¿Qué es la Anorexia Nerviosa y la Bulimia?
La anorexia nerviosa se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético. Sobreviene la irregularidad menstrual y más tarde la amenorrea o la impotencia en varones.
La anorexia nerviosa era un trastorno conocido en épocas antiguas. Asà se describe en la edad media en la vida de algunas santas como Liduina de Shiedam, una santa del siglo XIV, o la santa Wilgefortis, hija del rey de Portugal, que ayunó y rezó a Dios rogándole le arrebatara su belleza para asà ahuyentar la atención de los hombres, siendo adoptada en algunos paÃses de Europa como santa patrona por aquellas mujeres que Deseaban verse libradas de la atención masculina. En 1694, sé describió la "consunción nerviosa", considerándose ésta la primera Descripción clÃnica de dicho trastorno. Pero fue Gull quien utilizó por primera vez la expresión anorexia nerviosa en una conferencia Pronunciada en Oxford. En la misma época, y de modo casi Simultáneo, se produce la descripción de la enfermedad, calificándola de inanición histérica y considerándola al igual que Gull, una
A principios del siglo XX, la anorexia nerviosa empieza a tratarse desde un punto de vista endocrinológico, asà en 1914 un patólogo alemán, describe una paciente caquéctica a quien al hacerle la autopsia se le encontró una destrucción pituitaria y durante los siguientes 30 años enfermedad psicógena. A finales del siglo XIX, en el año 1893, se describe un caso de anorexia tratado con hipnosis, un año más tarde se describe dicha enfermedad como una psiconeurosis de defensa o neurosis de la alimentación con melancolÃa.
Reinó la confusión entre insuficiencia pituitaria y anorexia nerviosa. A partir de los años 30, la anorexia nerviosa pasa a estudiarse principalmente desde el punto de vista psicológico, quedando en olvido las antiguas discusiones acerca del origen endocrino o psicológico del trastorno. Las explicaciones de esta época se encuentran muy influenciadas por los modelos psicoanalÃticos Que predominaban en ese momento.
La bulimia: Como sÃntoma, describe episodios incontrolables de comer en exceso. Como sÃndrome hace referencia a un conjunto consistente de sÃntomas entre los cuales destaca la preocupación por el peso y forma corporal, la pérdida de control sobre la ingesta y la adopción de estrategias que contrarresten los efectos engordantes de sus sÃntomas bulÃmicos. El paciente siente una necesidad imperiosa por ingerir grandes cantidades de comida, generalmente de elevado contenido calórico. Una vez que termina de comer, al paciente le invaden fuertes sentimientos de autorrepulsa y culpa. Ello le induce a mitigar los efectos, autoinduciéndose el vómito entre otras estrategias.
Galeno describió ya la "kynos orexia" o hambre canina como sinónimo de bulimia, considerándola como consecuencia de un estado de ánimo anormal y posteriormente, apareció reflejada en los diccionarios médicos de los siglos XVIII y XIX como curiosidad médica. A finales de los años 70 fue descrita y traducida como el sÃndrome de purga y atracones o bulimarexia. Aparece por primera vez en el, 1980 con la denominación de bulimia y, finalmente se adopta el término de bulimia nerviosa en el, 1987.
La prevalencia de la bulimia nerviosa entre las adolescentes y jóvenes adultas es aproximadamente del 1-3%, siendo entre los varones diez veces menor.
De esta manera en un extremo estarÃa la anorexia nerviosa restrictiva, seguida de la anorexia bulÃmica, y la bulimia nerviosa tendrÃa una Posición intermedia seguida de la sobreingesta compulsiva. En el otro extremo estarÃan los obesos que presentan pautas de conducta alimentaria Alteradas.
¿Cómo es el inicio de estas enfermedades?
SÃntomas de la anorexia
1 Negativa a mantener el peso corporal por encima de un peso normal mÃnimo parar edad y altura, por ejemplo, perdida de pese dirigida mantener el peso en 15 por ciento por debajo del esperado
2 Intenso temor a aumentar de peso o engordar, aun cuando tenga peso insuficiente.
3 Percepción distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.
4 En las mujeres, la ausencia de por lo menos tres ciclos menstruales consecutivos.
En general, usted puede estar absolutamente seguro de que una persona tiene anorexia si observa las siguientes tres semanales de alarma constantes y esenciales:
1 Peso corporal anormalmente bajo.
2 Mantenimiento deliberado de ese peso corporal mediante dieta, ejercicio, abuso de laxantes o diuréticos, o una combinación de los tres.
3 SÃntomas de inanición
El razgo común de este desordén alimenticio, es el intentar a como de lugar, mantener el control sobre la cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo obsesivo del contenido calórico de los alimentos, el ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de una comida regular, son los sÃntomas otros de estos sÃntomas. En muchos casos estas personas aparentan tener hábitos alimenticios normales con algunos periodos de restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer "galguerÃas", particularmente dulces, toman grandes cantidades de café y/o fuman.
SÃntomas de la bulimia
1- Episodios recurrentes de atracones de comida.
2- Una sensación de perdida del autodominio durante los atracones de comida.
3- El uso regular de vomito autoinducido, laxantes o diuréticos, dieta estricta o ayuno, o ejercicio muy energético para evitar el aumento de peso.
4 -Un mÃnimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres meses.
5-Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las bulÃmicas están continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más atractivas posibles.
6-Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado que casi todas las personas que desarrollan bulimia han realizado frecuentes intentos de controlar su peso.
7-SÃntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad creciente.
8-Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por ciento de las pacientas bulÃmicas encuestadas dijeron que sentÃan pánico o mucho temor a engordar.
9-Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
10-Mantenimiento de al menos un estándar normal mÃnimo de peso. A diferencia de las anoréxicas, las bulÃmicas no tienen una figura demacrada que las traicione. Por supuesto, muchas mujeres con anorexia también desarrollaran bulimia.Imagen de Diario ClarÃn
En sÃntesis
Los desordenes alimentarios, el miedo a la obesidad y las conductas extravagantes en relación con la comida son algunos de los principales sÃntomas.
Los bulÃmicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se generan conductas purgativas como autoprovocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en forma indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a repetir el ciclo.
Los anorexicos tiene una marcada tendencia a la inanición, acompañada por un temor e irracional hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar de peso, se vuelven incapaces de reconocer los riesgos que eso provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la depresión.
La adicción a las drogas es una caracterÃstica bastante frecuente entre estas pacientes asà como su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones sentimentales.
¿Cuales son algunas de las causas?
No podemos hablar de una única causa o causas especÃficas que desarrollen el trastorno pero sà de unos factores influyentes:
Factores culturales: Modas que implican un tipo de vestimenta, un tipo de formas y la realización para conseguirlas de determinadas dietas, cabe reconocer la influencia en todo esto de los medios de comunicación.
Dedicado a la moda.
Según las estadÃsticas, el noventa por ciento de quienes padecen anorexia y bulimia son mujeres de temprana edad -entre los 12 y los 25 años- dentro del sistema educativo, entre el 15 y el 20 por ciento presentan desordenes de la alimentación. "Desde muy jóvenes - expresa el Dr. Olkies-las representantes del sexo femenino están sometidas a una gran presión para satisfacer cierto ideal de belleza que la mida impone con rigor y sin consideraciones. Para los varones esto ocurre en menor medida". Esta especie de dictadura de la moda exige máxima delgadez, la cual debe ser alcanzada sin reparar en los costos. Desde la pantalla y las revistas desfilan diariamente los máximos exponentes del "genero". Si te encontrás entre ellos estas IN, en caso contrario, pasa a formar parte de los OUT.
