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Corinthians 2 Boca 0

Otro golpazo de Boca y se complica en la Copa: El Xeneize perdió 2-0 frente al Corinthians en Brasil

Lastimao. Así se fue Boca de San Pablo. Así dejó escapar un partido clave, que lo ubica último en su grupo (por diferencia de gol), que complica la clasificación. Así quedó después de un 0-2 ante Corinthians, que pareció demasiado castigo, pero castigo al fin. Así también quedó el ciclo Battaglia, otra vez en riesgo, más por el resultado que por la actuación en general, que tuvo picos, algunos pasajes esperanzadores, pero que pecó por falta de elaboración, profundidad y eficacia. Lastimao, sí, justo en el momento menos indicado.


La pasó mal Boca en el primer tiempo. O al menos, en la primera media hora del partido. Y no sólo por el gol de Maycon a los 5 minutos, que lo agarró de madrugada, sin frazada, al descubierto: no cerró Fabra, Fagner tiró el centro libre y el volante central, de cabeza y ante la marca de Advíncula, se la clavó contra un palo a Javi García. Después, encima, al Xeneize le costó reaccionar.


De hecho, recién a los 21 minutos, Boca dio señales de vida en el Arena Corinthians, con esa jugada que inició Salvio, el más activo y peligroso, que terminó en centro de Medina y en lamento de Vázquez, quien por un segundo no llegó a conectarla debajo del arco. Fue, acaso, el momento en el que el local sintió que no todo estaba tan controlado como parecía. Y que Boca le plantaría dura batalla.


Lo que siguió, desde ahí, fue un Corinthians que necesitó del juego fuerte para frenar los ataques del equipo argentino. El Xeneize empezó a tener más la pelota, pero el Timao lo cortó sistemáticamente con falta. Fueron cuatro amarillas, a razón de una por minuto (incluso la plancha de Renato Augusto a Zambrano era para roja), que marcaron el quiebre del partido: el local ya se veía superado.


Desde ese momento, la energía con la que el Timao inició el partido y la efervescencia de su gente, disminuyó. Boca no sólo emparejó el partido, pasó a dominarlo. Y a generar sensación de peligro en el ataque. Quizás por eso, Battaglia movió el banco rápido: a los 11' del ST, Benedetto entró por Vázquez y Zeballos por Medina. Y le dieron vuelo a un ataque más armado... Sin embargo, en todo momento, fue más voluntad que fútbol. Acaso, ahí estuvo la razón por la cual no concretó todo lo que pareció insinuar.


Aún así, desde la actitud, hay poco para reprochar. El equipo adelantó líneas, Pol Fernández se comprometió más con la elaboración a partir del ingreso de Varela (le dio aire) y Boca arrinconó al Timao, que quedó lejísimos de García y con único plan: explotar alguna contra. Y en efecto, la tuvo, justo cuando Boca más méritos había hecho para empatar el partido: Willian arrancó por izquierda, abrió para Guedes, que le pegó al arco y Maycon, otra vez en el área, aprovechó el rebote de Javi García para el 2-0.


Fue un puñal para Boca. Primero, porque tenía el control del partido. Segundo, porque era superior a su rival. Y tercero, porque de ninguna manera merecía recibir el segundo. Pero Corinthians no lo perdonó, le ganó un juego clave en el grupo, le complicó la clasificación (el Xeneize quedó último por diferencia de gol, con un partido más que Cali y Always Ready y todavía con la visita pendiente a la altura de La Paz) y también la vida...


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