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Ex Fortín: Daniel Ricardo Astegiano


Daniel Astegiano, no nació en nuestra ciudad, pero a los cuarenta días de vida su padre, de profesión ferroviario, junto a su madre lo trajeron a Las Varillas. Aquel pibe, que comenzó en los potreros del Barrio Central Argentino, jugando en el baby para el equipo de los Seis leones, en los partidos contra el barrio de «El catarro», un día tuvo un sueño: llegar a jugar en primera. ........... .

A los nueve años su padre lo llevó a Córdoba a ver un partido de River y Talleres y desde ese día supo cuál era su futuro. Los primeros pasos con la pelota los dio en el equipo del barrio obrero, luego llegaría Mitre y Almafuerte, pero su sueño lo desvelaba y a los 14 se fue junto a dos amigos (Daniel Crocco y «Tatalo» Bertola) a Rosario.

Allí probarían en Central, jugando tres partidos, hasta que se lesiona. Luego pasó por Atlético Ledesma (Salta). Pero en 1975 llega el llamado del «Flaco» Menotti para sumarlo a Independiente. En esta oportunidad Daniel demuestra sus dotes de jugador , ganando la Copa Interamericana con el «Rojo» de Avellaneda. Su paso por este club no fue largo, solamente un año y medio, pero bastó para ser reconocido por sus compañeros: Cincuenta partidos y la friolera de 28 goles, con un promedio mayor a un gol cada dos partidos

Allí tuvo varios técnicos, como fue el caso del «Pato» Pastoriza, entre otros. Pero llegaría otra oportunidad y esta vez era España. Allí el Barcelona ya comenzaba a mostrar el fútbol de avanzada, todo se daba, pero una cláusula que sólo permitía dos extranjeros por equipo, lo deja afuera. Y allí emigra al Rayo Vallecano.

En este ínterin participa de la Selección Nacional del interior, pero no queda para el equipo que juega la Copa del mundo en 1978 en nuestro país. En 1979, vuelve por cuatro meses a nuestro país y juega en Belgrano de Córdoba, con un contrato en la mano para ser parte del plantel de Boca Juniors.

Decide cambiar de planes y emigra a México en 1980 y el Cruz Azul se transforma en el equipo del varillense por adopción . Allí comparte equipo con otro varillense: Oscar «Pitín» Ferrero, logrando el campeonato mejicano. Daniel también pasó por otro equipo mejicano y se retira en el Atlas de Guadalajara. Ya en nuestro país, juega algunos partidos en Unión de Alicia. Astegiano considera que el fútbol fue todo en su vida, «una enseñanza, un camino para conocer cosas y viajar por el mundo.

El jugar al futbol no es sacrificio es un placer», nos comenta este delantero, que hoy es técnico de las inferiores de Huracán de Las Varillas. También cree que la cuenta pendiente fue no quedarse en el Barcelona, por el juego que realizaban en espacios reducidos. «Tuve la posibilidad de admirar y jugar con Johan Cruyff y eso es muy importante en mi carrera deportiva» .

También nos dice que ganó dinero, pero que no son las cifras que se estilan en estos días. «Mi padre murió muy joven y nunca tuve quien me aconsejara, pero me fue bien en la vida. Siempre tuve un sueño: vivir cerca de una playa, y cuando dejé el fútbol en México, me fui diez días de vacaciones y me quedé dos años en Acapulco. Jamás sentí culpa de eso, nunca le di valor a las cosas. Me di el gusto de mi vida, a pesar que no invertí en otras cosas.

Viajé por todo el mundo y si lo pudiera hacer hoy, también lo haría. Conocí Japón, Nueva York, Francia.» La actualidad de Daniel Astegiano, quedó lejos del glamour y la aventura, y todo se concentra en compartir un buen rato con amigos en la costanera del Paraná, en Rosario, lugar actual de su residencia

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