La vida continua sugiere otras referencias. En contraposición a la delgadez de las modelos, que se transforman en ideal, recientes investigaciones han dado
cuenta de que en la ultimas tres décadas el peso promedio de las adultas jóvenes se ha incrementado. Cada vez es mayor la brecha entre la realidad y el campo ideal. AsÃ, la delgadez se transforma mas que en una expresión de un modelo social, en un producto vendido con exagerada insistencia a través de los medios de comunicación.
Influencia de los medios de comunicación
Adelgazar sin esfuerzo. También contribuyen los medios de comunicación con la publicidad de prendas de vestir, cosméticos etc. y la presencia de estrellas del espectáculo y modelos de moda que lleva a muchas mujeres a pensar "si ella tiene ese aspecto yo también lo tendré " (a cualquier precio, aún el de la propia salud).
Además en esta sociedad de consumo donde el modelo de delgadez se vende como un producto más y siempre como sinónimo de éxito, las jóvenes reciben otro mensaje contradictorio que promueve el consumo de alimentos: "fast food", gaseosas, golosinas, cada vez más tentadores pero de poco valor nutritivo y de alto valor engordante
VÃctima de todos estos mensajes la joven queda en muchos casos atrapada en esta trampa que le tiende la cultura reinante. Desde luego que esto sólo no basta porque todo el mundo se ve afectado por estas presiones pero no todo el mundo desarrolla un trastorno alimentario.
El entorno familiar, la presión del grupo de pares, el rol de la mujer en la sociedad y determinados rasgos de personalidad contribuyen a que algunas personas estén en riesgo. Por eso es importante estar alerta e informar a través de campañas publicitarias para contrarrestar los efectos dañinos de otras. De hecho, mas allá del trabajo de médicos, psicólogos, nutricionistas y educadores para esclarecer e informar, ya se ven algunos intentos como por ejemplo la firma de ropa SAIL que incluye en sus campañas gráficas o televisivas advertencias sobre estas enfermedades.
Factores educativos: La familia juega aquà un papel muy importante, a veces el exceso de proteccionismo deja poca iniciativa al individuo, de manera que no se educa a los hijos para saber enfrentarse a la vida, fomentando por contra la falta de habilidades para tomar decisiones progresivamente más importantes. Por otro lado a veces la propia sociedad en que vivimos nos lleva a un nivel de exigencias desmedidas.
Factores familiares. Los factores negativos dentro de la familia, posiblemente tanto hereditarios como ambientales, desempeñan una función importante en la provocación y perpetuación de los trastornos del comer. Un estudio encontró que el 40% de las niñas entre las edades de 9 y 10 años están tratando de perder peso, generalmente por recomendación de las madres. Algunos estudios han encontrado que las madres de los anoréxicos tienden a estar sobreinvolucradas en la vida de sus hijos, mientras que las madres de los bulÃmicos son crÃticas y distantes.
Aunque las madres pueden tener una influencia grande sobre sus hijos en lo que respecta a los trastornos del comer, los padres y los hermanos excesivamente crÃticos también pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de anorexia en las niñas. Los estudios reportan que las personas con cualquiera de los trastornos del comer tienen mayor probabilidad de tener padres que sufren de alcoholismo o abuso de sustancias que la población en general. Parece que existe entre las mujeres con trastornos del comer una incidencia mayor de abuso sexual; los estudios han reportado tasas de abuso sexual de hasta un 35% en las mujeres con bulimia. Las personas con bulimia también tienen una mayor probabilidad que las personas con otros trastornos psiquiátricos de tener un padre obeso o de haber sido ellas mismas obesas en la niñez.
Factores de vulnerabilidad personal: No aceptarse como persona, tener una baja autoestima, falta de seguridad, ser demasiado perfeccionistas, tener autoexigencias desmedidas, preocuparse en exceso por lo que los demás piensen de uno, percibir que se tiene poco control sobre la propia vida, ser poco habilidosos en las relaciones sociales... perfil psicológico que conforma el caldo de cultivo adecuado para el desarrollo de este tipo de patologÃas.
Factores temporales:Â Experiencias de fracaso, conflictos interpersonales, separaciones/divorcios, cambios corporales en la adolescencia, cambios de colegio, cambios de cultura (viajes al extranjero)... aspectos todos ellos, que pueden desbordar a una persona con falta de madurez.
Otros factores: Tener familiares obesos o que padezcan también alguna de estas enfermedades y en definitiva convivir con personas que le den mucha importancia al peso y a la apariencia fÃsica.
Tampoco debemos olvidar que debajo de esta moda se encuentra toda una "industria de adelgazamiento" que se mueve por intereses económicos, sin importarle las terribles consecuencias que de ello se puedan derivar. AsÃ, nos bombardean con anuncios de publicidad que proponen dietas milagrosas, productos "light", etc. fomentando la idea de que el secreto de la felicidad se encuentra en conseguir un cuerpo femenino delgado y un cuerpo musculoso y atlético en varones.
En el caso de la mujer la presión es, sin duda alguna, mucho mayor. La sociedad exige la delgadez para triunfar, pero es una delgadez caracterizada por un cuerpo asexual, rectilÃneo, más propio de un cuerpo de niña que de mujer, una moda absurda que es imposible seguir ya que está en contra de toda naturaleza y lógica. Estas variables se encuentran internalizadas en la sociedad actual, e influye principalmente sobre mujeres jóvenes. En esta misma lÃnea, han mostrado que las anoréxicas y adolescentes valoraban a la mujer delgada como más atractiva, saludable, segura de sà misma y popular que las mujeres adultas.
Trastornos emocionales. Los trastornos del comer van con frecuencia acompañados de depresión, trastorno de ansiedad o ambos, pero no se sabe si los trastornos emocionales son causas o resultados de los trastornos del comer.
Entre un 40% y un 80% de todos los pacientes con trastornos del comer experimentan depresión, y la depresión es común en las familias de los pacientes con trastornos del comer. Algunos expertos sostienen que la depresión no desempeña un papel causal, en particular en la anorexia, ya que los trastornos del comer rara vez se curan cuando se administra medicación antidepresiva como el único tratamiento. La gravedad del trastorno del comer tampoco se correlaciona con la gravedad de cualquier depresión existente. Además, la depresión a menudo mejora después de que los pacientes anoréxicos empiecen a aumentar de peso.
Por otro lado, los estudios han revelado cantidades bajas de ciertos neurotransmisores --mensajeros quÃmicos en el cerebro-- en algunas personas con anorexia y bulimia severas, que permanecen bajas incluso después de que han recuperado el peso. Niveles reducidos de estos neurotransmisores, la serotonina y la norepinefrina, también se encuentran en las personas con depresión, y se ven anormalidades de serotonina en las personas con trastorno obsesivo-compulsivo. Un estudio reciente ha encontrado que los niveles sanguÃneos bajos del aminoácido triptofano, un componente en la comida que es esencial en la producción de serotonina, pueden producir depresión. Las personas que comen excesivamente después de una dieta severa pueden estar respondiendo a este estado emocional de estÃmulo proteÃnico.
La estación a menudo afecta la depresión y los trastornos del comer. En varias personas, la depresión es más severa en los meses de invierno más oscuros; en forma similar un subgrupo de los pacientes bulÃmicos sufren de una forma especÃfica de bulimia la cual empeora en el invierno y el otoño; tales pacientes tienen una mayor tendencia de haber empezado a comer excesivamente a una edad más temprana y a comer excesivamente con mayor frecuencia que aquellos cuya bulimia es más consistente durante todo el año. El inicio de la anorexia parece llegar al máximo en mayo, el mes con mayores Ãndices de suidicio.
