas al régimen chileno.
El tráfico internacional de armas. Bofors: la India y la guerra Irán-Irak
En alguna ocasión se ha relacionado el asesinato con un crimen de caracterÃsticas mafiosas relacionado con un caso de soborno que implicarÃa a la empresa fabricante de armas sueca Bofors (el conocido como affair Bofors). El escándalo estaba relacionado con el pago de más de cuarenta millones de dólares en sobornos a funcionarios y polÃticos indios para obtener la concesión de un contrato de suministro de obuses por un valor de 1.400 millones de dólares. El escándalo acabarÃa por hacer caer al gobierno de Rajiv Gandhi.
En 1987 la televisión sueca emitió un documental (The Bofors Affairs) en el que se detallaban las exportaciones ilegales de Bofors, en particular la efectuada con la India en 1986, y especulaba con el conocimiento que Palme pudiera tener de dichas operaciones.En su libro de 2005 Blood on the snow: the killing of Olof Palme ("Sangre en la nieve: el asesinato de Olof Palme"), el novelista e historiador aficionado Jan Bondeson daba credibilidad a la relación con el tráfico de armas del asesinato.
Parte de la relevancia otorgada a esta teorÃa tiene que ver con la coincidencia de que, el dÃa de su muerte, Palme se reunió con el embajador iraquà en Suecia, Mohammed Said Al Sahaf. Éste le habrÃa informado de que Bofors habÃa estado suministrando misiles tierra-aire a Irán en la guerra irano-iraquÃ, pese a estar prohibido para cualquier compañÃa sueca vender armas a paÃses en guerra. Asimismo, le habrÃa dado a conocer los datos de la venta de armas a la India, confirmando los sobornos a autoridades públicas.
En todo caso algunas personas relevantes han manifestado su convencimiento sobre la relación del crimen con la venta de armas. Entre ellas, la presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, Anna Balletbó («Suecia es un paÃs neutral, pero exporta armamento. Cuando estaba en la oposición, Palme fue mediador de Naciones Unidas en la guerra Irak-Irán, y cuando regresó al poder en 1982 decidió que no se vendieran armas a ninguna de las partes»).​ El propio secretario general de la ONU en aquella época, Javier Pérez de Cuéllar, lamentaba haber permitido a Palme seguir mediando en temas de desarme cuando inició su segunda época como primer ministro.
Otras
b h tPalme en una manifestación contra la guerra de Vietnam, en 1968, cuando era Ministro de Educación. Junto a él, el embajador norvietnamita Nhuyen Tho Chyan. Sus posturas en polÃtica internacional se han sugerido insistentemente como móvil del eventual complot para asesinarle.
Las teorÃas sobre el asesinato de Palme han apuntado en múltiples direcciones, algunas de ellas mezclando varias lÃneas de investigación. En algún momento se ha apuntado a una posible responsabilidad de la CIA, los servicios secretos ingleses o el Mossad israelÃ, todas ellas en colaboración o no con la ultraderecha sueca.
Dichas sugerencias tendrÃan como móvil la decidida actitud crÃtica del primer ministro sueco ante algunas de las polÃticas del bloque occidental durante la Guerra FrÃa. Especialmente duro se mostró contra la polÃtica estadounidense en Vietnam, cuando en 1972 llegó a comparar los bombardeos sobre Hanoi con los mayores horrores del siglo XX, como el bombardeo de Guernica, los campos de concentración nazis como Treblinka o la masacre de Katyn.​ Ello provocó la expulsión del embajador sueco en EE. UU. por el entonces presidente estadounidense Richard Nixon.
Nuevas pistas: los servicios secretos yugoslavos
Durante la propia noche del asesinato uno de los rumores desatados implicaba a dos presuntos asesinos croatas, relacionados con la extremista Ustacha.​ De hecho, dos hombres de origen yugoslavo, uno de ellos al parecer con cierto parecido con el retrato-robot del asesino, fueron retenidos en el puerto danés de Helsingor cuando desembarcaban desde Suecia, aunque fueron puestos en libertad sólo unas horas después. La policÃa declaró tener la certeza de que no estaban implicados en el crimen, y la pista quedarÃa debilitada por la confirmación de que se habÃa tratado de un único asesino.
En 2008, un reportaje de la revista alemana Focus desvelaba nuevas pistas.​ Según estas informaciones, un asesino a sueldo de la UDBA, los servicios secretos yugoslavos de la época, habrÃa matado a Palme para cargar la culpa a organizaciones derechistas croatas, a fin de desacreditarlas. Asà se desprendÃa de las declaraciones de Vinko Sindicic, condenado en 1988 en Escocia por el intento de asesinato de un lÃder nacionalista croata. Sindicic identificó al asesino como Ivo D.; en el momento de dicha declaración éste residÃa en Hamburgo. Asimismo, declaró que el arma homicida habÃa sido transportada de contrabando a Estocolmo por vÃa marÃtima desde los Estados Unidos.
Según la información publicada por Focus, el servicio secreto alemán envió a la Comisión Palme, encargada de investigar el crimen, un detallado dossier con las declaraciones de Sindicic. Sin embargo, la policÃa sueca tardó ocho meses en solicitar información vÃa Interpol a la policÃa bávara sobre Ivo.​ En ese tiempo el sospechoso se trasladó a Zagreb, donde residÃa en 2011. Aunque la policÃa sueca informó en su momento de que conocÃa dicho testimonio y lo habÃa descartado, el investigador al frente de la Comisión Palme, Stig Edqvist, confirmó que la pista serÃa de nuevo tenida en cuenta.
Estado actual
Olof Palme, a principios de los años 70.
El asesinato de Olof Palme ha dado lugar a la formación en Suecia de tres comisiones gubernamentales. La última publicó un extenso informe el 29 de junio de 1999 en el que criticaba duramente la investigación del crimen, que habrÃa subestimado o incluso ignorado numerosos indicios (refiriéndose expresamente a una posible conexión entre policÃas suecos y sudafricanos con ideologÃa de extrema derecha).
Desde la comisión del asesinato hasta la actualidad ha habido un grupo de la policÃa sueca (el "grupo Palme") dedicado a la investigación del magnicidio. El policÃa a su cargo desde 1997, Stig Edqvist, señaló en 2011 que el grupo no se disolverÃa hasta el dÃa que no haya nada más que investigar, cuando hayamos agotado todas las alternativas. Pero no hemos llegado a ese punto todavÃa. No se han dejado de recibir informaciones o nuevas pistas y teorÃas sobre el crimen.
Cifras
Se llegaron a acumular 17Â 500 pistas acerca del asesinato.
Hasta 2011, 130 personas se habÃan autoinculpado del crimen.
En los veinte primeros años de investigación, ésta costó alrededor de 350 millones de coronas suecas.​ Solo durante el primer año la investigación del asesinato costó más de 20 millones de coronas.​
El número total de páginas acumuladas durante la investigación llegó a las 700 000.
El 4 de marzo de 1986 se ofreció una primera recompensa de 500 000 coronas suecas. Posteriormente, el 12 de noviembre de 1987 el gobierno incrementó esa cantidad hasta un máximo de 50 millones de coronas suecas para quien ofreciera pistas que condujesen a la resolución del caso.