Relatos de personas que explican por qué engañan a sus parejas

La infidelidad parece una condición inherente a la relación de parejas y es que muchos se atreven a afirmar que todos en algún momento de nuestras vidas hemos sido o seremos infieles. ¿Por qué engañan hombres y mujeres? ¿A dónde conduce la infidelidad en uno y otro caso? ¿Bajo qué circunstancia se es infiel en una relación que se supone estable? Entérate de las razones que arguyen hombres y mujeres que se atrevieron a confesar a Phrònesis porque han engañado a sus parejas.

Laura V. 27 años. Por soledad y porque mi novio no me dio la importancia que yo necesitaba.

Tengo una relación de casi cinco años. Mi novio, hace casi dos años, se marchó fuera de la ciudad por trabajo y aunque al principio yo o él viajaba para estar juntos el fin de semana, después los viajes fueron menos frecuentes porque gastábamos mucho dinero y debíamos ahorrar para la boda. Empecé a salir con amigas para no aburrirme, conocí a un hombre una noche y decidí probar aunque le advertí que tenia novio formal. Él casi se alegró de que estuviera comprometida. Me siento culpable pero creo que es por la soledad y porque mi novio no supo establecer prioridades. Creo que le importa más el dinero que yo. Igual me casaré dentro de unos meses, pero la situación seguirá igual. Seguiré siendo infiel y creo que esto no es sano, pero no sé como parar.

Darío R. 31 años . Por insatisfacción.

Tengo una novia desde hace tres años pero me cuesta ser fiel porque ella es muy fría. Es bonita y la quiero pero no me satisface y me da miedo decírselo porque temo que me deje y piense que soy un enfermo sexual…

Marina T. 43 años. Por venganza.

Descubrí que mi esposo me engañaba cuando nuestra hija tenia tres años. Era nuestra primera hija y la verdad yo me había dedicado en cuerpo y alma a cuidarla. Mi rol fundamental era ser madre y a eso dedicaba mis energías, así que reconozco que quizás descuidé a mi esposo. Cuando me di cuenta quise remediar la situación pero él me lo negó todo aunque yo tenía suficientes evidencias, así que para no terminar la relación decidí vengarme. Contacté a un exnovio y salí con él varias veces. Y luego con un hombre mucho más joven que yo. Me sentí mejor después de la venganza pero no soy feliz, a veces pienso que deberíamos ir a una terapia de pareja. Creo que él sospecha lo que hice pero no se atreve a reclamarme. Somos dos infelices viviendo juntos.

Raúl M. 34 años. Soy infiel porque mi mujer me vuelve loco con los problemas de la casa.

Llevo casado cinco años. La verdad no soy un santo pero me esforcé por ser fiel en los primeros años de matrimonio, pero poco a poco me fui hartando, mi mujer me enloquece con las tonterías del hogar y los problemas de nuestro hijo, así que poco a poco me ido apartando, decido llegar tarde, me quedo en la oficina y “me entiendo” con una compañera de trabajo. Me relajo aunque también me siento culpable y un mal esposo.

Teresa G. 36 años. Soy infiel para no dejarlo.

Mi esposo es bueno con los chicos y conmigo, es atento, buen padre y buen esposo, pero es mal amante. Es torpe, siempre lo ha sido, yo al principio traté de enseñarlo, pero ya me di por vencida. No se puede tener todo en uno solo, así que salgo eventualmente con un ex compañero de la universidad. Todo súper discreto, no quiero lastimar a mi esposo y padre de mis dos hijos.

Apreciados lectores, como pueden darse cuenta en estos relatos de infidelidad es una constante la incomunicación en las parejas, la falta de asertividad para construir una relación sexualmente sana y placentera, concertada y madura.

A estas parejas, algunas ya consolidadas y otras en ese proceso les falta un proyecto de vida claro y compartido que le de sentido a la relación. El no tener claro los valores, lo que es importante al momento de formar un hogar, para lo que se requiere compromiso y madurez.

Como estos testimonios, Walter Riso basó su más reciente obra: “Las mayores estupideces que hacemos por amor”. En ella, analiza y resuelve las situaciones que llevan a la infidelidad.

Desde Phrònesis queremos invitarlos a reflexionar acerca de lo verdaderamente importante en su relación de pareja y cómo pueden, involucrándose ambos, rescatar el amor que una vez los unió.