Los trastornos de ansiedad son muy comunes en la anorexia y la bulimia. Las fobias y el trastorno obsesivo-compulsivo preceden por lo general el inicio del trastorno del comer, y asà mismo el trastorno de pánico tiende a seguir. Las fobias sociales, en las cuales una persona tiene miedo de ser públicamente humillada, son comunes en ambos trastornos del comer. Las personas con anorexia, sin embargo, están especialmente propensas al trastorno obsesivo-compulsivo. Las obsesiones son imágenes, pensamientos o ideas mentales recurrentes o persistentes que pueden resultar en comportamiento compulsivo --rutinas repetitivas, rÃgidas y autoprescritas cuyo propósito es prevenir la manifestación de la obsesión.
Las mujeres con anorexia pueden volverse obsesivas con el ejercicio, la dieta y la comida. A menudo desarollan rituales compulsivos --por ejemplo, el pesar cada pedazo de comida, cortándola en pedazos diminutos, o poniéndola en envases diminutos. La presencia del trastorno obsesivo-compulsivo con anorexia o bulimia no parece ejercer un efecto negativo en las perspectivas a largo plazo, aunque la mejorÃa en el tratorno del comer a menudo es paralela a la mejorÃa en la ansiedad.
Atletismo excesivo. La actitud cultural hacia la actividad fÃsica va mano a mano con la actitud desordenada en lo referente al comer. A los estadounidenses se les anima a que admiren la actividad fÃsica sólo como un esfuerzo competitivo intenso que pocos pueden lograr, dejando a la mayorÃa de las personas como espectadoras. En la pequeña comunidad de atletas, el ejercicio excesivo desempeña un papel principal en muchos casos de anorexia (y, a un grado menor, en bulimia). El término "trÃada de atletas mujeres" ahora se emplea para describir la presencia de disfunción menstrual, trastornos del comer y osteoporosis, un problema cada vez más común en las atletas mujeres jóvenes y bailarinas.
La anorexia pospone la pubertad, permitiéndoles a las atletas mujeres jóvenes retener una figura muscular aniñada sin la acumulación normal de tejidos grasos en los senos y las caderas que podrÃa mitigar su estÃmulo competitivo. Los entrenadores y profesores agravan el problema recomendando el conteo de calorÃas y la pérdida de grasa en el cuerpo y controlando en exceso las vidas de los atletas. Algunos son inclusive abusivos si sus atletas sobrepasan el peso lÃmite y los humillan en frente de los miembros del equipo o precisan castigos.
En las personas con trastornos de la personalidad que los hacen vulnerables a esta crÃtica, los efectos pueden ocasionar el que pierdan peso excesivo, lo cual se sabe ha sido mortal inclusive entre atletas famosos. Anormalidades pituitarias de hipotálamos. Existen dudas sobre si las anormalidades tÃpicas observadas en los sistemas neurológicos y hormonales de las personas con trastornos del comer son resultados o causas de los trastornos.
El entorno clave de estas anormalidades se origina en el área del cerebro conocida como el hipotálamo, el cual regula la glándula pituitaria, a veces conocida como la glándula maestra debido a su importancia en la coordinación de los sistemas nerviosos y hormonales. Los estudios a base de imágenes de los cerebros de pacientes anoréxicos han encontrado altos niveles de proteÃnas conocidas como factores de secreción de corticotropina (CRF, por siglas en inglés), las cuales se secretan durante perÃodos de estrés y bloquean la sustancia neuropéptido Y (NPY, por siglas en inglés), un estimulante de apetito potente.
Estos productos quÃmicos relacionados con el apetito pueden servir como los enlaces biológicos entre las enfermedades estresantes extremas en la vida de una persona joven y el desarrollo posterior de anorexia, aunque algunos estudios por imágenes indican que estas anormalidades ocurren después de desarrollada la anorexia. Se necesita más trabajo. Otro estudio vincula niveles inestables, generalmente bajos, de leptin con la anorexia; esta sustancia está bajo escrutinio por su papel en la obesidad.
El sistema pituitario del hipotálamos es también responsable de la producción de hormonas reproductivas importantes que se agotan severamente en la anorexia, dando lugar a la cesación menstrual. Altos niveles de la hormona masculina testosterona también se han detectado en las mujeres con trastornos del comer. Aunque la mayorÃa de los expertos creen que estas anormalidades reproductivas son resultado de la anorexia, otros han reportado que en un 30% a 50% de las personas con anorexia, los trastornos menstruales ocurrieron antes de ocurrida la malnutrición severa y se convirtieron en un problema por mucho tiempo después del aumento de peso, indicando que las anormalidades pituitarias de hipotálamos preceden al trastorno del comer mismo.
Problemas alrededor del nacimiento. En algunas personas con anorexia, se mostró una incidencia alta de problemas durante el embarazo de la madre o después del nacimiento lo cual pudo haber desempeñado un papel en el desarrollo posterior de trastornos del comer. Estos problemas incluyen infecciones, trauma fÃsico, convulsiones, bajo peso al nacer y mayor edad materna. Las personas con anorexia a menudo tuvieron problemas del estómago e intestinales en edades muy tempranas.
Infecciones. La investigación ha encontrado un enlace entre la anorexia y las bacterias del grupo A beta-hemolÃtico estreptocócico (GABHS, por siglas en inglés), la causa de la inflamación séptica de la garganta. GABHS ya se ha identificado como un factor causante de una forma rara de trastorno obsesivo-compulsivo (OCD, por siglas en inglés) en los niños; OCD y anorexia tienen varios comportamientos en común. Epstein Barr, el virus que causa la mononucleosis también ha sido asociado con el desarrollo de anorexia.
Una teorÃa que explica estos vÃnculos es que los anticuerpos provocados por los organismos pueden accidentalmente lesionar el cerebro durante el proceso de lucha contra la infección. Los antibióticos, la terapia inmunológica y una vacuna experimental contra la fiebre reumática pueden inclusive ayudar a tratar la anorexia en estos pacientes.
Factores genéticos. La anorexia es ocho veces más común en las personas que tienen parientes con el trastorno, pero los expertos no saben precisamente cuál podrÃa ser el factor hereditario. Muchos anoréxicos tienen un metabolismo más rápido que las personas normales, quizá haciéndoles más difÃcil el subir de peso. Esta propensión genética hacia la delgadez acompañada de la aprobación cultural podrÃa predisponer a algunas personas a desarrollar anorexia.
Conductas patológicas
Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorÃas, dietas...). Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida. Miedo a engordar. Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones donde se vea socialmente obligado a comer. Acude al lavabo después de comer. Vómitos autoprovocados, abusan de laxantes o diuréticos. Usa fármacos para adelgazar. Realiza regÃmenes rigurosos y rÃgidos. Tiene una conducta adictiva con edulcorantes. Â
A la mujer anoréxica se la descubre antes porque se queda en los huesos, mientras que la bulÃmica suele mantener el mismo peso. Esta es una de las razones por la que las bulÃmicas mantienen más tiempo en secreto su enfermedad», comenta el doctor Casas. Según los especialistas, la bulÃmica, a diferencia de la anoréxica, tiene más conciencia de que está enferma y suele acabar solicitando ayuda.
4-¿Cuál serÃa la diferencia entre Anorexia Nerviosa y Bulimia?
