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Doblete del Pipa y triunfo muy necesario de Boca

Con dos goles de Benedetto, el Xeneize tomó aire: con un jugador más durante 45 minutos, no jugó bien pero festejó.

Boca tenía que ganar y ganó. No hay nada más valioso en este primer partido de local en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Lo necesitaba Sebastián Battaglia, lo necesitaba el equipo. Lo reclamaban los hinchas en la vuelta a la Bombonera en una noche copera tras dos años. Y eso es lo que vale. La victoria es la cuota de aire en un club que parece vivir siempre al día. Zafó. Fue un 2-0 que quedó corto ante Always Ready pero que sirvió para acomodarse en el grupo y dar el primer paso en búsqueda de su peligrosa obsesión: la Séptima.


Pol Fernández y el Changuito Zeballos lideraron al equipo hacia el triunfo durante los 90 minutos. Óscar Romero y Toto Salvio se sumaron en el segundo tiempo. Fabra tuvo sus escaladas imparables por la izquierda. Pipa Benedetto hizo lo que tenía que hacer, que es mandar a la red las pelotas que quedan de frente al arco. Y el resto acompañó. De menor a mayor, primero a partir del 1-0 y después cuando el equipo boliviano quedó con uno menos. Pero con la deuda de hacer algunos goles más para despejar dudas y ganar espalda.


Le costó arrancar a Boca, entre un juego adormecedor y distracciones consecutivas de Ávila, Pol Fernández y otra compartida entre Rossi y Fabra. La Bombonera reaccionó antes que los jugadores y empujó, claro, en su reencuentro con la gente en un partido de Libertadores después de dos años. Pero todo fue muy de a poco, con el Changuito Zeballos tirando del carro con algunas jugadas electrizantes por la izquierda cuando nadie más mostraba algo distinto.


Recién cuando levantó Pol, sus compañeros empezaron a conectar, pasados los 15 minutos. El flamante volante central de Battaglia empezó a distribuir la pelota parado cerca de los centrales pero también se soltó para asociarse. Creció Romero para la tenencia, creció Ramírez con sus aceleraciones. Y como resultado de unos minutos de dominio claro, llegó la apertura del marcador: todo del Changuito, con papel de reparto de Ramírez y Benedetto, uno en el inicio de la jugada y el otro en la terminación.


A partir del gol, con la resistencia de Always Ready quebrantada, Boca estuvo más cómodo, se potenciaron sus jugadores y sí ejerció un dominio territorial con la pelota en campo rival. Con la claridad de Pol en el inicio de las jugadas. Con la velocidad de Zeballos en la terminación. Pero faltó puntería para que llegara el segundo antes del final del primer tiempo.


Si bien a este Boca se le reclama personalidad para reclamar y defender lo suyo, para copar la parada y presionar, sólo la violencia de la acción de Ramallo contra Fabra hizo zafar a Ávila de una roja que hubiera complicado más a un plantel ya sin más marcadores centrales, con las bajas de Izquierdoz, Rojo, Zambrano y Figal. Pero como últimamente le pasan todas, se lesionó Agustín Rossi y, con Javi García suspendido, tuvo que entrar Leandro Brey...

El segundo tiempo, once vs. diez, demoró en arrancar. Muy trabado. Hasta que Boca encontró los caminos para hacer valer la diferencia. Levantó Romero, levantó Salvio. Se juntaron varias veces por derecha. Y Toto estuvo cerca del gol con un par de remates y un cabezazo que pegó en la parte de afuera de la red.


El tramo final del partido fue una apuesta jugada de Battaglia, con el doble nueve Benedetto y Vázquez, más Salvio, Romero y Ramírez por detrás, y los laterales lanzados por afuera, con un inédito 4-1-3-2 que dio posesión total frente a un rival disminuido, no sólo con uno menos sino sin la altura de La Paz. Así y todo, faltaba algún gol más, que entrara alguna más de esas que merodearon el arco. Y se dio al final, con el tiempo cumplido, con el doblete de Pipa. Para cumplir el primer objetivo. Ganar. Ganar tres puntos y ganar paz. Always zafa.


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