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Sol Nieto, una de las primeras representantes femeninas en la dirigencia de clubes.

La actual presidenta de Atalaya lleva más de 8 años al frente de una institución histórica del barrio República de la Sexta.


Foto: Pablo Presti – La Nueva


Sol Nieto es la presidenta del club Atalaya. Su gestión comenzó en 2012, pero no por eso deja de sorprender a muchos ajenos a la vida diaria del Capo de la Sexta que una mujer esté al frente de la institución. Es una de las pocas en Rosario, aunque no la única, y su presencia abre camino. Durante mucho tiempo las mujeres fueron excluidas de los clubes, hay casos en los que ni siquiera pueden asociarse por cuenta propia y mucho menos tomar decisiones. Pero casos como el de Sol prueban que todo cambia y avanza. EQC Mujer dialogó con ella para conocer más de su historia y su trabajo en la institución.


Sol es parte del club «de toda la vida» y en 2012 llegó a la presidencia. «Yo no me postulé, formaba parte de comisiones directivas hacía mucho tiempo con funciones muy activas; ese año, el presidente de ese momento se enfermó y como había que hacer renovación de autoridades tomé el cargo yo», contó.


«El recibimiento de los socios fue muy bueno», aseguró. Aunque no dejó de reconocer que a veces se presentan algunas trabas: «Por supuesto que hay algunos – o varios – que por un tema de género y prejuicios no me recibieron tan bien. Creo que hasta el día de hoy sigue siendo así». «Pero en general, tuve mucho respaldo y principalmente de mujeres», remarcó.


En ese sentido, se refirió a la realidad de las mujeres en puestos altos de las comisiones en clubes de Rosario: «Cuando yo arranqué éramos muy poquitas y fue muy llamativo», recordó. Sin embargó, destacó que «cada vez hay más», pero no sólo como parte de las comisiones, sino en «cargos importantes, como presidentas o tesoreras».


«Incluso ahora hay comisiones directivas en donde la mayoría son mujeres y creo que es necesario también en un punto», reconoció. El deporte se ha visto atravesado en los últimos años por una mayor presencia femenina, desde el juego en disciplinas que antes no les abrían las puertas hasta en los lugares para tomar decisiones. Las mujeres tomaron la iniciativa y se abrieron los caminos que quisieron recorrer. Sol es una de esas mujeres.


Foto: Pablo Presti – La Nueva

En canto a su trabajo al frente de Atalaya, señaló: «Los desafíos en clubes chicos y en tantos años son muchos». «Desde realizar obras, que por suerte en este tiempo pudimos hacer muchas, hasta lo deportivo». «Al menos hasta el momento, en ese aspecto el mayor desafío fue participar del torneo Federal que es el tercer nivel nacional básquet masculino, estuvimos 2017, 2018 y 2019», comentó.


El 2020 en sí mismo fue todo un desafío para la mayoría: «Fue muy duro», resumió la presidenta del Capo de la Sexta. «Tanto tiempo con las puertas cerradas… no pudimos pagar sueldos. Se han dado de baja muchos socios, porque no pueden hacerle frente al costo del club, si bien es bajo. Fue un año de transición en muchas cosas», reveló. Y añadió: «Fue un año de mucha angustia, incertidumbre y preocupación».


«El trabajo de mucho tiempo y con mucho esfuerzo se vio perjudicado. Esto es empezar de cero en muchas cosas», analizó. Pero, más allá de las dificultades, ya están pensando cómo seguir adelante: «Nos va a llevar un tiempo reacomodarnos. Este año se va a tratar de mantener lo que tenemos y remontar lo que se vio afectado. Todo con mucha cautela».

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