Bulimia AnorexiaConductas patológicas Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorÃas, dietas...). Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida. Miedo a engordar. Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones donde se vea socialmente obligado a comer. Acude al lavabo después de comer. Vómitos autoprovocados, abusan de laxantes o diuréticos. Usa fármacos para adelgazar. Realiza regÃmenes rigurosos y rÃgidos. Tiene una conducta adictiva con edulcorantes.Conductas patológicas Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de comida) o dietas severas. Rituales con la comida como: contar calorÃas, descuartizar la comida en trozos pequenos, preparar comida para otros y comer... Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo normal. Temor a verse obligado a comer en sociedad (fiestas, reuniones familiares,...). Hiperactividad (exceso de gimnasiau otros deportes). Esconden el cuerpo debajo de ropa holgada. Negarse a usar banador y que vean su cuerpo. En ocasiones, atracones y uso de laxantes o diuréticos. Abuso de edulcorantes.Signos fisiológicos Inflamación de las parótidas. Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos. Irritación crónica de la garganta. Fatiga y dolores musculares. Inexplicable pérdida de piezas dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, arriba o abajo). .Signos fisiológicos Pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un perÃodo breve). Falta de menstruación o retraso en su aparición sin causa fisiológica conocida. Palidez, caÃda del cabello, sensación de frÃo y dedos azulados. Debilidad y mareo.Cambio de actitud Modificación del carácter (depresión, sentimientos de culpa u odio a sà mismo, tristeza, sensación de descontrol...) Severa autocrÃtica. Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su persona. Cambios en la autoestima con relación al peso corporal.Cambio de actitud Cambio de carácter (irritabilidad, ira). Sentimientos depresivos.Inseguridad en cuanto a sus capacidades. Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. Aislamiento social.
¿A que consecuencias nos pueden llevar estas enfermedades?
CONSECUENCIAS FISICAS
Corazones pequeños.
Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Quedarse, literalmente, en los huesos está provocando alteraciones en el funcionamiento y en el tamaño del corazón. Un total de 130 niñas anoréxicas españolas han participado en un estudio. Sus resultados: la mayorÃa poseÃa un corazón pequeño y sufrÃa alteraciones. Antonio Bayo, jefe de la sección de CardiologÃa del Hospital Niño Jesús de Madrid y lÃder del trabajo, afirma: «Nos hemos encontrado con una alta incidencia de anomalÃas: la mitad de los casos debido a un prolapso en la válvula mitral (mal funcionamiento de dicha válvula); otras sufrÃan derrame pericárdico (agua fuera del corazón). También se encontraron trastornos del ritmo cardiaco». Los expertos desconocen aún si la recuperación del peso devolverá la normalidad al funcionamiento cardiaco.
Niñas menopáusicas.
La amenorrea (pérdida de la menstruación) es uno de los tres sÃntomas que sirven para el diagnóstico de la anorexia nerviosa. Dicha pérdida ha sido asociada, junto a un aumento de los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol, con la aparición de osteoporosis.
Dos años de seguimiento de 42 pacientes han servido para constatar que existÃa una pérdida de densidad ósea, no recuperable ni con un año de tratamiento con estrógenos. La doctora MarÃa Teresa Muñoz Calvo, de la sección de EndocrinologÃa del Hospital Niño Jesús, afirma: «No sabemos si más años de administración de estrógenos servirán para recuperar masa ósea. Sin embargo, hemos comprobado que las que recuperan la menstruación de forma natural sà aumentan la fortaleza de sus huesos».
Hay una serie de posibles consecuencias de ambas enfermedades, una vez que se vuelvan extremas. A saber:
Relaciones afectivas conflictivas
Ulcera de estomago y esófago
Riesgo de paro cardiaco por falta de potasio
Problemas dentales
Crecimiento anormal del vello capilar
CaÃda del pelo
Baja la temperatura corporal
Sequedad en la piel
Alteraciones menstruales
Muy bajo rendimiento intelectual y fÃsico
Dificultadas para relacionarse sexualmente
Riesgo de muerte: entre un 5 y un 15 por ciento de los casos de bulimia y anorexia extremas son mortales.
Complicaciones de la bulimia
Perspectivas a largo plazo. Existen pocos problemas mayores de salud para las personas bulÃmicas que mantienen el peso normal y no llegan a convertirse en anoréxicas. En general, las perspectivas son mejores para la bulimia que para la anorexia. Debe observarse, sin embargo, que en un estudio de pacientes bulÃmicos, después de seis años la tasa de mortalidad fue de 1% en las mujeres en terapia. Otro estudio encontró que el 20% de las mujeres con bulimia todavÃa estaban luchando contra el trastorno después de diez años.
Problemas médicos. La erosión de los dientes, cavidades y los problemas con las encÃas son comunes en la bulimia. Los episodios bulÃmicos también pueden resultar en la retención de agua e hinchazón e inflamación abdominal. Ocasionalmente, el proceso de comer excesivo y purgación resultan en la pérdida de lÃquido y niveles de potasio bajos, que pueden causar debilidad extrema y casi parálisis; esto se revierte cuando se administra potasio. Los niveles peligrosamente bajos de potasio pueden resultar en ritmos cardÃacos peligrosos y a veces mortales. Los incidentes de esófagos rotos debido a los vómitos forzados se han asociado con dificultad aguda del estómago e inclusive con ruptura del esófago o el tubo alimenticio. Rara vez, las paredes del recto pueden debilitarse tanto debido a la purgación que llegan a salirse por el ano; ésta es una condición grave que requiere de cirugÃa.
Problemas psicológicos y comportamiento auto-destructor. Las mujeres con bulimia están propensas a la depresión y se encuentran también en peligro de coportamientos impulsivos peligrosos, como promiscuidad sexual y cleptomanÃa, los cuales se han reportado en la mitad de las personas con bulimia. El abuso de alcohol y drogas es más común en las mujeres con bulimia que en la población en general o en las personas con anorexia. En un estudio de mujeres bulÃmicas no anoréxicas, el 33% abusaban el alcohol y el 28% abusaban las drogas, con un 18% con sobredosis repetidamente. La cocaÃna y las anfetaminas fueron las drogas con mayor frecuencia abusadas. En el mismo estudio, fueron comunes otros tipos de comportamiento autodestructor, entre otros el auto-cortado y el robo.
Medicamentos sin prescripción. Las mujeres con bulimia con frecuencia abusan los medicamentos sin prescripción como los laxantes, supresores del apetito, diuréticos y las drogas que inducen el vómito --por lo general ipecac. Ninguno de estos medicamentos está libre de riesgo. Por ejemplo, se han notificado casos de intoxicación por ipecac, y algunas personas se tornan dependientes de los laxantes para el funcionamiento intestinal normal. Las pastillas de dieta, inclusive las hierbas y los medicamentos sin prescripción, pueden ser peligrosos, en particular si son abusados.
Complicaciones de la anorexia nerviosa.
Perspectivas a largo plazo. En este momento ningún programa de tratamiento para la anorexia nervosa es completamente eficaz. Dos estudios a largo plazo (10 á 15 años) reportaron recuperación después del tratamiento en entre 76% y 90% de los pacientes. En un estudio, sin embargo, la mayorÃa siguió comiendo menos de lo normal y en ambos estudios la bulimia y el comer excesivo continuaban siendo muy comunes al final del estudio.
Riesgo de muerte. Muchos estudios de pacientes anoréxicos han encontrado tasas de mortalidad que oscilan entre un 4% y 20%. El riesgo de muerte es significativo cuando el peso es menos de 60% de lo normal. El suicidio se ha calculado que comprende la mitad de las defunciones en la anorexia. (Razonablemente se puede tomar la posición de que todos los casos de anorexia son intentos de suicidio.) El riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre anoréxicos bulÃmicos que entre los tipos de dieta-restrictor. Otros factores de riesgo de muerte prematura incluyen estar enfermo durante más de seis años, obesidad previa, trastornos de la personalidad y matrimonios disfuncionales. Los hombres con anorexia están a un riesgo especÃfico de problemas médicos potencialmente mortales, probablemente porque se diagnostican generalmente más tarde que las niñas.
CardiopatÃa. La cardiopatÃa es la causa médica más común de muerte en las personas con anorexia severa. El corazón puede desarrollar ritmos de bombeo anormales peligrosos y ritmos lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el flujo sanguÃneo y la presión arterial puede descender. Además, los músculos del corazón llegan a padecer de hambre, perdiendo tamaño. Los niveles de colesterol tienden a subir. Los problemas del corazón son un riesgo especÃfico cuando la anorexia es agravada por la bulimia y el uso de ipecac, el medicamento que causa vómitos.
