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Club 20 amigos: la solidaridad como herramienta para atravesar la pandemia.


La institución de Felipe Moré al 3400 puso a disposición sus talleres de panificación para los comedores del barrio y apoyó a los jóvenes con sus estudios a lo largo de todo el año pasado. Esperan para este 2021 materializar nuevos proyectos.

Por Diego Carballido


«El club viene desde hace varios años con un ritmo de crecimiento importante. Ofreciendo una variedad de talleres culturales y deportivos, pero también porque creemos que es importante la capacitación en oficios formamos parte del programa Nueva Oportunidad, hoy llamado Santa Fe Más», de esa manera sintetizó el presente que vive el Club Social y Deportivo 20 Amigos su presidente, Matías Moschini, en diálogo con CLG.


La institución que funciona en Felipe Moré al 3400, a espaldas de las vías del tren, es el límite exacto donde conviven diferentes barrios con sus particularidades, pero con dificultades similares. «La crisis del 2001 hizo que el club pase a ser un comedor comunitario y nos costó mucho salir de ese rol. En el 2012, cuando empezamos a trabajar en el club, logramos ofrecer actividades culturales y deportivas para dejar de cumplir la función de comedor. Pero con la pandemia tuvimos que volver a producir alimentos”, contó Moschini y añadió: “Nos juntamos con todas las organizaciones que trabajan en el territorio alrededor del club, entre ellas tres comedores comunitarios, para ver cómo íbamos a trabajar».


«Producir alimento nos resultó muy cómodo por el hecho de que se trataba de una forma de organización que ya teníamos. Solo tuvimos que ponernos de acuerdo para que los alimentos lleguen a las familias correspondientes. Fue todo muy articulado y el resultado de trabajar codo a codo con los vecinos», aseguró Moschini respecto a cómo los talleres de panificación de los jóvenes que forman parte del club fueron proveyendo de alimento a los diferentes comedores del barrio.

«Articulamos con el comedor Luz y Esperanza que pertenece al MTE, los merendero Libres Somos y Carita Feliz que es parte de Barrios de Pie, y también con una vecina del barrio que organizó un olla popular. Durante los primeros meses de la pandemia tratamos de ponernos en contacto con todas las ollas populares del barrio para poder ayudar», detalló Moschini.


Matías forma parte de una generación de dirigentes del club que han revitalizado el espacio, transformándolo no solo una institución deportiva, sino que también trataron de afrontar las dificultades sociales que el barrio les presenta, desarrollando talleres culturales y de capacitación. Una labor que hizo del “20 Amigos” un lugar de referencia para los jóvenes de barrio Triángulo y Villa Banana.


«Hace varios años que venimos trabajando con todos los estamentos del Estado y nos anotamos en todos los programas que tenemos la posibilidad de hacerlo», explicó Moschini y agregó que con esa forma de trabajo han logrado la concreción de importantes obras edilicias para el club, como la construcción de una sala de computación y un zoom audiovisual, y la regularización de toda la parte administrativa. «Nos planteamos los objetivos que queríamos lograr y logramos tener al día un club con una estructura nueva y con programas funcionando.


Por eso decimos que la pandemia nos agarró organizados, pero trabajar distanciados de los pibes y las pibas, y el hecho de no poder ingresar al club, algo por lo que habíamos luchado durante años, nos hizo que tuviéramos que reinventarnos», aseguró el presidente de “20 amigos”, quién además compartió que este año «se viene un recambio en cuanto a las autoridades” ya que ingresaran una gran cantidad de mujeres en la comisión. “Son las que cumplen un rol muy importante en todas las actividades que realizamos”, explicó.


«El hecho de no estar todo el tiempo adentro del club por las medidas sanitarias hizo que empecemos a recuperar la plaza del barrio, donde pudimos apropiarnos nuevamente del espacio. Acondicionamos los juegos para los chicos, pusimos maceteros, colocamos iluminación led y hasta armamos una huerta. Un trabajo que realizamos en conjunto con los vecinos, la Municipalidad de Rosario y la Universidad», contó Moschini.


«Actualmente, seguimos articulando con tres comedores y además con Luz y Esperanza, con quienes tenemos un trabajo más profundo porque muchos jóvenes que participan ahí también son del club, proyectamos hacer una especie de colonia de verano al aire libre, con todos los recaudos que haya que tomar. Y además sumamos la idea de hacer cine en la plaza, todos los miércoles a partir de las ocho de la noche, y tenemos que ver cómo vamos a organizarnos con los talleres de arte que funcionan dentro del club», adelantó Moschini acerca de los planes que tienen para los primeros meses del año.

«Hoy que se habla tanto del descuido que tiene la juventud, que no lo podemos negar, hay un porcentaje muy alto de los jóvenes que tiene una preocupación importante y se cuidan mucho. Por lo menos, los que se acercan hasta el club lo hacen con barbijos y distanciados con esa responsabilidad de producir y aprender con un fin solidario», reflexionó el presidente del club 20 amigos, al mismo tiempo que compartió su preocupación por la situación escolar de muchos de los chicos que asisten a la institución. «Estuvimos muy atentos a eso, ya que estuvimos en contacto estrecho con todas las escuelas del barrio.


Más allá de que existió una virtualidad, observamos que fueron pocos los chicos que lograron sostenerla porque muchos no pudieron imprimir un cuadernillo o cumplir con las tareas. Para nosotros, el hecho de que un pibe vaya a la escuela ya era todo un logro y al no poder asistir durante todo el año pasado, es algo que se puede ver como un retroceso. Porque la escuela era un lugar de contención«, aseguró Moschini y añadió: «También existe un brote de violencia producto de que los pibes no pueden participar de los espacios culturales. Nosotros pudimos frenar un poco el vandalismo, pero seguimos viendo consecuencias graves».


Sobre el final, el presidente Club Social y Deportivo 20 Amigos explicó que uno de los desafíos a corto plazos que tienen es conseguir una fotocopiadora para que los chicos del club puedan imprimir sus cuadernillos escolares, “sería algo que ayudaría mucho”, concluyó Moschini.

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