La tarde era bella, especial y única. Te esperaba impaciente mientras te hacia una canción en mi mente, El teléfono sonó...
Y abandoné la habitación, y caminé hacia la pequeña plaza donde me esperabas con el auto en marcha. Nos dirigimos a un lugar, era un día muy especial y nos presentamos.
Tu llegada fue excitante, eso yo lo noté, la gente al verme a tu lado se preguntaban, ¿Y ese, quien es? mi vestido largo, negro y con brillantes, ajustado sobre mi piel, hacían lucir mis caderas tu cuerpo quedo excitado mirando a través de una copa, imaginándote a mi lado, me querías despojar la ropa y el aroma de mi perfume, dominaba tus ansias locas, por poseerme esa tarde se me hacia agua la boca!
Bailamos música alegre y nos reímos del ayer, después de unas cuantas horas, fuimos al Hotel.
Tus manos despojaban el vestido que me cubría, celoso de mis ojos, yo desabotonabas tu camisa tomándonos el tiempo, sin prisas, mientras tu besabas mis labios rojos. me abrasaste fuerte y con tus ansias agitadas sentíste mis pechos, aún sobre tu camisa desabotonada y te bese en silencio con mis pupilas cerradas, mientras sentía tu cuerpo como se excitaba. Te tomé por la cintura y te acerqué a mi pecho, te bese con gran ternura pero, poco duró eso, al percibir otra vez tu aroma, crecieron más mis anhelos y recorrí tu cuello con mis ardientes besos hasta sentir tus manos que me empujaron a tu pechos.
Sentí tu corazón latir muy fuerte pues, lo tenía pegado a mí, por el sonido en mi frente, pensé que se te podría salir. No pude resistir y continúe besando tu cuerpo, con mi lengua jugando, pude percibir lo exitado que estabas, con la ayuda de mis dedos, mientras tu boca decía, al mismo tiempo que la mía... Te deseo! te deslizaste por mi vientre, aún mojada mi intimidad, con tu barba acariciabas mi cintura y...un poco más! Luego, tomaste mis manos y las subiste hasta tu cuello, y me perdí entre tus piernas , y al movimiento de caderas los gemidos se fueron oyendo, los apagué con mis besos pero solo por corto tiempo, con la llegada de otro orgasmo, también se rompió el silencio. Los dos quedamos exhaustos, en esta tarde de reencuentro.
Queríamos recuperar los perdidos años pero, es mejor vivir el momento, gozar de este querer y nos seguimos amando y despiertos, nos sorprendió el amanecer! Esa noche fuiste completamente mio, y a tus deseos me entregué! Con el corazón en la mano te digo, jamás te quiero perder!
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