Desajustes de electrolito. Los minerales como el potasio, el calcio, el magnesio y el fosfato se disuelven normalmente en el lÃquido del cuerpo. El calcio y el potasio son particularmente crÃticos para el mantenimiento de las corrientes eléctricas que causan que el corazón lata regularmente. La deshidratación e inanición de anorexia pueden reducir los niveles de lÃquido y contenido mineral, una enfermedad conocida como desajustes de electrólito, que puede ser muy grave a menos que los lÃquidos y los minerales se reemplacen.
Anormalidades reproductivas y hormonales. La anorexia causa niveles reducidos de hormonas reproductivas, cambios en las hormonas de la tiroides y mayores niveles de otras hormonas, como la hormona de estrés cortisol. La menstruación irregular o ausente (amenorrea) a largo plazo es común, lo cual con el tiempo puede causar esterilidad y pérdida de hueso. La reanudación de la menstruación, indicando niveles de estrógeno restaurados, y aumento de peso mejora las perspectivas, pero incluso después del tratamiento, la menstruación nunca regresa en un 25% de pacientes con anorexia severa. Las mujeres que quedan encinta antes de recuperar un peso normal, afrontan un futuro reproductivo precario, con pesos bajos al nacimiento, abortos espontáneos frecuentes y una tasa alta de niños con defectos congénitos. El peso bajo solo quizá no sea suficiente para causar amenorrea; los comportamientos extremos de ayunamiento y purgación pueden desempeñar un papel aun mayor en el trastorno hormonal. La pérdida de minerales óseos (osteopenia) y la osteoporosis causada por niveles bajos de estrógeno y aumento de hormonas esteroideas resulta en huesos porosos y sujetos a fracturas. Dos tercios de niños y niñas adolescentes con anorexia no desarrollan huesos fuertes durante este perÃodo de crecimiento crÃtico, una enfermedad potencialmente irreversible.
Entre más tiempo persiste la enfermedad, mayor la probabilidad de que la pérdida de hueso sea permanente. Los pacientes que se rehabilitan a una edad temprana (15 años o menores) tienen mayor probabilidad de lograr una densidad ósea normal. Tan sólo la rápida restauración de la menstruación regular puede proteger contra la pérdida ósea permanente; el aumento de peso no es suficiente. Los niños y adolescentes con anorexia también pueden experimentar crecimiento retrasado debido a niveles reducidos de la hormona de crecimiento.
Problemas neurológicos. Las personas con anorexia severa pueden sufrir daño nervioso y experimentar convulsiones, pensamiento desordenado y cosquilleo, pérdida de sensación u otros problemas nerviosos en las manos o los pies. Las exploraciones cerebrales indican que partes del cerebro experimentan cambios estructurales y actividad anormalmente alta o baja durante los estados anoréxicos; algunos de estos cambios regresan a la normalidad después del aumento de peso, pero existe evidencia de que algún daño puede ser permanente.
Problemas sanguÃneos. La anemia es un resultado común de la anorexia y la inanición. Un problema sanguÃneo particularmente grave es la anemia perniciosa, que puede ser causada por niveles severamente bajos de la vitamina B12. Si la anorexia se torna extrema, la médula ósea reduce extraordinariamente su producción de glóbulos, una enfermedad potencialmente mortal llamada pencitopenia.
Problemas gastrointestinales. La inflamación y el estreñimiento son ambos problemas muy comunes en las personas con anorexia.
 ¿Cómo se pueden tratar estas enfremedades?
Objetivos del tratamiento
El éxito de la terapia para los trastornos de la ingesta depende de muchos factores, entre ellos: la propia personalidad de la paciente y el deseo de cambio; la duración de su trastorno; la edad a que comenzó la enfermedad; su historial familiar; su nivel de habilidades sociales y vocacionales, y la concurrencia de otros trastornos como la depresión.
Es importante recordar que no hay una cura milagrosa para los trastornos de la ingesta. Usted no puede darle a alguien una pÃldora o pronunciar una palabra mágica y esperar que el trastorno desaparezca. Estas enfermedades implican problemas contra los que las pacientes han luchado y seguirán luchando durante la mayor parte de sus vidas. Pero un buen programa de tratamiento ayudara a reforzar la autoestima y enseñara a las participantes como enfrentare a sus problemas sin incurrir un conductas autodestructivas. Para las pacientes que lo necesitan, el programa también ayudara a restaurar la salud y la fuerza fÃsicas. En general los tres objetivos principales de la terapia son:
1 Mitigar los sÃntomas fÃsicos peligrosos o que representan una amenaza para la vida.
2 Enseñar a la paciente a comer normalmente, los pensamientos destructivos en relación con el comer, el peso y la comida.
3 Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos destructivos en relación con el comer, el peso y la comida.
Evaluación
Antes de que alguien inicie un tratamiento, como paciente interna o externa, debe ser evaluado su estado fÃsico y mental general, la gravedad de su trastorno, la eventual existencia de trastornos concurrentes y de su voluntad para cambiarlos.
Cuestionarios
Se han desarrollado varios cuestionarios especializados para evaluar a las pacientes. Ayudan a evaluar las actitudes de alguien hacia el peso y la figura, y clarifican las caracterÃsticas psicológicas como los rasgos de personalidad, grado de desempeñó social y problemas similares.
La entrevista
La entrevista de evaluación ayuda al medico a obtener una idea mas clara del estilo de vida de la paciente, su peso actual, historial de dieta y fluctuaciones de peso, hábitos de la ingesta y actitudes hacia el peso y la familia, el marido, el amante o los amigos, y los interese y ocupaciones exteriores son de interés porque arrojan luz sobre sus habilidades de desempeño, el grado de independencia y la medida de su aislamiento.
Opciones de tratamiento
Después de la evaluación, usted recibirá recomendaciones para su tratamiento.
Psicoterapia individual
Quizá el aspecto mas importante de la psicoterapia para los trastornos de la indigesta es el desarrollo de una relación cálida entre los pacientes y su terapeuta. A las personas afectadas de estos trastornos frecuentemente les resulta difÃcil confiar en los otros, en especial cuando se les pregunta por hábitos de la ingesta que ellas mismas consideran raros o repulsivos; temen que todos los demás también se sienten asqueados. Es necesario un alto grado de confianza por parte de la paciente para confiar en el terapeuta.
Psicoterapia tradicional
Los métodos de terapia tradicionales animan a la paciente a reflexionar acerca de su infancia, sueños y sentimientos expresados para, de ese modo, adquirir una nueva percepción de su conducta actual. Al reconocer el papel de estas influencias subliminales, dice la teorÃa, la paciente adquiriera una nueva percepción de sus acciones y las cambiará.
Modificaciones de la conducta
Esta forma de terapia es quizá antagónica con respecto a la psicoterapia tradicional, porque ignora por completo los sentimientos subyacentes y se centra solo en la conducta cambiante. La modificación de la conducta actúa sobre la basada un principio muy simple: reforzar una conducta deseada mediante premios y castigar o ignorar una conducta no deseada. Por ejemplo, a una anoréxica que alcanza una meta de peso predeterminada se le puede permitir ver una pelÃcula o dejar de ir a clase un dÃa. Si no logra alcanzar la meta, puede prohibÃrsele que vea la televisión. Un sistema similar de premios y castigos darÃa resultado con una paciente bulÃmica.
Terapia conductivista cognitiva
Combina los mejores aspectos de la psicoterapia tradicional y la modificación de la conducta. Este método requiere conocimiento y desafÃo de las conductas y pensamientos autodestructivos, seguido de apropiados cambios en la conducta. De esta manera la paciente trabaja simultáneamente en las motivaciones interiores y las manifestaciones exteriores. TCC implica los siguientes pasos:
Intensificar el conocimiento de la paciente de sus propios patrones de pensamientos.
