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Destruyen y roban entre dos y tres clubes por semana en Rosario.

Vandalizan parte de las instalaciones o sustraen desde cables y reflectores hasta pertenencias de los socios y portones. En 7 días hubo cuatro casos.

El club Cuba Libre fue noticia por sufrir cuatro robos en cinco días. También atacaron a Social Lux, Club Arijón y Club Valencia. Sebatián Suárez Meccia/La Capital 03:00 hs - Domingo 14 de Marzo de 2021 Hasta tres clubes distintos por semana son robados o vandalizados en Rosario, según afirmaron desde la Red que los agrupa. El hecho es de fácil comprobación si se toma en cuenta esta semana: atacaron cuatro clubes distintos, en diversos barrios, con hechos que van desde robos de pertenencias a quienes se encuentran en las instalaciones hasta destrucciones para perjudicar el funcionamiento de las instituciones. Es por ello que los clubes reclaman por un diálogo conjunto con todos los actores involucrados en la seguridad y el control para que la situación no avance.


De los casos, la Red de Clubes se entera por testimonio de los propios integrantes, por las redes sociales o por comentarios de otros clubes que reportan los robos. Incluso, algunos avisan pero no quieren que se den a conocer los hechos. Los robos se multiplican y los elementos del botín son de lo más variados: desde cables y reflectores, pasando por pertenencias de los socios que van a los clubes hasta portones.


El referente de la Red, Jeremías Salvo, dijo a La Capital que la situación “está muy difícil” y que estos hechos dejaron de ser aislados: “No es que roban un club cada seis meses, estamos hablando de que todas las semanas son dos o tres clubes distintos”. Por citar un ejemplo, en una semana robaron en Cuba Libre (San Lorenzo al 2400), en Social Lux (Pascual Rosas al 400) y en Club Arijón (Arijón al 300 bis), y vandalizaron el Club Valencia (Seguí y Solís).

Es por ello que Salvo manifestó que los clubes necesitan ser valorados para reforzar y acompañar las tareas de contención que cada uno realiza en las zonas donde se encuentra ubicado. “Desde finales del año pasado, los clubes están cumpliendo el rol que cumple la escuela y nadie les presta la atención que merecen”, afirmó.

Los sucesivos hechos de inseguridad que sufren los clubes llevan a que deban redoblar los esfuerzos solo para llegar a un equilibrio mínimo. Aunque con tantos robos y hechos vandálicos, el referente graficó que “no avanzamos nunca. Es un paso adelante y cinco para atrás”.

Un pibe más en el club es uno menos en la calle y esto lleva a que frenemos la inseguridad. Si las siguientes generaciones están en los clubes, seguramente la inseguridad se irá reduciendo.


No digo que se van a cortar los robos mañana, pero tenemos que atender a los clubes para que todos puedan estar, para que el vecino llegue sin que le roben nada”, agregó quien también integra la comisión del club Suderland (Camilo Aldao al 500).

De hecho, detalló cómo a los chicos que van a las instalaciones del club de barrio Ludueña les pasa seguido de llegar y contar, que en el camino, les roban la bicicleta. Por eso, no dejó pasar que no solo hay que atender lo que pasa en el club sino en sus inmediaciones: “Hay que fortalecer los espacios para luchar contra la inseguridad. Si no le damos al club la importancia que cumple en la sociedad, esto no va a cambiar más”.

Búsqueda de soluciones El referente de la Red de Clubes aseguró que están a disposición para encontrar la manera de afrontar estos problemas. Sobre todo, al riesgo que se corre de que los chicos y los dirigentes que se ponen al hombro cada club quieran desistir de seguir participando debido a los continuos problemas de carencias por la inseguridad; desde falta de iluminación hasta la falta de equipos para llevar a cabo las prácticas deportivas.

“Queremos colaborar y empezar a ver, puntualmente, las realidades de cada barrio y de cada club. Nos tenemos que replantear un montón de cuestiones”, expresó, para añadir: “Tenemos que reunirnos con las áreas de deportes, de seguridad y de control para ver, entre todos, qué solución podemos encontrar. Entendemos que no se puede tener un patrullero en cada club ni que las soluciones son mágicas, pero hay que pensar políticas de fondo”.

“Hay que empezar a ver de qué manera salimos de esto. Necesitamos que se sienten el Estado, las instituciones civiles y los vecinos para buscar una vuelta entre todos. Si esto avanza de esta manera, nos vamos a quedar sin socios ni dirigentas porque, a veces, no hay manera de seguir”, finalizó.

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