Enseñarle a reconocer la conexión entre ciertos sentimientos, los pensamientos autodestructivos y la conducta de la ingesta trantornada.
Examinar la validez de ciertos pensamientos o creencias.
Sustituir las creencias erróneas por ideas mas apropiadas.
Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales que subyacen en el desarrollo de los trastornos de la ingesta.
Terapia de grupo
La terapia de grupo parece especialmente valiosa en el tratamiento de la bulimia. Según un estudio reciente, esta terapia era mas beneficiosa que los medicamentos o la terapia individual. Puesto que muchas bulÃmicas creen que son las únicas que se dedican a esas horribles practicas, resulta terapéutico enterarse de que otras personas también hacen esas cosas.
Se sabe menos acerca de la terapia de grupo para la anorexia nerviosa. Algunos terapeutas se lamentan de que en grupo las anoréxicas compiten fieramente por ver quien consigue mantener el peso mas bajo o pasar mas tiempo sin comer. Además, la terapia prolongada que necesitan muchas anoréxicas provoca que muchos grupos sean inapropiados, puesto que no es usual que un grupo de terapia dure tanto tiempo.
Terapia de familia
Muchos terapeutas recomiendan la terapia de familia como parte del tratamiento contra la anorexia nerviosa, porque las anoréxicas con frecuencia son mas jóvenes que las bulÃmicas y todavÃa viven con sus familias. La terapia de familia simplemente permite al terapeuta observar los patrones trastornados que ayudaron a dar origen al trastorno de la ingesta.
Terapia nutricional
El objetivo de la terapia nutricional es ayudar a la paciente a asumir que puede comer todo lo que quiera con moderación. Para lograrlo, ella debe estar libre de su temor a que todo lo que coma la hará engordar. Para la anoréxica, esto implica un muro de negación: su insistencia en que le gusta el aspecto que tiene, le gusta como es, no le pasa nada, sus hábitos alimentarios son buenos. Aquà no hay trucos psicológicos, pero la paciente debe enfrentarse a una firme prueba de que esta demasiado delgada, el hecho de que siente frÃo todo el tiempo, que le hace daño sentarse en una silla dura o que simplemente esta un 30 por ciento por debajo del peso ideal para su edad y altura.
Para las bulÃmicas, el desafÃo consiste en aprender que comer pequeñas cantidades de sus comidas favoritas no conduce necesariamente a una sesión de atracón y purga. Hacia el fin de la terapia, se recomienda que el menú semanal de la paciente incorpore pequeñas cantidades antes prohibidas, de manera que compruebe que consumir esas cosas no lleva automáticamente a un atracón. Si el deseo de atracón se vuelve irresistible, algunos médicos recomiendan tres estrategias: distracción, retraso o repetición.
Farmacoterapia para la anorexia. Ninguna farmacoterapia ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de la anorexia o la depresión que acompaña por lo general y perpetúa el trastorno. Los efectos de la inanición intensifican los efectos secundarios y reducen la eficiencia de los medicamentos antidepresivos. Además la mayorÃa de los antidepresivos suprimen el apetito y contribuyen a la pérdida de peso. La fluoxetina (prozac), sertraline (zolofot), paroxetina (paxil), venlafaxine (effexor) y la fluvoxamina (luvox) son medicamentos antidepresivos conocidos como inhibidores de reabsorción de la serotonina selectivos (SSRI, por siglas en inglés); ahora se recomiendan como tratamiento de primera lÃnea contra el trastorno obsesivo-compulsivo y pueden ayudar a las personas con anorexia. Por lo general se necesitan dosis altas para el trastorno obsesivo-compulsivo; para los pacientes que responden bien a la terapia inicial, la terapia de mantenimiento de dosis baja puede ser suficiente, aunque la mayorÃa de los pacientes no tienen una respuesta inicial plenamente adecuada. Pueden causar ansiedad inicial, sin embargo, y son lentos en ser efectivos. Se recomiendan dosis más bajas para las personas con bulimia. Algunos médicos recomiendan cyproheptadine (periactin), un antihistamÃnico, que puede estimular el apetito. No hay evidencia hasta la fecha, sin embargo, de que alguna farmacoterapia tenga beneficio especÃfico contra la anorexia nervosa, y en la mayorÃa de los casos, los trastornos de la depresión y pensamiento mejoran con el aumento de peso.
Aumento de peso. Además del tratamiento inmediato de cualquier problema médico grave, la meta de la terapia para la persona anoréxica es aumentar de peso. La meta del peso es fijada estrictamente por el médico o profesional de la salud, por lo general, una a dos libras a la semana. Esta meta es absoluta sin importar cuán convincentemente el paciente (o inclusive los miembros de la familia) pueda argumentar para lograr una meta de peso inferior. Los pacientes que están severamente malnutridos deberán empezar con un recuento de calorÃas de sólo 1,500 calorÃas al dÃa para reducir las posibilidades de dolor de estómago e inflamación, retención de lÃquidos e insuficiencia cardÃaca. Con el tiempo, al paciente se le dan comidas que contienen hasta 3,500 calorÃas o más al dÃa.
Los suplementos alimenticios no se recomiendan por lo general, ya que el paciente deberá reanudar cuanto antes los patrones de comer normales. Aunque comer es el problema, no se deben mantener charlas sobre el trastorno durante las comidas, pues estos son momentos para la interacción social relajada. La alimentación intravenosa o por tubos rara vez se necesita o recomienda a menos que la enfermedad del paciente sea potencialmente mortal. Nunca deberán emplearse tales medidas invasoras de alimentación como una forma de castigo durante la terapia conductual. La investigación indica que en algunos casos la dieta severa puede causar que el metabolismo se adapte a la malnutrición y resista los efectos de sobre alimentación, de tal manera que algún paciente puede tener dificultad de aumentar de peso aun cuando esté siendo alimentado adecuadamente.
Ejercicio. Para las personas con anorexia, el ejercicio excesivo es a menudo un componente del trastorno original. Los estudios han reportado que los pacientes anoréxicos en general tienen un metabolismo más alto que los individuos normales, y se necesitaban más calorÃas para aumentar de peso. Durante el programa de recuperación, pueden utilizarse regÃmenes de ejercicio muy controlados como recompensa por desarrollar buenos hábitos dietéticos y como una manera de reducir la dificultad estomacal e intestinal que acompaña la recuperación. El ejercicio no debe realizarse si todavÃa existen problemas médicos severos y si el paciente no ha tenido un aumento de peso significativo.
Efectos personales y sociales de la bulimia
Antes de empezar la comilona, la mayorÃa de las mujeres se sienten tensas e inquietas, tienen palpitaciones o empiezan a sudar. Durante la comilona sienten una sensación de libertad; se desvanece la inquietud o la preocupación que tenÃan y ya no tiene pensamientos inquietos ni negativos. Si decide vomitar puede que asocie su disminución de tensión con el acto de vomitar. Al final de la comilona, la mayorÃa de las bulÃmicas se sienten menos tensas e inquietas, pero puede que no se sientan a gusto consigo mismas por lo que han hecho a sus cuerpos. Puede que se sientan culpables por inducirse el vómito y teman que la comilona pueda causarles una ganancia de peso. Esto, a su vez, puede conducirles a más inquietud y tensión, con el resultado de que empiecen a comer vorazmente de nuevo. Se establece un cÃrculo vicioso.
Si la bulÃmica no puede aliviar su inquietud y tensión, por ejemplo, si le interrumpen o descubren cuando está comiendo, su comportamiento puede cambiar hacia la agresión, la ira o la agresión.
También es frecuente que si una mujer con bulimia no reconoce la tensión o la inquietud o no tienen otras maneras de soportarlas, entra fácilmente en un cÃrculo vicioso y haga comilonas con mucha frecuencia. Como se verá, un objetivo principal del tratamiento es romper este cÃrculo vicioso de comportamiento alimentario.
Grupos de autoayuda y de apoyo
Los grupos proporcionan orientación, apoyo emocional, sugerencias de mayor ayuda y una salida social para las personas que estén muy aisladas. El grupo recuerda al paciente que no es el único, que otras personas se han visto envueltas en la misma conducta y no obstante se han recuperado. Un buen grupo puede ayudar a un paciente a enfrentar y superar una crisis, además de arreglarse con los avatares de la vida cotidiana sin recurrir a su antigua conducta. En los grupos dirigidos por terapeutas, el papel de éstos cambiará a medida que los miembros del grupo se vuelvan más fuertes y más hábiles para asumir responsabilidades.
Perfil de las vÃctimas.
Sexo: femenino. Edad: 14 a 18 años, son las épocas de más riesgo, aunque los estudios sitúan entre los 12 y los 25 años, las edades en las que pueden aparecer los trastornos de la alimentación. Clase social: media-alta. Estos han sido, tradicionalmente, tres de los rasgos más comunes entre las anoréxicas. Hoy, los trastornos de la alimentación se han saltado las barreras sociales e, incluso, las fronteras de la adolescencia. «La anorexia, por ejemplo, se ha universalizado. Ahora afecta a todas las clases sociales y empiezan a presentarse casos de personas que sobrepasan la treintena y que sufren este trastorno», afirma el doctor Morandé. Treinta mujeres británicas de 60 años, que han sido diagnosticadas de anorexia nerviosa, son uno de los ejemplos -presentado durante la celebración de las jornadas- que mejor ilustra la nueva personalidad de esta patologÃa.
El riesgo de contagio.
La competencia y el riesgo de contagio son dos de los peligros que encierran los trastornos de la alimentación, en especial la anorexia. El doctor Morandé explica que, en muchas ocasiones, el deseo de perder unos kilos se convierte en una competición entre amigas. «Cada una siempre se verá más gorda que la otra e intentará seguir adelgazando. Además, entre ellas se apoyan y respaldan para seguir ayunando y perdiendo peso». También puede producirse el efecto dominó. «Hemos comprobado que, cuando una niña logra estar más delgada y consigue asà la admiración del resto del grupo, se produce una especie de contagio. Esto provoca que las amigas de su entorno quieran parecerse a ella y acaben también enfermando».
Trastornos al comer ¿Quién contrae trastornos del comer?
Sexo y edad.
Un estudio reportó que dos tercios de los estudiantes de escuela secundaria estaban a dieta, aunque sólo 20% sufrÃan en realidad de sobrepeso. Aunque un 90% de los casos reportados eran entre las mujeres, parece que la tasa entre los hombres está en aumento. Los hombres tienden a ocultar más un trastorno del comer que las mujeres por lo que la incidencia pude haber sido subestimada. Un estudio reciente entre los hombres de la armada reportó una prevalencia de 2.5% de anorexia, 6.8% de bulimia y 40% de otra forma de trastorno del comer no especificado de otra manera. Un estudio entre los hombres civiles con trastornos del comer reportó que 42% de los que tenÃan bulimia eran homosexuales o bisexuales y 58% de los hombres con anorexia reportaron ser asexuales. Los otros factores de riesgo entre lo hombres, incluyendo depresión, trastorno de la personalidad y abuso de sustancias, fueron paralelos a los factores entre las mujeres con trastornos del comer.
La bulimia ha aumentado a una velocidad mayor que la anorexia durante los pasados cinco años. Un estudio de estudiantes de escuela secundaria reportó que 2.7% de las niñas y 1.4% de los niños presentaron comportamiento bulÃmico. Los estudiantes universitarios corren un riesgo inclusive mayor. Los cálculos de la prevalencia de la bulimia nervosa entre las mujeres jóvenes oscilan entre cerca de 3% a 10%. Algunos expertos sostienen que este problema está bastante subestimado ya que muchas personas con bulimia pueden ocultar la purgación y no es obvio a simple vista el que tengan un peso por debajo de lo normal. Algunos estudios reportan que el 80% de las estudiantes universitarias han comido excesivamente en algún momento; los jóvenes que ocasionalmente forzan el vómito después de comer demasiado, sin embargo, no se consideran bulÃmicos y casi siempre este comportamiento insalubre ocasional no continúa después de la juventud.
La anorexia nervosa es la tercera enfermedad crónica más común entre las mujeres adolescentes, y se calcula que ocurre en 0.5% a 3% de todos los adolescentes. Ocurre generalmente en la adolescencia, aunque todos los grupos de edad son afectados, incluyendo las personas ancianas y los niños de hasta seis años de edad. Entre los mediados de los años cincuenta y los años setenta, la incidencia de la anorexia aumentó por casi 300%. Las indicaciones son, sin embargo, que la tasa puede estar estabilizándose. Â
¿En qué consisten los trastornos del comer?
Los trastornos del comer consisten en devastadoras enfermedades conductuales producidas por una acción recÃproca compleja de factores, que puede incluir trastornos emocionales y de la personalidad, presiones familiares, una posible sensibilidad genética o biológica y una cultura en la que existe una sobreabundancia de comida y una obsesión con el estar delgado. Los trastornos del comer se categorizan en general como bulimia nervosa, anorexia nervosa y trastornos del comer no especificados de otra manera. Estos trastornos no son nuevos. La anorexia nervosa se diagnosticó por primera vez como un problema médico en 1873, pero descripciones de autoinanición se han encontrado aún en escritos medievales.
Trastornos del comer no especificados de otra manera. Una tercera categorÃa denominada trastornos del comer no especificados de otra manera (NOS, por siglas en inglés) fue establecida para definir los trastornos del comer no definidos especÃficamente como anorexia y bulimia. Esta categorÃa incluye exceso del comer sin purgación y otros comportamientos de anorexia y bulimia acompañados de peso normal, o vómitos después de comer cantidades pequeñas de comida.
GeografÃa y factores socioeconómicos.
El vivir en naciones económicamente desarrolladas en cualquier continente parece plantear un riesgo mayor para el desarrollo de los trastornos del comer que el pertenecer a un grupo étnico particular; los sÃntomas permanecen sorprendentemente similares entre los paÃses de alto riesgo. Extrañamente, dentro de los paÃses desarrollados parece no existir diferencia de riesgo entre los habitantes ricos y pobres. En efecto, los que se encuentran en grupos económicos más bajos pueden estar a un riesgo mayor de bulimia. La vida en la ciudad es un factor de riesgo de bulima pero no de anorexia. En una prueba, las personas con trastornos del comer obtuvieron una calificación significativamente mayor en las pruebas de COEFICIENTE INTELECTUAL que las personas que no sufrÃan de estos trastornos. Las personas con bulimia, y no anorexia, obutvieron calificaciones más altas en pruebas no verbales que en las verbales.
Pubertad temprana.
Un estudio de niñas que no sufrÃan de trastornos del comer reportó que antes de la pubertad, las niñas comÃan cantidades de comida apropiadas a su peso corporal, estaban satisfechas con sus cuerpos, y la depresión se asoció con una menor ingestión de comida. Después de la pubertad, las niñas comÃan cerca de tres cuartos de la ingestión recomendada de calorÃas, tenÃan una autoimagen corporal más mala, y la depresi&oaucte;n incrementó con la mayor ingestión de comida. No es sorprendente, entonces, que haya un mayor riesgo de bulimia y otros trastornos emocionales entre las niñas que experimentan una pubertad temprana, cuando las presiones experimentadas por todos los adolescentes e intensifican aún más por la antención que provoca ansiedad en sus cuerpos cambiantes tempranos.
Causas de la perpetuación de la bulimia nerviosa.
Los estudios sobre el comportamiento animal y los prisioneros de guerra sugieren que la restricción crónica de comida (el someterse a una dieta severa) a menudo conduce a un patrón de comer excesivo que persiste aún décadas después de restaurados suministros regulares de comida. Los factores biológicos pueden ser responsables de este ciclo insidioso. Algunos expertos creen que el metabolismo se adapta al ciclo bulÃmico de comer excesivo y purgación, disminuyendo su ritmo, asà aumentando el riesgo de aumento de peso inclusive sólo a través de la ingestión normal de calorÃas. El proceso de vomitar y el uso de laxantes puede estimular la producción de opioides --narcóticos en el cerebro, lo cual causa una adicción al ciclo bulÃmico. Durante la etapa de dieta entre los perÃodos de comer excesivo, las personas se tornan a menudo irritables, deprimidas, y pueden tener una tendencia mayor a expresar trastornos de la personalidad. Los sentimientos positivos tan sólo pueden ser restaurados con otro perÃodo de comer excesivo; y asà siegue el patrón. El comer dulces también aumenta la serotonina, un producto quÃmico en el cerebro que reduce la depresión y el estrés.
Causas de la perpetuación de la anorexia nervosa.
Sensación de logro y poder. Una vez que una persona ha logrado emaciación, una sensación de logro y condición social podrÃan ser los motivadores principales de la perpetuación de la anorexia. La pérdida de peso trae un sentimiento de triunfo sobre la impotencia. En un paÃs donde la obesidad es epidémica, las mujeres jóvenes que logran adelgazar creen que han alcanzado una victoria cultural y personal importante; han superado las tentaciones de las galguerÃas, y al mismo tiempo, autocreado una imágen corporal idealizada por los medios de comunicación. Esta sensación de logro falsa a menudo es reforzada por la envidia de sus amigos más gordos quienes pueden percibir a los pacientes anoréxicos como emocionalmente más fuertes y más atractivos sexualmente que ellos.
Efectos de la inanición. El hambre a menudo intensifica la depresión, lo cual puede reducir aun más la autoestima y la confianza, aumentando la necesidad de vigilancia renovada sobre el control del peso, por lo tanto perpetuando el ciclo. Por otro lado, algunos expertos creen que ciertas personas anoréxicas heredan una cantidad inusual de narcóticos naturales que se secretan en el cerebro durante condiciones de inanición y pueden promover una adicción al estado de hambre. La inanición también puede crear una sensación de llenura debido a la actividad reducida del estómago, haciendo cada vez má fácil el no comer.
¿Qué confirmará un diagnóstico de trastornos del comer?
Uno de los aspectos más difÃciles para un padre o paciente es admitir que existe un problema. Puede ser diÃcil, por ejemplo, que una madre le confiese a un médico que su hija tiene un problema del comer, ya que la comida es una parte tan intrÃnseca de la relación madre/hijo, y el trastorno del comer de un hijo podrÃa parecer un fracaso paterno terrible. Es sumamente importante superar esos sentimientos e informar al médico de cualquier pérdida de peso sospechosa o problemas conductuales relacionados con la comida. A menudo, el paciente necesita ser obligado por un padre u otros a ver a un médico. Debido a que el paciente puede negar y resistir el problema, se recomienda que un compañero de apoyo esté presente durante parte de la entrevista para que ofrezca información adicional sobre los antecedentes del comer del paciente y ayude a compensar cualquier resistencia o negación que el paciente pueda expresar.
Diagnóstico de la bulimia nervosa.
A pesar de la prevalencia de la bulimia, en un estudio sólo el 30% de los médicos familiares del Midwest habÃan diagnosticado bulimia alguna vez. Los médicos más jóvenes y las médicas tienen una mayor probabilidad de detectar bulimia. Un médico deberá hacer un diagnóstico de bulimia si hay por lo menos dos episodios de bulimia por semana durante tres meses. Basándose en otros sÃntomas y antecedentes, el médico entonces categorizarÃa al paciente como (1) del tipo que utiliza la purgación que utiliza el vómito autoinducido o medicinas para eliminar la comida o el agua o (2) del tipo que no efectúa la purgación pero ayuna o hace ejercicios excesivos.
Diagnóstico de la anorexia nervosa y sus complicaciones.
En general los sÃntomas fÃsicos y una historia personal confirmarán rápidamente el diagnóstico de anorexia. Los criterios estándar para diagnosticar la anorexia nervosa son: rehusarse a mantener un peso corporal normal según la edad y la estatura; el temor intenso de engordar aunque se encuentre bajo de peso; una autoimagen que resulta en disminución de la autoestima; negación de la gravedad de la emaciación e inanición; y en las mujeres, la pérdida de la función menstrual durante por lo menos tres meses.
El médico entonces categorizará la anorexia como restrictiva (anorexia producida sólo por dieta severa) o comer excesivo-purgación. Ya que el trastorno rara vez aparece en los hombres, los médicos quizá no estén alerta de sus pacientes hombres, aunque muestren los sÃntomas clásicos de la anorexia. Los médicos deberán estar muy conscientes de estos sÃntomas en cualquier persona, en particular entre los atletas hombres y mujeres. Una vez que se hace un diagnóstico, los médicos de inmediato deberán verificar la presencia de cualquier complicación grave de inanición.
También deberán descartar los trastornos médicos que puedan ser la causa de anorexia, incluyendo el sÃndrome de fatiga crónica, la enfermedad de Crohn, el hipertiroidismo, la enfermedad de Addison, el cáncer, la tuberculosis, la anemia y la enfermedad celiaca. En todos los casos, las pruebas deberán incluir un conteo sanguÃneo completo, pruebas para determinar desajustes de electrólitos y niveles proteicos, un electrocardiograma y una radiografÃa del tórax y pruebas para problemas del hÃgado, riñón y tiroides. Los niveles bajos de potasio indican que el trastorno tiene mayor probabilidad de ir acompañado del sÃndrome de comer excesivo-purgación. Según la gravedad de la anorexia, podrÃan necesitarse otras pruebas como pruebas de la densidad ósea u otros tipos de radiografÃas y técnicas de imágenes.
Otros enfoques.
Un estudio con mujeres bulÃmicas reveló que tenÃan una sensibilidad alta a la hipnosis, indicando que puede ser beneficioso como parte du su tratamiento. Parece que las personas con anorexia, por otro lado, son bastante resistentes al estado de vulnerabilidad requerida en este proceso. Algunos investigadores han observado una asociación entre la bulimia y el trastorno afectivo estacional (depresión que se intensifica en los meses más oscuros del invierno); esto sugiere que la terapia que utiliza luz intensa dirigida puede ser útil. Un experimento de una semana en el que se empleó luz ayudó a las personas bulÃmicas con depresión, aunque no se efectuo ningún cambio en el comportamiento de comer excesivo-purgación. Se necesitan estudios más largos. Una técnica conocida como imágenes guiadas redujo la frecuencia del comer excesivo y el vómito en casi un 75% en un estudio; este método emplea audiocintas para evocar imágenes que reducen el estrés y ayudan a lograr metas especÃficas. Aunque las mujeres con trastornos del comer son comúnmente descalificadas para la cirugÃa plástica, un estudio reportó que en las mujeres cuya bulimia era estimulada por el tamaño grande de los senos, la cirugÃa de reducción fue eficaz en la resolución del trastorno del comer
Bulimia y Anorexia Estudio Social de Salud: PsicologÃa/enfremedades Autores:  Alvarez Gago , Geraldine Meni Battaglia